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Joan Comorera Soler

Biografía

Comorera Soler, Joan. Comenio. Cervera (Lérida), 5.IX.1894 – Burgos, 7.V.1958. Maestro de escuela y político.

Estudió magisterio en Lérida y, aunque intentó crear una escuela laica en su ciudad natal, no llegó a ejercer nunca la profesión de maestro. En 1913 dirigió en Cervera el periódico republicano quincenal Escuela, fuertemente anticlerical. El mismo año se trasladó a Madrid, desde donde inició sus colaboraciones periodísticas en La Publicidad, donde firmaba con el seudónimo de Comenio. Adscrito al republicanismo reformista que representaba Melquíades Álvarez, en estos momentos trabó conocimiento con Lluís Companys, que presidía las Juventudes Reformistas de Cataluña. En 1914 se instaló en Barcelona, donde conoció a Marcelino Domingo y se afilió al Bloc Republicà Autonomista y, más tarde, al Partit Republicà Català, desencantado de las posibilidades que tenía la política reformista para poder transformar desde dentro el sistema político. En noviembre de 1916 se casó con Rosa Santacana. Miembro del consejo de redacción de La Lucha, vivió los acontecimientos revolucionarios de 1917 cerca de Marcelino Domingo, a quien sustituyó en la dirección del periódico tortosino El Pueblo, cuando fue detenido. La publicación de un artículo contrario a un capitán de la Guardia Civil en este periódico le valió la primera detención en noviembre de 1917 y su estancia en la cárcel de Tortosa hasta enero de 1918. Perseguido de nuevo por otro artículo, en la primavera de 1918 marchó a París.

De vuelta en Barcelona después del verano de 1918, a finales de año se afilió a la Federación Catalana del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y empezó a escribir el libro La trágica ignorancia española, que publicó en 1919. En julio de 1919 se exilió a Buenos Aires, donde se nacionalizó argentino, escribió colaboraciones en el periódico socialista argentino La Vanguardia y dirigió el semanario Nación Catalana, entre septiembre de 1923 y junio de 1926. Sin desvincularse de la realidad catalana, en 1920 pasó a militar en el Partido Socialista Argentino en 1923 entró en la redacción de Acción Socialista. Fue candidato a diputado en 1926, miembro de la Junta ejecutiva de la Federación Socialista de Buenos Aires, formó parte del Directorio Sudamericano, que coordinaba los círculos catalanistas y separatistas del centro y del sur de América. En noviembre de 1930, al producirse la instauración de la dictadura de Uriburu, fue expulsado de Argentina y marchó a Uruguay. En Montevideo se afilió al Partido Socialista y en mayo de 1931 fue nombrado secretario del Centro Socialista de Montevideo.

A inicios del verano de 1931, proclamada ya la República Española, regresó a Barcelona, se afilió a la Unió Socialista de Catalunya (USC) y en julio de 1931 fue nombrado director de Justicia Social, miembro del Comité ejecutivo de la USC, responsable de organización y propaganda, y secretario de Serra i Moret en la Consejería de Economía y Trabajo de la Generalitat. Comorera, que había sido llamado por Serra i Moret y Rafael Campalans para que colaborase en la reorganización del partido socialista y catalanista, fundado en 1923, pronto se convirtió en el hombre fuerte de la organización, designado secretario general de la USC en su Primer Congreso Nacional, celebrado en abril de 1932. Candidato por Barcelona a las elecciones del Parlamento de Cataluña de noviembre de 1932, consiguió acta de diputado, gracias a la coalición de la USC con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y durante el año 1933 fue presentado como presidente del nuevo partido que había conseguido surgir de la frustrada unificación entre la USC y la Federación Catalana del PSOE. En enero de 1934 fue designado consejero de Agricultura y Economía del primer gobierno presidido por Lluís Companys, cargo desde el cual defendió la Ley de Contratos de Cultivo, que provocó el enfrentamiento entre los gobiernos de la Generalitat y de la República y la hostilidad de los propietarios catalanes.

Partidario de la insurrección del 6 de octubre de 1934, durante la cual Companys proclamó el Estado catalán de la República Federal Española, fue detenido con todo el gobierno catalán en el barco Uruguay, desde donde fue trasladado a la cárcel Modelo de Madrid. Juzgado en mayo-junio de 1935, fue condenado a treinta años de reclusión mayor y trasladado al penal de El Puerto de Santa María, donde permaneció hasta las elecciones de febrero de 1936.

Los acontecimientos de octubre, y su fracaso final, tanto en Cataluña como en Asturias, le llevaron a la conclusión de que era necesaria la constitución de un amplio frente republicano —que incorporase desde el republicanismo moderado hasta los comunistas— para defender los principios fundamentales del régimen republicano y le llevaron a considerar que la clase obrera tenía que desempeñar un papel crucial en el enderezamiento y en la defensa de la República del 14 de abril. Tras el triunfo del Frente Popular, por las listas del cual fue elegido diputado a Cortes, salió de la cárcel junto al resto de miembros del gobierno de la Generalitat y recuperó todas sus funciones. En mayo de 1936 abandonó la Consejería de la Generalitat, a raíz de la decisión de la USC de poner fin a la colaboración gubernamental, e impulsó el proceso de radicalización socialista.

A consecuencia de este proceso impulsó la unificación de la USC con la Federación Catalana del PSOE, el Partit Comunista de Catalunya y el Partit Català Proletari, que llevó a la constitución, el 23 de julio de 1936, del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), adscrito a los principios y al programa de la Internacional Comunista. El PSUC se convirtió en la primera organización mundial que, como había preconizado la Internacional Comunista en su VII Congreso celebrado en el verano de 1935, implicaba la superación de la división entre socialismo y comunismo, y se constituía con la vocación de convertirse en el partido único de la clase obrera catalana. Secretario general del nuevo partido, ya iniciada la Guerra Civil, ocupó las consejerías de Economía (del 31 de julio al 6 de agosto de 1936), Servicios Públicos (del 26 de septiembre al 17 de diciembre de 1936), Abastecimientos (del 17 de diciembre de 1936 al 3 de abril de 1937), Trabajo, Obras Públicas y Justicia (del 3 de abril al 16 de abril de 1937), Justicia (del 16 de abril al 5 de mayo de 1937) y Economía (del 29 de junio de 1937 hasta el fin de la guerra), y se destacó como el dirigente indiscutible del nuevo partido. En agosto de 1936 formaba parte del comité de enlace de las organizaciones obreras de Cataluña, constituido por la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), Unión General de Trabajadores (UGT), Federación Anarquista Ibérica (FAI) y PSUC, y defendió una política moderada, nítidamente contraria a la que defendían la CNT-FAI y el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) respecto a la revolución económica y política y al desarrollo de la guerra. Con una actitud marcadamente personalista, tuvo un papel clave en la campaña para expulsar al POUM del gobierno de la Generalitat y eliminar a este partido heterodoxo y antiestalinista del panorama político catalán y en la oposición a la política descentralizadora que defendía la CNT.

Después de los enfrentamientos que tuvieron lugar en Barcelona a principios de mayo de 1937, que lo convirtieron en uno de los políticos con mayor peso de Cataluña, convocó la I Conferencia Nacional del PSUC, que se celebró en julio de 1937, y en la cual presentó el informe político. Defensor de la autonomía del PSUC con relación al Partido Comunista de España (PCE), no le faltaron problemas con los delegados de la Internacional, especialmente con Togliatti, que consideraba que Comorera dirigía el partido de manera burocrática y sin la precisión necesaria.

En enero de 1938 realizó el primero de sus viajes a Moscú, de donde regresó, en marzo del mismo año, fortalecido políticamente, después de haber asistido en persona a uno de los procesos estalinistas en contra de la vieja guardia bolchevique.

Partidario de la resistencia a ultranza, abandonó Barcelona la tarde del 26 de enero de 1939, cuando el ejército franquista entraba ya por la Diagonal.

En marzo de 1939 convocó el denominado Comité Central de Anvers, donde analizó las razones de la derrota republicana en la Guerra Civil y ante la desmoralización ocasionada por la derrota, intentó mantener una moral combatiente rígida contra el derrotismo y el desencanto. Además, le fueron concedidos plenos poderes. En mayo de 1939 volvió a Moscú, donde consiguió que en junio el Presidium de la Internacional Comunista reconociese al PSUC como su sección catalana, independiente del PCE. A partir de estos momentos inició el proceso de “bolchevización” del PSUC, su conversión en partido monolítico, defensor de los principios del marximoleninismo- stalinismo más rígido, al estilo del Partido Comunista de la Unión Soviética. En noviembre de 1939 marchó a Estocolmo, donde residió unos meses, y en agosto de 1940 llegó a México, donde la dirección del PSUC se estaba reorganizando bajo los efectos de la bolchevización que provocaba numerosos abandonos y expulsiones. Muchos dirigentes del PSUC del período de la Guerra Civil, como Víctor Colomer, Miquel Ferrer, Serra Pàmies y José del Barrio, entre otros, abandonaron durante este período su militancia. En plena crisis política, motivada en parte por la contradictoria política exterior soviética, definió unas directrices centradas en la defensa de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) —había considerado la guerra mundial como un conflicto interimperialista, hasta que la URSS sufrió la ofensiva alemana en junio de 1941—, publicó de manera sistemática sus artículos más característicos sobre la cuestión nacional catalana y defendió la constitución de la Alianza Nacional de Catalunya.

Acabada la guerra mundial en Europa, en septiembre de 1945 formó parte de un gobierno de la Generalitat en el exilio constituido por Josep Irla y en octubre del mismo año se trasladó a Francia, después de un largo periplo desde Montevideo, vía Cuba. A partir de estos momentos se iniciaron las importantes controversias que enfrentaron al PCE con Comorera, sobre todo a partir del momento en que los dirigentes comunistas españoles, Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo, plantearon la necesidad de centralizar la dirección política del conjunto del movimiento comunista español, lo que representaba poner fin a la independencia organizativa y política del PSUC.

En plena “guerra fría”, y después de haber surgido la crisis yugoslava, que enfrentaba Stalin y Tito, durante el otoño de 1948 Comorera fue incorporado al Buró político del PCE —primer paso para una integración del PSUC al PCE—. Poco después, cuando se planteó la integración política entre ambos partidos, estalló la crisis final, que culminó en noviembre de 1949 cuando fue formalmente expulsado del PSUC bajo la acusación de “traidor al Partido, a la clase obrera y a su pueblo”. Tras ser suspendido como secretario general, el 16 de noviembre, el órgano del PSUC Lluita hacía pública su expulsión formal. Con sus partidarios decidió continuar actuando como PSUC y en enero de 1951 entró clandestinamente en Cataluña, utilizando el nombre de Josep Planas. Denunciada su presencia en Barcelona por la emisora Radio España Independiente y por Treball, el órgano del PSUC, fue detenido por la policía el 9 de junio de 1954, junto a su mujer, Rosa Santacana, y Ferran Cañameres, que actuaba de contacto con el exterior. Juzgado en Consejo de guerra por un tribunal militar, el 7 de agosto de 1957, bajo la acusación de “rebelión militar”, fue condenado a treinta años de cárcel. Enfermo de bronquitis asmática, fue ingresado en el hospital militar y en noviembre de 1957 pasó al Penal de Burgos, donde murió de una bronconeumonía agudizada por un enfisema pulmonar. En 1985 sus restos fueron trasladados a Barcelona.

 

Obras de ~: La trágica ignorancia española, Barcelona, La Neotipia, 1919; L’Avi: llibre de l’escola i de la llar, Barcelona, Llibreria Catalònia, 1934; con A. Sesé y J. del Barrio, Nuestra situación política actual. Discursos pronunciados en el Gran Price el día 20 de diciembre de 1936, Barcelona, Secretariat d’Agitaciò i Propaganda del PSU, 1936; Per la lluita fins a la victória total, Barcelona, Departament d’Agitaciò i Propaganda del PSU, 1937; con R. Vidiella i Franch y J. del Barrio, Catalunya en peu de guerra: Discursos pronunciats en el Ple del C.C. Ampliat del Partit Comunista d’Espanya celebrat a València els dies 5, 6, 7 i 8 de març de 1937 pels camarades ~, Rafael Vidiella y Franch i Josep del Barrio, pról. de J. Díaz, Barcelona, Edicions del Partit Socialista Unificat de Catalunya, 1937 (trad. castellana, Barcelona, Partido Comunista de España, 1937); El PSU davant la situaciò actual, prol. de R. Vidiella, s. l., Agitaciò i Propaganda PSU, 1938; Contra la guerra imperialista i per l’alliberament social i nacional de Catalunya, México, Partit Socialista Unificat de Catalunya (S.C. de la I.C.), 1940; El problema de les nacionalitats a Espanya, México, Publicacions Catalunya, 1940; Franco i la Falange són la guerra. Conferència pronunciada a Mèxic el 3 de desembre de 1942, México, Publicacions Catalunya, 1943; La nació en la nova etapa històrica, México, Publicacions Catalunya, 1944; La batalla de la pau: conferencia pronunciada per Joan Comorera, Secretari General del Partit Socialista Unificat de Catalunya, el 20 d’abril de 1945, amb motiu de la seva intervenció a l’assemblea de militants convocada per la Delegació del Comitè Central a Mèxic [Francia], Lluita [1945]; El Camí de la victoria: discurs pronunciat en l’acte celebrat a Perpinyà el 27 de juliol de 1947 en ocasió de l’onzè aniversari de la fundació del P.S.U. de C., París, Lluita, 1947; L. Colomer i Calsina (ed.), Socialisme i qüestió nacional, Barcelona, Undarius, 1977; M. Caminal i Badia (ed.), Antología, Barcelona, La Magrana, 1987.

 

Bibl.: J. L. Martín Ramos, Els orígens del Partit Socialista Unificat de Catalunya (1930-1936), Barcelona, Editorial Curial, 1977; L. Colomer Calsina, “Joan Comorera, el PSUC i el moviment comunista: 1939-1943”, en Bulletin d’Information de la Fondation Internationale d’Études Historiques et Sociales sur la Guerre Civil d’Espagne, n.º 3 (abril de 1980), págs. 122-124; Espanyolismme i catalanisme. La idea de nació en el pensament polític català (1939-1979), Barcelona, L’Avenç, 1984; M. Caminal Badia, Joan Comorera. I. Catalanisme i Socialisme (1913-1936), Barcelona, Empúries, 1984; Joan Comorera. II. Guerra i Revolució (1936- 1939), Barcelona, Empúries, 1984; VV. AA., La nostra utopia. PSUC, cinquanta anys d’història de Catalunya, Barcelona, Planeta, 1986; R. Alcaraz y González, La Unió Socialista de Catalunya, Barcelona, La Magrana, 1987; VV. AA., Joan Comorera, un home clau en la política catalana, Lérida, Institut d’Estudis Ilerdenses, 1997; R. Alcaraz y González, La Unió Socialista de Catalunya. 75 aniversari, Barcelona, Editorial Mediterrània, 1999; J. Puigsech, Nosaltres, els comunistes catalans. El PSUC i la Internacional Comunista durant la Guerra Civil, Vic, Eumo, 2001; J. L. Martín Ramos, Rojos contra Franco. Historia del PSUC, 1939-1947, Barcelona, Edhasa, 2002; C. Cebrián, Joan Comorera torna a casa, Barcelona, Ed. Pòrtic, 2009; M. Aznar Soler y J. R. López García (eds.), Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol. 2, Sevilla, Renacimiento, 2016, págs. 117 – 118.

 

Pelai Pagès Blanch

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