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Pedro de Jérica

Biografía

Jérica, Pedro de. Señor de Jérica. ?, p. s. XIV – Castillo de Garcimuñoz (Cuenca), 1362. Ricohombre aragonés, procurador y capitán general del Reino de Valencia, adelantado mayor del Reino de Murcia.

Pedro de Jérica fue hijo de Jaime II de Jérica y de Beatriz de Lauria, hija del almirante siciliano al servicio de Aragón Roger de Lauria. Era, por consiguiente, nieto de Jaime I de Jérica y bisnieto de Jaime I el Conquistador, y por ende pariente de los reyes aragoneses.

Hermanos de Pedro de Jérica fueron Jaime III de Jérica, María Álvarez (casada con Ramón, conde de Prades), Beatriz de Lauria (esposa de Pedro Ponce de León, señor de Marchena), Alfonso Roger de Lauria y Alfonso de Luna y Jérica.

A la muerte de Jaime II de Jérica, fue su hijo Jaime III, hermano mayor de Pedro, quien lo sucedió al frente de sus estados. Hacia 1327 se produjo una guerra entre Jaime III y su madre, Beatriz de Lauria, por el control de algunos señoríos, conflicto en el que Pedro de Jérica tomó partido por la segunda. Pero éste es, que se sepa, el único episodio en el que ambos hermanos tuvieron una discrepancia importante.

Al contrario, en los años siguientes los dos personajes actuaron de consuno en varios hechos relevantes de la historia peninsular. Así, juntos estuvieron en la ceremonia de coronación de Alfonso IV de Aragón (1327). A instancias de este Monarca, los hermanos de Jérica ayudaron al noble castellano don Juan Manuel en su guerra contra Alfonso XI (1328). Al año siguiente recibieron instrucciones de retraerse del conflicto, ya que el soberano aragonés había pactado con el castellano, con cuya hermana Leonor casó. Esta boda de Alfonso IV tendría consecuencias muy graves en la relación del Monarca con su heredero, el futuro Pedro IV, fruto de un matrimonio anterior. Y es que las rentas, fortalezas y vasallos con los que se benefició a la descendencia de Leonor ponían en jaque el proyecto autoritario del primogénito. En aquellas disputas dinásticas se implicaron Jaime y Pedro de Jérica, que se comprometerían en 1334 con Alfonso XI de Castilla, en Ateca, a luchar contra aquel que intentara arrebatarles los estados que se les habían otorgado a Fernando y Juan, hijos de Alfonso IV de Aragón y de Leonor.

Pero, regresando a 1329, por aquel entonces se trató el matrimonio de Pedro de Jérica con doña Buenaventura, hija mayor del noble sardo Hugo, juez de Arbórea.

Este enlace tenía un profundo significado político, pues reforzaba los lazos de la recién conquistada Cerdeña con la Corona de Aragón. La boda de Pedro y Buenaventura de Arbórea se celebró en Valencia en 1331, y a ella asistió el propio Alfonso IV.

Entre 1335 y 1336, la vida de Pedro de Jérica cambió radicalmente. En la primera mitad de 1335, se desconoce por qué motivo, Alfonso IV removió a Pedro de Jérica del cargo de procurador del reino de Valencia.

Aquel mismo año moría su hermano Jaime sin descendencia de su matrimonio con María de Sicilia, por lo que Pedro se convertía en cabeza de la casa de Jérica y en titular de sus extensos señoríos en el reino de Valencia.

En 1336 fallecía el propio soberano aragonés, sucediéndole su hijo Pedro IV el Ceremonioso. La animadversión que sentía este Monarca por su madrastra y por quienes la apoyaban era azuzada por su canciller, el arzobispo Pedro de Luna. Llegó entonces para Pedro de Jérica la hora de cumplir lo pactado en Ateca: condujo a la reina Leonor a Albarracín para que escapara a Castilla, pues el nuevo Rey pretendía apresarla y obligarla a ceder el control de los castillos de sus hijos.

Las represalias de Pedro IV no se hicieron esperar: les arrebató a los huidos las rentas que tenían de la Corona, lo que dio lugar al comienzo de la guerra con el señor de Jérica (1336). Alfonso XI auxilió al ricohombre aragonés con hombres armados y otorgándole el oficio de adelantado mayor del reino de Murcia (que ejerció entre abril de 1337 y agosto de 1339), así como una soldada anual. Después de unos meses de lucha se llegó a un acuerdo de paz entre Castilla y Aragón, que estipulaba que Pedro IV le devolviera al señor de Jérica sus rentas y heredades. Esta medida se vio reflejada en la sentencia arbitral que dieron el noble castellano don Juan Manuel y el infante don Pedro, tío de Pedro IV (29 de octubre de 1337). Como parte de la avenencia, el conde de Prades, el infante don Ramón (hijo de Jaime II de Aragón), casó con María Álvarez, hermana de Pedro de Jérica.

A partir de su reincorporación a la Corte aragonesa, Pedro de Jérica se convirtió en uno de los principales consejeros regios. La nueva relación de cercanía establecida con el Monarca, así como sus extensos señoríos en Valencia, le valieron a Pedro de Jérica el cargo de capitán general y gobernador del reino levantino en diferentes momentos (1340, 1347, 1356, 1360).

La importancia que adquirió se puso de manifiesto en destacadas acciones militares y diplomáticas al servicio de Pedro IV, como sucedió en la batalla del Salado (1340), o en la guerra contra Francia y en la invasión de Mallorca, en particular en la batalla de Santa Ponça (1343). Especialmente trascendental fue su apoyo al Rey durante la crisis del movimiento unionista en Valencia (1347-1348). La “Unión” fue una especie de hermandad de elementos nobles y ciudadanos, formada tanto en Aragón como en Valencia, coaligados en defensa de la conservación de sus fueros y libertades frente al autoritarismo del Monarca. Las protestas del movimiento unionista arreciaron cuando Pedro IV nombró heredera a una hija suya, Constanza, en detrimento de su hermano, el conde Jaime de Urgel.

Los hermanastros del Rey, Fernando y Juan, también tomaron partido por los unionistas. La situación se complicaba para Pedro IV, porque Jaime III de Mallorca aprovechó para intentar recuperar Rosellón y Cerdaña, que le habían sido arrebatadas pocos años antes. Fueron apoyos decididos como el de Pedro de Jérica, convertido en jefe de la facción realista en Valencia, los que salvaron la posición del Monarca. No obstante, el señor de Jérica sufrió unos severos reveses iniciales: después de las derrotas de Játiva y Bétera, se produjo la aceptación real de las peticiones unionistas y la exclusión de Pedro de Jérica de los oficios públicos y del consejo regio. Poco después Pedro IV se retractaba de estas humillantes condiciones y ordenaba al señor de Jérica enfrentarse a la Unión en Valencia (noviembre de 1348), a cuyas huestes derrotó en Mislata.

En los años siguientes, la actuación pública de Pedro de Jérica se centró en las guerras exteriores. Contribuyó a la expedición dirigida contra la sublevación de Cerdeña (1354), conflicto durante el que estuvo encargado, junto a Bernaldo de Cabrera, de la guarda de la persona del Rey. Ejerció también de negociador con uno de los rebeldes sardos, su cuñado el juez de Arbórea. Como resultado de la concordia final, el hijo de éste, Hugo de Arbórea, casó con Beatriz de Jérica, hija de Pedro. Misiones militares y diplomáticas también fueron llevadas a cabo por nuestro personaje durante la Guerra de los Dos Pedros entre Castilla y Aragón. Al comienzo de la contienda (1356), Pedro de Jérica fue nombrado capitán general del reino de Valencia al norte del Júcar; luego, junto al conde de Denia, reconquistó Alicante, tomada por los castellanos; e intervino en las conversaciones de paz auspiciadas por el legado apostólico.

Precisamente durante uno de los efímeros episodios de tregua entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, Pedro de Jérica partió del reino de Valencia para ponerse al servicio del castellano en la guerra que mantenía contra el “Rey Bermejo” de Granada. En el camino hacia Andalucía enfermó, muriendo en Castillo de Garcimuñoz en 1362. Ordenó ser enterrado a los pies de Alfonso XI, a quien tantos servicios prestó.

Gran parte de sus estados señoriales pasarían a un hijo bastardo suyo, Juan Alonso de Lauria y Jérica.

 

Bibl.: C. Rosell y López (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla. Desde don Alfonso el Sabio hasta los Católicos don Fernando y Doña Isabel, Madrid, Ediciones Atlas, 1953, 3 vols.; Crónica General de Pere III el Ceremoniós: Dita comunament: Crónica de Sant Joan de la Penya, transcrip., prefacio y notas de A. J. Soberanas Lleó, Barcelona, Alpha, 1961; J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón, libros III-IX, ed. de Á. Canellas López, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1967-1986, 9 vols.; R. Muntaner, Crònica, intr. de J. Fuster, trad., notas e índices de J. F. Vidal Jové, Madrid, Alianza Editorial, 1970; B. Vázquez Campos, Los adelantados mayores de Andalucía y Murcia (siglos XIII-XIV), tesis doctoral, Sevilla, Universidad, 2002 (inéd.).

 

Braulio Vázquez Campos

Relación con otros personajes del DBE

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