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Josep Comas Solà

Biografía

Comas Solà, Josep. Barcelona, 17.XII.1868 – 2.XII.1937. Astrónomo y divulgador científico.

Comas Solà recordaba en 1936 que, cuando tenía “siete u ocho años” y se encontraba convaleciente, dio a su criada una “conferencia” sobre la constitución de las estrellas. Poco después le regalaron su primer libro de astronomía. Su padre, Bienvenido, había nacido en Barcelona y era un comerciante y banquero acomodado de ideas liberales; su madre, Francisca, había nacido en Castellón de Ampurias (Gerona). A los trece años tuvo un pequeño telescopio de 50 mm y empezó una actividad como observador que no interrumpió hasta su muerte. En 1885 publicó una nota en L’Astronomie, la revista dirigida por Camille Flammarion (1842-1925). Describía con rigor de naturalista un “uranolito” que había caído en Valls (Tarragona).

A los dieciocho años disponía de un anteojo Bardou de 108 mm. En 1887 inició sus estudios de ciencias físico-matemáticas en la Facultad de Ciencias de Barcelona. No fue un estudiante destacado, pero, en 1894 cuando se licenció en Ciencias, ya era un astrónomo reconocido internacionalmente. En 1892, Flammarion le había incorporado a la Société Astronomique de France, pero hacía años que participaba en observaciones de los planetas, del Sol y de los eclipses visibles en Barcelona. Comas Solà fue durante seis meses profesor ayudante en la Universidad de Barcelona.

En 1897 fue contratado como astrónomo del observatorio privado del joven empresario Rafael Patxot Jubert, en Sant Feliu de Guíxols (Gerona). Allí contó con unas buenas condiciones de trabajo, con un telescopio Mailhat de 22 cm doble, visual y fotográfico, que aprovechó, por ejemplo, para iniciar una serie de medidas micrométricas de estrellas dobles. En 1898 descubrió la estrella variable TOrionis, primera de una serie de descubrimientos de otras estrellas. Hacia 1899 volvió a residir en Barcelona. Se casó con una hermana de Rafael Patxot y fue a vivir a una casa del barrio de Gracia que denominó Villa Urania, en honor de la novela de Flammarion. Instaló en ella un observatorio dotado de un telescopio refractor de 156 mm. En 1900 viajó a Elche para observar el eclipse total de Sol. Ese mismo año, fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, que reconoció sin duda su actividad como astrónomo, con artículos en varias revistas europeas.

Había publicado muchos trabajos en L’Astronomie, pero también en los Astronomische Nachrichten, del Observatorio de Kiel, en el Journal of the British Astronomical Association o en los Comptes Rendus des Séances de l’Académie des Sciences de Paris. En aquel momento era el académico con mayor proyección internacional.

En su ingreso leyó una memoria de reflexión teórica sobre la distribución de los astros en el espacio, aunque, en el resto de su vida, la mayor parte de sus comunicaciones a la Academia fueron observacionales.

En 1901, Camilo Fabra Fontanils, industrial textil y alcalde de Barcelona en 1893, hizo una donación de 250.000 pesetas a la Academia para construir un observatorio en el Tibidabo. Así hacía viable un proyecto de la Academia presentado en 1895, que entonces fue rechazado por la Diputación Provincial. Había sido redactado por Eduard Fontserè, con un proyecto arquitectónico del arquitecto y académico Josep Doménech Estapá. A raíz de la donación de Fabra, se creó una comisión con la participación de Comas Solà, en la que Fontserè no fue incorporado, probablemente porque no era miembro de número de la Academia. Comas dirigió la construcción del observatorio en una cima secundaria del Tibidabo. El observatorio, que fue inaugurado en 1904, se denominó Fabra en honor de su benefactor, fallecido poco antes. Comas fue nombrado director de la sección Astronómica del observatorio y director provisional de la sección Meteorológica y Sísmica.

A partir de este momento, su biografía se centra en el Observatorio Fabra. Disponiendo de un telescopio de 38 cm, continuó sus programas de observación planetaria y del Sol, sin dejar su proyecto de atlas fotográfico de la zona eclíptica. En 1905 se desplazó a Vinaroz representando al Observatorio Fabra para observar el eclipse total de Sol del 30 de agosto. Había publicado un folleto para orientar al público, teniendo en cuenta la expectación que había despertado el eclipse.

Comas era un personaje público gracias al éxito de sus colaboraciones en la prensa, principalmente en La Vanguardia. Su vocación de difusión de la ciencia y, con preferencia, de la astronomía, le llevó a dar múltiples conferencias en asociaciones culturales y populares y a organizar visitas al observatorio. Participó en varias campañas públicas como, por ejemplo, la preparación del retorno del cometa Halley en 1909 y 1910, que coincidía con una oposición de Marte.

Desmintió a los catastrofistas que consideraban que, al estar la Tierra dentro de la cola del cometa, se producirían grandes desgracias. Publicó numerosos artículos sobre el planeta Marte, sobre el cual era un auténtico experto observador desde los años 1890.

Desmintió la teoría de los canales como muestras de una civilización en el planeta, aunque no la descartaba.

Publicó en 1914 un folleto sobre la vida en el planeta Marte. Por otro lado, la instalación sismológica del Observatorio Fabra estuvo operativa en 1906, la segunda en Cataluña. A partir de ese momento presentó las observaciones sísmicas a la Academia y realizó una serie de estudios de sismicidad de Cataluña.

Su fórmula heurística para calcular el hipocentro de un sismo, que publicó en los Comptes Rendus, fue utilizada por los sismólogos durante algunos años. En 1912, la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona nombró director de la sección Meteorológica y Sísmica a Eduard Fontserè, que un par de años antes había ingresado en la Academia. En 1910 se creó la Sociedad Astronómica de Barcelona, cuyo primer presidente fue Esteban Terradas Illa, al parecer para evitar la rivalidad entre Comas y Fontserè. El promotor de la nueva sociedad era el músico y astrónomo aficionado Salvador Raurich Ferriol. Comas participó en la nueva sociedad, pero pronto se enfrentó con sus colegas, interpretando que Raurich había menospreciado sus trabajos sobre Marte. El cisma culminó a principios de 1911, con la fundación de la Sociedad Astronómica de España, que un año más tarde añadió a su nombre “y de América”. Comas Solà fue nombrado su presidente, cargo que mantuvo hasta su muerte. Hacia 1914 comunicó a la Academia de Ciencias y Artes que había observado un movimiento brusco de estrellas, que quiso explicar por una aberración “de los móviles”, cuya justificación sería una teoría emisiva de la luz, en la que su velocidad se compondría con la del astro emisor. Esta interpretación fue duramente atacada por varios colegas en la Academia barcelonesa (Terradas, Ferran Tallada, Ramon Jardí, Fontserè), ahondando así su enfrentamiento con ellos. En los años siguientes realizó un esfuerzo muy importante para justificar su teoría. En un primer momento se apoyó, entre otras, en la teoría de la relatividad de Einstein, pero más adelante se desdijo de ello. Comas Solà había observado los movimientos bruscos poniendo a punto un “estereogoniómetro” para ver fotografías del firmamento en relieve, un aparato cuya simplicidad fue puesta de manifiesto por algunos críticos de la teoría de Comas. Sin embargo, fue con este instrumento que realizó la serie de descubrimientos de pequeños planetas que se inició en 1915 con el que se ha denominado (804) Hispania; le siguieron el (925) Alphonsina, descubierto en 1920, en honor del rey Alfonso XIII; el (945) Barcelona, en 1921; el (986) Amelia, en 1922, en honor de la que sería su segunda esposa, Amèlia Sala; en 1927 descubrió dos, el (1626) Sadeya, en honor de la Sociedad Astronómica de España y América, y el (1117) Reginita, en honor de una amiga de la familia, Regina C.

de Triridor; en 1928 el (1102) Pepita, recordando su propio nombre, José; en 1929 fueron tres: el (1136) Merceditas, en honor de su futura cuñada, Mercedes Sala, el (1655) Comas Sola y el (1708) Polit, estos dos últimos nombrados recientemente; finalmente, en 1930, descubrió el (1188) Gothlandia, en honor del origen godo de Cataluña. Los descubrimientos —prácticamente inéditos en España— realzaron la figura de Comas Solà. Además, como observador tenaz, tuvo la fortuna de descubrir dos cometas, el primero en 1925, que localizó junto al astrónomo ruso Schain (1925a Schain-Comas) y, un año después, el (1926f), conocido hoy día como 32P Comas Solá, un cometa periódico de período excepcionalmente corto —8,78 años— que fue de nuevo observado en su paso de 1997 y de 2005. Con la visita de Albert Einstein en febrero y marzo de 1923, Comas Solà destacó por su desautorización de la teoría de la relatividad.

Sus principales argumentos fueron el carácter dudoso de las evidencias astronómicas de la relatividad y, además, la irrelevancia de la teoría, cuyas predicciones también podían alcanzarse con una renovación de la física newtoniana, como su propia teoría emisiva de la luz. Su discrepancia se sitúa, sin embargo, en lo que Glick ha denominado “discurso civil de la ciencia”.

Cuando en 1929 se concedió el Premio Nobel a Louis de Broglie por la dualidad onda-corpúsculo del electrón, Comas Solà lanzó una campaña internacional para reivindicar la prioridad de la teoría. Sus trabajos aparecieron en varias revistas europeas, incluida Scientia, de Milán. Varios repertorios recogieron la posición de Comas Solà, como, por ejemplo, el de Poggendorff o el tratado de física de Chwolson. Presidió en varias ocasiones la sección de Astronomía y Geodesia de los congresos de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias. A partir de 1919 organizó la Fiesta del Sol, siguiendo el estilo de conmemoraciones establecido en Francia por Flammarion.

La personalidad de Comas, dominada por la astronomía, también fue relevante en otros campos. En los primeros años de siglo adquirió un automóvil y participó en la fundación del Real Automóvil Club de Cataluña.

En 1908 promovió la creación de la Asociación de Locomoción Aérea en Barcelona. Comas, como otros españoles, había presenciado la exhibición de los hermanos Wright en Reims y se propuso que viniesen a Barcelona. Como declinaron la invitación, se dirigió al piloto francés Louis Blériot. Uno de sus colaboradores, Julien Mamet, realizó una demostración de vuelo en aeroplano en Barcelona en febrero de 1910. Fue uno de los primeros vuelos realizados en España. Dentro de este compromiso con la novedad técnica, también se halla Comas entre los promotores de Radio Barcelona en 1924. En la esfera personal saludó la proclamación de la Segunda República, gracias a cuya Ley del Divorcio pudo regularizar su segundo matrimonio. Tras el estallido de la Guerra Civil, el Observatorio Fabra fue incorporado en 1936 como institución de cultura de la Generalitat dentro de su Servicio de Astronomía. Comas Solà dirigía este servicio cuando falleció en diciembre de 1937. Las principales autoridades republicanas y un gran gentío asistieron a su sepelio. Donó su casa al Ayuntamiento de Barcelona, que instaló en ella una escuela de primera enseñanza. Sin embargo, su patrimonio se ha dispersado, aunque buena parte se conserva en el Observatorio Fabra y en la Sociedad Astronómica de España y América.

Escribió numerosos textos en Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona MRACAB; y artículos en las dos publicaciones que dirigió: Revista de la Sociedad Astronómica de España y América (más tarde Urania) y Boletín de la Sección Astronómica del Observatorio Fabra; también publicó mil doscientos artículos en La Vanguardia de Barcelona, desde 1893 hasta 1937.

 

Obras de ~: “Chute d’un uranolite à Valls, Tarragone (Espagne)”, en L’Astronomie, año 4 (1885), págs. 353- 354; “L’étoile multiple d’Orion”, en L’Astronomie, año 9, n.º 4 (1890), pág. 154; “L’éclipse de Lune de 23 mai”, en L’Astronomie, año 10, n.º 7 (1891), pág. 273; “Ombres de deux satellites de Jupiter et éclipse”, en L’Astronomie, año 10, n.º 10 (1891), págs. 397-398; “Transformation d’un tache solaire”, L’Astronomie, año 10, n.º 11 (1891), pág. 431; “El eclipse total de Sol del 16 de abril”, en La Vanguardia, 15 de abril de 1893, pág. 4; Fotografia del cel, Barcelona, Tipografía L’Avenç, 1898 (extracto de los n.os 41 y 42 del Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya); “Mesures d’étoiles multiples”, en Astronomische Nachrichten (AN), vol. CXLVIII, n.º 3529 (21 de noviembre de 1898), págs. 1-8; “Sur la nébuleuse d’Andromède”, en AN, vol. CXLVIII, n.º 3529 (21 de noviembre de 1898), págs. 13-14; “Triangulation micrométrique de l’amas 6523 (M.S.)”, en AN, vol. CXLVIII, n.º 3535 (28 de diciembre de 1898), págs. 97-106; “L’éclipse totale du 28 mai 1900 étudié à Elche”, en Comptes Rendus de l’Académie des Sciences de Paris, vol. CXXX (1900), pág. 1697; “Distribución de los astros en el espacio”, en Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (MRACAB), vol. IV, n.º 3 (1902), págs. 29-45; “Juicio crítico de los observatorios modernos”, en MRACAB, vol. V, n.º 7 (1905), págs. 83-97; El eclipse de Sol del 30 de agosto de 1905, Barcelona, 1905; “Terremoto local del 18 febrero de 1907. Observaciones de los satélites I y III de Júpiter”, en MRACAB, vol. VI, n.º 19 (1907), págs. 257-266; Astronomía y Ciencia general, Barcelona, 1907; El espiritismo ante la ciencia. Estudio crítico de la mediumnidad, Barcelona, c. 1908 (reed. en 1986); El cometa de Halley, Barcelona, 1910; La vida en el planeta Marte. Según los últimos datos de la ciencia astronómica, Barcelona, 1914; “Ensayos de filosofía científica”, en Estudio, II, vol. V (1914), págs. 388-394; VI (1914), págs. 75-85, 309-321 y 464-473; VII (1914), págs. 103-108 y 254-260; VIII (1914), págs. 97-103; “Découverte d’une petite planète”, en Comptes Rendus de l’Académie des Sciences de Paris, vol. CLX (1915), pág. 388; Atlas Fotográfico de la Zona Eclíptica, Barcelona, 1915; “La visión estereoscópica aplicada a la Astronomía”, en MRACAB, vol. XII (1916), n.º 23 (1916), págs. 567-604; Astronomía, Madrid, c. 1919; “Nueva teoría emisiva de la luz y de la energía radiante en general”, en Scientia, vol. XXXVI (1924), págs. 375-382; El cielo, Barcelona, c. 1927; “Sobre un derecho de prioridad referente a la teoría de la radiación”, Boletín del Observatorio Fabra. Sección Astronómica, vol. II, n.º 1 (enero de 1930), págs. 16-18; “Teoria corpuscular ondulatòria de la radiació”, en Ciència, vol. V, n.º 29 (1931), págs. 217-240; Astronomía, Barcelona, c. 1935.

 

Bibl.: A. López Robert (ed.), Sumario de los principales trabajos realizados por José Comas Solá hasta fin de 1910, Barcelona, 1910; A. Carsi y J. Febrer, José Comas Solá: el hombre, el científico, Barcelona, Oficina de propaganda de CNT-FAI y JJLL, 1937; Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, Nómina del personal académico 1948-1949, Barcelona, Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 1950, págs. 89-92; V. R. Pilapil, “Comas Sola, Jose”, en C. C. Gillispie (ed.), Dictionary of Scientific Biography, vol. III, New York, Charles Scribner’s Sons, 1970, págs. 357-358; J. Iglésies, Eduard Fontserè. Relació de fets, Barcelona, Fundació Salvador Vives Casajuana, 1983; V. Navarro, “Comas Solá, José”, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario histórico de la ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Península, 1983, págs. 245-246; VV. AA., Astrum (número monográfico), n.º 77 (noviembre de 1987); J. Samsó, “José Comas Solà (1868-1937)”, en Boletín Informativo. Fundación Juan March, 175 (1987), págs. 3-20; Th. F. Glick, Einstein y los españoles. Ciencia y sociedad en la España de entreguerras, Madrid, Alianza, 1986; A. Roca Rosell, “J. Comas Solà, astrónomo de posición. La irrupción de la ciencia en la vida pública catalana”, en Mundo científico, vol. VI, n.º 56 (marzo de 1986), págs. 290-303; “Los ecos de un debate internacional”, en J. Comas Solà, El espiritismo ante la ciencia, Barcelona, Alta Fulla, Mundo Científico, 1986, págs. V-XXVII; A. Roca Rosell y J. M. Sánchez Ron, Esteban Terradas (1883-1950). Ciencia y técnica en la España contemporánea, Barcelona, INTA/Ediciones del Serbal, 1990; A. Roca Rosell, La física en la Cataluña finisecular. El joven Fontserè y su época, Madrid, Universidad Autónoma, 1992; F. X. Barca Salom, “Josep Comas i Solà (1868-1937). L’astronomia de posició”, en J. M. Camarasa y A. Roca Rosell (dir.), Ciència i Tècnica als Països Catalans, Barcelona, Fundació Catalana per a la Recerca, 1995, págs. 793-825; A. Roca Rosell (coord.) y J. Batlló, I. Cebrián, J. M. Oliver y P. Ruiz, Josep Comas Solà. Astrònom i divulgador, Barcelona, Ayuntamiento, 2004.

 

Antoni Roca Rosell

 

 

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