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Luis Urrutia y Guerezta

Biografía

Urrutia y Guerezta, Luis. San Sebastián (Guipúzcoa), 3.III.1876 – Madrid, 21.VI.1930. Médico, gastroenterólogo.

Nació en el seno de una familia muy modesta, ya que su padre era oficial en una sastrería. Estudió el bachillerato en San Sebastián con una beca del Municipio.

Tras cursar el preparatorio en Barcelona, estudió la carrera de Medicina en la Facultad de Madrid, donde se licenció en 1899. Acabada la carrera e ilusionado con la Universidad, realizó el doctorado con celeridad alcanzando el grado de doctor en 1900 con la tesis Las paraplejias flácidas por compresión de la porción cérvico dorsal de la médula espinal, obteniendo la calificación de sobresaliente. Durante la carrera, demostró un inusitado interés por conocer a fondo tanto la medicina interna como la cirugía por lo que, además de ser alumno interno por oposición de la Cátedra de Cirugía regentada por José Ribera Sans, asistió al Servicio de Medicina Interna en el Hospital Provincial de Madrid de Francisco Huertas. Del primero le sedujo su maestría en la realización de las gastroenterostomías y del segundo, su sentido clínico. Atraído igualmente por la figura de Juan Madinaveitia Ortiz de Zárate, le solicitó acudir a sus salas en el último curso de su carrera. Deslumbrado por la personalidad de Madinaveitia, gran figura de la medicina española de su tiempo, el cual cambió, pese a muchos, la forma de pensar y actuar ante el paciente, se reconocería como su discípulo y fue durante toda su vida una guía de gran solidez en su pensamiento médico y actitud ante el enfermo. Terminada la carrera, marchó a San Sebastián donde obtuvo por oposición una plaza de médico de la Beneficencia Municipal, y curiosamente durante los veranos —que pasaba en San Sebastián—, Madinaveitia le ayudaba en su consulta privada en la Clínica Villa de San Ignacio y le animaba a profundizar en las enfermedades del aparato digestivo y en la cirugía concomitantemente.

Aunque insertado fundamentalmente en la medicina no hospitalaria, no se desalentó y anhelaba volver al Hospital, la mayor ilusión de su vida. Se mantenía al día y trató de incorporase totalmente al mundo científico. Abandonando la situación de estabilidad económica que le daba su plaza en San Sebastián, se marchó con sus pequeños ahorros a las clínicas europeas más renombradas del momento. De esta forma, entre los años 1907 y 1911, su vida se desarrolló más fuera de España realizando estancias prolongadas en Viena con Hermann Nothnagel, en Berlín con Isidor Boas, C. A. Ewald y Kuttner, y en París con Albert Mathieu, entre otras, con la idea de profundizar en las enfermedades del aparato digestivo la gran pasión que en él despertó la figura de Madinaveitia.

Tras esta formación y ante el fracaso quirúrgico que vio en muchos de sus enfermos atendidos por cirujanos de su época, decidió aprender las técnicas quirúrgicas oportunas y operar él mismo. Esta confianza en sí mismo y su enorme capacidad para incorporar conocimientos tanto clínicos como técnicos, marcarían toda su vida profesional. Se trasladó a París con Víctor Pauchet y a Bourges con Daniel Témoin para conocer bien las técnicas quirúrgicas más avanzadas que se estaban realizando en esos momentos en el campo de la gastroenterología, realizando en París su primera intervención. Posteriormente, y ya mejor formado como cirujano, tras pasar por los Hospitales Provincial y Clínico de San Carlos, de Madrid, acudió de nuevo a las clínicas extranjeras junto a Berkeley Lord Moyniham, Bolton y Arbuthnot Lane en Londres en 1920, con Anton von Eiselsberg, H. von Haberer y Schniszler en Viena en 1922, así como a la Clínica de los hermanos Charles y Williams James Mayo ese mismo año. Evidentemente, sus prolongadas estancias fuera de España tanto en hospitales europeos como americanos le impregnaron no sólo de grandes conocimientos y habilidades, sino —lo que era más importante en esos momentos— de una forma de pesar y elaborar el pensamiento en medicina no muy frecuente en España en esos momentos. Poco después de trasladarse a Madrid, fundó en 1924 el que denominó Instituto Madinaveitia en honor de su maestro, colaborando estrechamente con Juan Madinaveitia, Heliodoro González Mogena y Enrique Carrasco Cadenas. La labor del Urrutia en dicho Instituto fue muy importante, rindiendo un continuo homenaje a su maestro, el cual acudía semanalmente para impartir una lección clínica por expreso deseo del discípulo. Este fantástico proyecto se disolvió en 1935.

Se dedicó en cuerpo y alma a las enfermedades del aparato digestivo, como clínico y como cirujano, siendo considerado históricamente como el primer especialista en medicina y cirugía del aparato digestivo en Europa en 1914, siguiendo el planteamiento que había hecho uno de sus maestros, Isidor Boas, de que la Gastroenteropatología debería ser una disciplina médico-quirúrgica. De los valores más sobresaliente de Urrutia destacan su tenacidad, su formación científica impregnada por las corrientes europeas, su capacidad diagnóstica y médico-quirúrgica, resaltando su minuciosidad en la técnica. Además de ello, fue capaz de construir una gran escuela de la que salieron sobresalientes discípulos entre los que destaca, entre otros, Pablo de Sala.

Entre sus publicaciones sobresalen sobremanera sus libros sobre las enfermedades digestivas, que comenzó a publicar en 1921 (Enfermedades del estómago) y acabó en 1925, convirtiéndose en uno de los clásicos de la gastroenterología española. En ellos hace un detallado estudio de las enfermedades digestivas en esos momentos demostrando unos conocimientos y capacidad de reflexión y análisis sobre los problemas digestivos no conocidos hasta el momento. Dentro de esa línea de trabajo y pensamiento están sus otros libros que son continuación de la misma obra, Enfermedades de los intestinos y el tomo dedicado a las Enfermedades del hígado y páncreas. Otros libros dignos de mención por su claridad y actualidad en esos momentos fueron Litiasis biliar y Cuestiones gastroenterológicas. Pueden considerarse estos libros como los únicos de cierta dimensión tras el famoso libro de Bartolomé Robert y Yarzabal y Emerenciano Roig y Bofill titulado Enfermedades del aparato Digestivo escrito en 1889 obra pionera en la gastroenterología española. Realizó además un considerable número de publicaciones tanto originales como de divulgación, todas con una gran acogida entre los profesionales de su época.

Su entusiasmo por su especialidad, su tesón y capacidad creadora le llevó junto a los doctores Ramón Luis y Yagüe y Fidel Fernández Martínez a fundar los Archivos Españoles de Enfermedades del Aparato Digestivo y de la Nutrición (Madrid, 1918), que posteriormente cambiarían de nombre por el de Revista Española de Enfermedades Digestivas, que sigue editándose en la actualidad y es el órgano oficial de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Fue miembro extranjero de la Société de Chirurgiens de París.

 

Obras de ~: Nueva contribución al estudio de los quistes de páncreas, Madrid, Enrique Teodoro, 1915; Úlcera péptica familiar, Madrid, Enrique Teodoro, 1916; Úlcera péptica del yeyuno consecutiva a la gastro-enterostomía, Madrid, Enrique Teodoro, 1917; Nueva contribución al estudio de las colitis ulcerosas y erosivas, Madrid, Enrique Teodoro, 1917; “Tratamiento quirúrgico de la úlcera gástrica y sus complicaciones”, Primer Congreso Nacional de Medicina, Sección IV: Medicina Interna. Subsección B. Archivos Españoles de Enfermedades del Aparato Digestivo, 2 (1919), págs. 641-879; Enfermedades del estómago, Madrid, Calpe, 1920; Enfermedades de los intestinos, Madrid, Calpe, 1921; Litiasis biliar, Madrid, Editorial Calleja, 1921; Enfermedades del hígado y páncreas, Madrid, Calpe, 1923; Cuestiones gastroenterológicas, Madrid, Talleres Poligráficos, 1924.

 

Bibl.: P. de Sala, “Don Luis Urrutia” y R. Luis y Yagüe, “El doctor Luis Urrutia Guerezta (ensayo de biografía)”, en Archivos Españoles de Enfermedades del Aparato Digestivo y de la Nutrición, 13 (1930), págs. 385-389 y págs. 641-667, respect.; M. Díaz-Rubio, 100 médicos españoles del siglo xx, Madrid, You & Us, 2000, págs. 192-193.

 

Manuel Díaz-Rubio García

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