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Juan Carlos Aréizaga y Alduncín

Biografía

Aréizaga y Alduncín, Juan Carlos. Barón de Aréizaga. Fuenterrabía (Guipúzcoa), 17.I.1756 – Tolosa (Guipúzcoa), 18.III.1820. Teniente general de infantería.

Hijo del coronel Juan Carlos Aréizaga e Irusta, barón de Aréizaga, del Sacro Imperio Romano. Ingresó en el Ejército como cadete en el regimiento de infantería de Mallorca, con el que asistió a la expedición y desembarco de Argel (8 de julio de 1775), donde recibió una grave herida en el brazo izquierdo.

Ascendió a subteniente el 3 de enero de 1778. Sirvió durante la guerra contra Inglaterra, de guarnición con su regimiento, en los buques de la Armada; recibió el grado de capitán en la promoción del 1 de enero de 1783 y el de teniente efectivo al día siguiente.

Teniente de granaderos el 18 de octubre de 1788 y capitán de fusileros el 28 de agosto de 1790, tomó parte en la defensa de Orán, distinguiéndose en las acciones del 21 y 26 de octubre de ese año; continuó en su guarnición hasta el 3 de octubre de 1791.

Al comenzar la guerra contra Francia, fue nombrado ayudante de campo del general Ventura Caro, comandante en jefe del Ejército de Guipúzcoa y Navarra.

Tomó parte en la acción de Chateau-Pignon el 6 de junio de 1793 y en la toma de su batería y campamento, el 23 de julio siguiente. Organizó un batallón de voluntarios de Guipúzcoa, del que fue nombrado comandante desde el 8 de julio. A su frente peleó en las alturas de Hendaya el 5 de febrero de 1794 y en las acciones de la Punta del Diamante los días 24 de abril, 18 de mayo y 16 de junio. Poco después fue herido gravemente en el costado derecho —en el bombardeo que sufrió el fuerte de Biriatu— en la acción general del 23 de junio.

Al año siguiente combatió en Elgóibar y Azcárate (9 y 19 de mayo 1795), en la retirada de Elgóibar (28 de mayo), en Elosua y Vergara (29 y 30 de junio), así como en la retirada a Miranda de Ebro (15 a 17 de julio).

Al finalizar la guerra, recibió el grado de coronel en la promoción general del 4 de septiembre de 1795 y fue nombrado comandante agregado en su regimiento de Mallorca el 4 de febrero de 1796.

Fue ascendido a comandante del tercer batallón del regimiento de Sevilla (12 de noviembre de 1797), donde permaneció hasta el 2 de abril de 1799, cuando pasó como teniente coronel del regimiento de Córdoba. Posteriormente fue nombrado coronel del regimiento de Órdenes Militares el 25 de septiembre de 1800.

Durante la guerra contra Inglaterra, sirvió a las órdenes de Morla; se encargó del mando militar en la isla de León. El 27 de marzo de 1802 le fue concedida licencia para contraer matrimonio con María Ana de Magallón Armendáriz, hija de José María Magallón, marqués de San Adrián, con quien se desposó en Tolosa el 5 de mayo siguiente.

Finalizada la guerra, fue nombrado en 1802 caballero de la Orden de Santiago. Se retiró al año siguiente como coronel agregado a la plaza de San Sebastián (15 de junio de 1803), desde donde pasó, dos años después, a la de Pamplona (22 de noviembre de 1805).

Hallándose retirado en Tolosa en 1808 cumplimentó a Fernando VII en su paso por Vitoria y más tarde en Bayona. Al comenzar la Guerra de la Independencia, marchó a Huesca y Zaragoza, reclutando tropas y presentándose a Castaños en noviembre de 1808. Tras la derrota de Tudela, el comisionado de la Junta Central, Francisco Palafox, le dio el mando de la infantería de una de las divisiones.

Ascendido a brigadier el 8 de marzo de 1809, reclutó tropas en Mequinenza y las condujo a Tortosa. Se presentó a la Junta Central, en Sevilla, fue ascendido a mariscal de campo el 1 de mayo de ese año y destinado al 2.º Ejército de la Derecha, a las órdenes de Blake.

Mandó una división en la batalla de Alcañiz (23 de mayo) y recibió el ascenso a teniente general, el 1 de junio, por su actuación en esa batalla. Combatió en Belchite (18 de junio) y tras la retirada fue nombrado gobernador de la plaza de Lérida, donde mejoró las defensas, hasta que a fines de septiembre fue destinado al Ejército del Centro, a las órdenes de Eguía, a quien sucedió en el mando el 22 de octubre.

En el otoño de 1809, la Junta Central, contra los consejos de Wellington, preparó un plan de campaña para expulsar a los franceses de Madrid. Se basaba en la cooperación de los ejércitos del Centro, Izquierda y Extremadura, mandados respectivamente por Aréizaga, el duque del Parque y el duque de Alburquerque.

Aréizaga reunió en Sierra Morena un ejército de cerca de sesenta mil hombres: cinco mil setecientos jinetes, con sesenta piezas de artillería, posiblemente el mejor equipado y armado que se había reunido en España. El 3 de noviembre inició su marcha; avanzó rápidamente y cruzó el Tajo nueve días más tarde, pero ante la concentración de las tropas francesas se mantuvo indeciso, replegándose sobre Ocaña. Una parte de su caballería, mandada por Bermuy, fue derrotada en Ontígola el 18 de noviembre, pero al día siguiente, atacado por las tropas de Soult, Mortier y Sebastiani, sufrió una aplastante derrota en Ocaña al perder más de veinte mil hombres —entre muertos, heridos y prisioneros—, treinta banderas y cincuenta cañones. Su ejército se dispersó, replegándose rápidamente hacia su base de partida en Sierra Morena, donde aún tres semanas más tarde no fue capaz de reunir más de veinticuatro mil hombres.

Aréizaga dimitió de su mando, pero su petición no fue aceptada. Continuó, pues, al mando del ejército en Sierra Morena, donde no pudo impedir que los franceses lo flanquearan el 20 de enero de 1810.

Se vio obligado a replegar sus tropas hacia Granada, donde entregó el mando a Blake, en Diazma, el 27 de enero, quedando como segundo jefe.

La Regencia lo nombró gobernador de Cartagena el 3 de agosto de 1810. Allí permaneció hasta el 28 de diciembre, fecha en que fue destinado al 5.º Ejército, a las órdenes del marqués de la Romana. Se trasladó a Cádiz, adonde llegó a principios de abril de 1811.

Anulado su anterior destino, fue enviado el 18 de septiembre a la plaza de Alicante, mientras se le formaba causa por la derrota de Ocaña. Permaneció dieciséis meses en Alicante, hasta el 15 de febrero de 1813, cuando se le ordenó pasar a Cádiz. Sirvió luego en Algeciras desde junio hasta diciembre de 1813, en que marchó a Madrid al haber sido nombrado vocal por Navarra en las Cortes.

Tras el regreso de Fernando VII, fue nombrado capitán general de Guipúzcoa el 23 de julio de 1814 y sobreseída su causa por la derrota de Ocaña el 28 de ese mismo mes. Durante el período napoleónico de los Cien Días, se le dio el mando del Ejército de Observación de la Izquierda hasta el 9 de junio de 1815, en que lo entregó a Enrique O’Donnell, conde de la Bisbal.

El 12 de junio de 1816 solicitó la Gran Cruz de San Fernando, que le fue denegada, pero al año siguiente, según la Gaceta de Madrid del 23 de diciembre, se le otorgó la Gran Cruz de San Hermenegildo.

Continuó al mando de su gobierno, en Guipúzcoa, hasta su fallecimiento en Tolosa en marzo de 1820.

La opinión de los principales historiadores de la Guerra de la Independencia, Gómez de Arteche, Toreno, Clonard y Omán, entre otros, coincide en que, sin poner en duda su valor personal, carecía de los conocimientos y serenidad propios del verdadero general.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exp. A-2179, Hoja de servicios a fin de diciembre de 1815; exp. matrimonial, Pensiones María Ana Magallón, 1.ª/3.ª/ leg. 1321, exp. 233; Hemeroteca Municipal de Madrid, Gaceta de Madrid, 23 de diciembre de 1817.

Conde de Toreno, Historia del Levantamiento, Guerra y Revolución de España, t. II, París, Librería Europea de Baudry, 1838; Conde de Clonard, Historia orgánica de las armas de infantería y caballería española, t. VI, Madrid, Imprenta del Boletín de Jurisprudencia, 1854; J. Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia, t. VII, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1891; C. Omán, A History of the Peninsular War, vol. III, Oxford, Clarendon Press, 1908; J. N. Soult, Memoires du marechal Soult, Espagne et Portugal, París, Librerie Hachette, 1955; Estado Mayor Central del Ejército, Campañas en los Pirineos a finales del siglo XVIII: 1793- 1795, t. IV, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1959; Guerra de la Independencia, campaña de 1809, vol. IV, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1972; J. Albi y L. Stampa, Campañas de la caballería española en el siglo XIX, t. I, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1985; V. de Cadenas y Vicent, Caballeros de la Orden de Santiago, que efectuaron sus pruebas de ingreso durante el siglo XIX, Madrid, Hidalguía, 1993.

 

Alberto Martín-Lanuza