Ondeano, Miguel Gerónimo de. Zaragoza, c. 1719 – La Carolina (Jaén), 20.XII.1794. Intendente general de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía.
Como solía ser frecuente en la época, a excepción del caso de nobles y algunos oligarcas, normalmente se carece de datos sobre las primeras etapas de la vida de muchos individuos que después gozaron de una brillante trayectoria. Así, sobre los primeros cincuenta años de la vida de Ondeano no se dispone de detalles, se desconoce casi todo al margen de algunos fríos datos de registro civil. Su entrada en la escena política se produjo en 1767 de la mano de la empresa colonizadora de Carlos III. Se sabe que desempeñaba el oficio de contador de las Minas de Linares cuando fue requerido para que se ocupase de la Contaduría de Ejército y de la Contaduría Principal de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, cargos en los que se mantuvo hasta que en mayo del año siguiente se le ordenara pasar a la Contaduría Principal de La Carlota; primero de manera interina y a partir de julio de ese mismo año con su nombramiento oficial, recibido de manos del propio superintendente Pablo de Olavide.
A excepción de un breve período en el que fue destinado a la Comandancia Civil de la colonia de La Luisiana (Sevilla) —con objeto de que sustituyese a su comandante entonces enfermo—, siguió desempeñando este cargo de contador hasta abril de 1772, fecha en la que volvió de nuevo a La Carolina. Y allí permaneció hasta que a principios de 1773 fue nombrado subdelegado de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Desde entonces, colaboró estrechamente con Olavide en el gobierno de estas colonias.
Desaparecido Pablo de Olavide de la escena pública, Ondeano solicitó en reiteradas ocasiones ser nombrado intendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, e incluso que se le otorgase la superintendencia que Olavide había dejado vacante, pero las circunstancias no eran precisamente las más propicias teniendo en cuenta que el superintendente había recibido sentencia de hereje formal por parte del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Igualmente, durante estos años desplegó toda una serie de iniciativas encaminadas a reorganizar a todos los niveles estas colonias de Sierra Morena. Se aceleraron las tareas urbanísticas, se extendieron los pósitos, se clarificó el estado de la propiedad de la tierra e incluso se pusieron en marcha los primeros planes de plantíos. Todo con objeto de evitar que la experiencia colonizadora fracasase.
Finalmente, tras el retiro de Fernando de Quintanilla como intendente de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, Ondeano logró que el rey Carlos III lo nombrase, con fecha de 12 de octubre de 1784, intendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía. Una iniciativa que suponía, sin duda, la culminación exitosa de numerosísimas peticiones elevadas por él en este sentido. Ahora bien, aunque había logrado en parte sus objetivos, no menos cierto es que se le prohibió gobernar conjuntamente ambos departamentos, por lo que se vio precisado a nombrar un subdelegado general para las Nuevas Poblaciones de Andalucía. Elección que recayó en un individuo de edad bastante avanzada, pero al que le unía una estrecha amistad desde muchos años atrás.
Su eficaz labor al frente de esta intendencia llevó al Gobierno a recompensarle con el nombramiento de otros cargos, que pudo ejercer simultáneamente a los que ya tenía. De este modo, en 1787 fue nombrado juez subdelegado y privativo de la Real Renta de Plomo y Municiones y Montes de la Dotación de la villa de Linares, así como superintendente de la Concepción de Almuradiel (Ciudad Real). Asimismo, tres años más tarde recibió los honores de intendente de Ejército.
Murió en funciones a finales de 1794, siendo sucedido en la Intendencia de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía por el ilustre poeta y político sevillano Tomás José González Carvajal.
Bibl.: F. Abbad y D. Ozanam, Les Intendants espagnols du xviiie siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1992; C. Sánchez- Batalla Martínez, Aldeaquemada: naturaleza, arte e historia. Prehistoria a 1835, La Carolina, Ayuntamiento de Aldeaquemada, 1996; La Carolina y sus colonias gemelas en el entorno de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Prehistoria a 1835, vol. III, Jaén, Caja Rural de Jaén, 2001.
Adolfo Hamer Flores
