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Pedro Fernández de Castro

Biografía

Fernández de Castro, Pedro. El de la Guerra. ¿Galicia?, s. m. s. xiii – ?, VI.1343. Noble, adelantado mayor, mayordomo mayor y pertiguero mayor de la tierra de Santiago.

Hijo de Fernán Ruiz de Castro y de Violante Sánchez de Castilla, hija a su vez de Sancho IV y de María de Ucero. Tras la muerte de su padre, quedó bajo la tutela de Lorenzo Suárez de Valladares, señor de Chacín, en tierras portuguesas de Monzón, quien lo llevó a la Corte de Alfonso IV de Portugal, donde permaneció hasta que tuvo edad de hacerse cargo de los patrimonios familiares. El conde Pedro de Barcelos dice de él que “foy dos bous que ouve em seu linhage, nen que chegasse a tamanha contia, nen ouvese tan bous vassallos”, lo que corrobora Argote de Molina al escribir que fue “un gran señor de los mayores que hubo en Castilla”.

Tras su larga criança portuguesa, Pedro Fernández de Castro regresó a Galicia, recibiendo de su madre cuantiosos patrimonios. A ellos se sumaron muy pronto algunos importantes resortes de poder, como la encomienda de la ciudad y cotos de Lugo, que recibió de su obispo, Juan Arias, o la pertiguería mayor de la Tierra de Santiago, que le confió el arzobispo fray Berenguel de Landoira, atendiendo al creciente peso político del joven personaje en la Corte de Castilla.

En 1330 su posición de poder era ya indiscutible, como lo demuestra su protagonismo al lado de Alfonso XI cuando la institución de la famosa Orden de la Banda, cuya insignia fue el primero en recibir, precediendo a todos los grandes personajes castellanos.

En los primeros años del reinado, Pedro Fernández de Castro secundó los movimientos de los distintos aspirantes a la tutoría del joven Monarca. Pero más tarde, cuanto menos desde 1328, se alineó junto a Alfonso XI, al que acompañó en todas sus campañas andaluzas.

En 1332 fue designado mayordomo mayor y, casi al mismo tiempo, recibió la merced de la villa y tierra de Monforte, que había revertido a la Corona tras la caída y muerte de Álvar Núñez Osorio. Esta donación se completó, cuatro años más tarde, con otras propiedades de honda significación familiar: el Burgo de Caldelas, con sus tierras, así como la Puebla de Valdeorras y los Berosines, en la Tierra de Lemos.

En 1336 concurrió con ochocientos hombres de armas al cerco de Lerma, ordenado por Alfonso XI para castigar a Juan Núñez de Lara, uno de los conjurados con el de Portugal. Inmediatamente después marchó en auxilio de Badajoz, que había sido atacada por los portugueses. Sin embargo, al año siguiente, cuando éstos invadieron Galicia, el de Castro procuró inhibirse de la contienda. Tras la victoria sobre los conjurados, el de Castro participó en las nuevas campañas de Andalucía, asistiendo a la victoriosa jornada del Salado, el 28 de octubre de 1340. En ella y en las demás acciones militares que se sucedieron en los años siguientes, Fernández de Castro alcanzó un singular valimiento en el ánimo del Rey, que le hizo merced de la villa de Ponferrada, nombrándole al propio tiempo adelantado mayor de la Frontera, oficio en el que sustituyó al famoso Don Juan Manuel.

Esta trayectoria, que en lo militar resultó especialmente sobresaliente, se truncó en el largo sitio de Gibraltar, donde “adolesció de dolencia”. Falleció a comienzos de junio de 1343. Pedro Fernández de Castro había contraído dos matrimonios. El primero con Beatriz de Portugal, hija menor del infante Alfonso de Portugal y de Violante Manuel, señora de Elda y Novelda, en el reino de Murcia, y nieta de Fernando III el Santo como hija del infante don Manuel.

El segundo matrimonio lo contrajo con Isabel Ponce de León, señora de Villanueva de los Infantes, Castrelo y Espinosa, e hija de Pedro Ponce de León, destacado ricohombre de Castilla, señor de Cangas, Tineo y de la Puebla de Asturias, además de mayordomo mayor de Fernando IV y adelantado mayor de la Frontera de Andalucía y de Galicia, que la hubo en su segunda mujer, Sancha Gil de Chacín, dama noble portuguesa de los linajes de Braganza y Bayán. Con esta última, que falleció en 1367, el de Castro hubo dos hijos: Fernán Ruiz de Castro, que le sucedió, y Juana de Castro, la desamada, que fue señora de Ponferrada, Dueñas y Orduña, titulándose reina de Castilla tras su fugaz matrimonio con el rey Pedro I. A esta descendencia legítima se añaden los dos hijos —un varón y una mujer— que tuvo en Aldonza Lorenzo de Valladares, hija de su protector, Lorenzo Suárez de Valladares: Álvar Pérez de Castro, conde de Arroyolos y primer condestable de Portugal, y la famosa Inés de Castro, Cuello de Garza. El de Castro hubo, además, otra hija natural, Milia Pérez de Castro, que casó con Vasco Pérez de Vaamonde y fue enterrada en Santa Clara de Benavente.

 

Bibl.: G. Argote de Molina, Nobleza de Andalucía, Jaén, Instituto de Estudios Gienneses, 1866; F. Fernández de Bethencourt, Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandeza de España, vol. IV (Gandía y Lemos), Madrid, Enrique Teodoro, 1897; A. López Ferreiro, Historia de la Iglesia de Santiago, vol. VI, Santiago, Seminario Conciliar Central, 1903; S. de Moxó Ortiz de Villajos, “La sociedad política castellana bajo Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia, 6 (1969), págs. 187-326; Conde de Barcelos, Nobiliario, ordenado e ilustrado con notas e índices por J. Bautista Lavaña, Santiago, Bibliófilos Gallegos, 1974 (col. Bibliófilos Gallegos, 5); J. García Oro, La nobleza gallega en la Baja Edad Media, Santiago, Bibliófilos Gallegos, 1981 (col. Biblioteca de Galicia, XX); E. Pardo de Guevara y Valdés, “Castilla y Portugal. Las dos fidelidades de don Pedro Fernández de Castro”, en Actas de las II Jornadas Luso-Espanholas de História Medieval [organizadas por el] Centro de História da Universidade do Porto, vol. I, Porto, Instituto Nacional de Investigaçao Científica, 1987, págs. 223-232; Los señores de Galicia. Tenentes y condes de Lemos en la Edad Media, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2000, 2 vols. (col. Galicia Histórica).

 

Eduardo Pardo de Guevara y Valdés