Marín Estevan, Andrés. Teruel, 4.II.1843 – Madrid, 27.VII.1896. Tenor y alcalde de Teruel.
Hijo de un zapatero, entró en el coro de la catedral por mediación de un tío sacristán. Su primer maestro fue el gran organista Vicente Comas. Fallecido su padre, llegó a Madrid para trabajar como afinador y, junto a Gayarre, con el que le uniría una amistad fraterna, fue discípulo de Hilarión Eslava, que les enseñó solfeo y canto. Ambos tenores consiguieron una beca para el conservatorio, donde estudiaron con José Inzenga, hicieron sus primeras actuaciones en los coros del Real y de la Zarzuela y emprendieron diversas giras juntos. A los veintiún años, Marín debutaba en el teatro de los Campos Elíseos y, años más tarde, llevaba al Real óperas como Roberto el Diablo, Linda de Chamounix, El profeta y Guillermo Tell, aparte de suplir al fugado Aramburo en su espantada en El trovador.
Pronto pasó a Portugal para cantar en el Gran Teatro de Lisboa pero su consagración internacional fue en el Covent Garden londinense con la ópera Guillermo Tell, en la que es considerado uno de los mejores intérpretes de todas las épocas. A partir de aquí cantó en los mejores escenarios del mundo, incluyendo la Scala de Milán, las Óperas de París y Roma y los grandes teatros de Moscú y San Petersburgo, donde actuó varias veces ante el zar Alejandro. Sus abundantes representaciones en Rusia le proporcionaron un prestigio inmenso. Fue, precisamente, en el teatro Imperial de Moscú donde en 1876 interpretó el Radamés de Aida con otras dos de las grandes figuras españolas de todos los tiempos, el barítono Mariano de Padilla y la madrileña Adelina Patti.
En 1880 Marín contrajo matrimonio con La Volpini, la tiple Elisa Villar y Jurado, llamada así por haber estado casada con el tenor italiano Ambrosio Volpini. Unido a ella, el tenor aragonés tuvo también sonoras actuaciones, especialmente en I Puritani, obra con la que triunfó en Italia, donde era conocido como Marini. La muerte de su gran amigo Julián Gayarre en 1890 y el que le pareció cercano declinar de sus facultades le indujeron a abandonar el canto. Decidió retirarse a Teruel, donde se había hecho construir una mansión. Poco después fue nombrado alcalde y su labor se centró en conseguir la vía férrea que había de unir a Teruel y Sagunto, respaldado por un movimiento ciudadano que reclamaba el fin del aislamiento de la capital. El 6 de julio de 1894 la reina María Cristina firmó el decreto que hizo posible aquella aspiración que Andrés Marín no llegaría a ver realizada. En el verano de 1896 una nefritis le forzó a trasladarse para su tratamiento a Madrid, donde murió. Fue enterrado en la sacramental de la Almudena. Mientras, su patria chica le dedicaba un gran homenaje con solemnes funerales en la catedral sufragados por suscripción popular.
El 29 de mayo de 1918 fue inaugurado el nuevo teatro de Teruel al que se le dio el nombre de teatro Marín y que hoy sigue siendo el principal coliseo de la capital.
Bibl.: P. Serrano Josa, “Marín y Estevan, Andrés”, en Teruel, n.º 4, 1954, págs. 75-107; A. Ruiz Castillo, “Los grandes tenores aragoneses. Marín y Gayarre, dos vidas paralelas”, en Heraldo de Aragón, 12 de octubre de 1973; J. Martín de Sagarminaga, Diccionario de cantantes líricos españoles, Madrid, Fundación Caja de Madrid-Acento, 1997, págs. 220-221; J. M. Muneta, “Marín Estevan, Andrés”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, t. VII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, pág. 186; J. Barreiro, Voces de Aragón, Zaragoza, Ibercaja, 2004, págs. 34-36.
Javier Barreiro
