Marquina, Diego de. Miranda de Ebro (Burgos), IV.1542 – 4.I.1604. Escultor.
Dentro de la tendencia uniformadora de la escultura de la segunda mitad del siglo XVI que la historiografía actual denomina como “romanismo” es reconocida la importancia del foco artístico de Miranda de Ebro, que cuenta con los antecedentes de la actividad desarrollada en el segundo tercio de la centuria en Burgos y Valladolid, así como el fuerte impacto que ejerce el azpeitiano Juan de Anchieta. Son varios los artistas que trabajan en torno a Miranda pero quedan ensombrecidos por la personalidad descollante de Pedro López de Gámiz, irradiada desde que se estableciera en la villa del Ebro.
Entre ellos sobresale Diego de Marquina, en un caso es citado como “Diego de Çarate Marquina”, nacido en abril de 1542 en Miranda de Ebro, donde vivió siempre, salvo ausencias por razones profesionales para pujar o ajustar encargos, asentar sus obras o realizar tasaciones de otros colegas. Su actividad se ocupa de encargos en poblaciones cercanas a Miranda pertenecientes a las diócesis de Calahorra y Burgos, y algún lugar lejano asociado al entorno por razones religiosas.
Es de suponer que Diego de Marquina se iniciara en el taller de Pedro López de Gámiz pues su arte sugiere una gran deuda con el estilo de éste, y que interviniera en alguna de las notables empresas suyas (Estavillo, Briviesca, Vileña). Pero se le documenta desde 1567 contratando obras propias, en las que también colaborarán otros escultores, según era costumbre.
Pese a su calidad artística Marquina deja de figurar prácticamente en la documentación mediado el noveno decenio del siglo, lo que podía obedecer a que, no teniendo un hijo que ayudara en sus esfuerzos artísticos, prefiriese ocupar cargos concejiles entre los años 1582 y 1597. La peste que afectó seriamente a Miranda y su entorno disminuiría la vitalidad, de modo que muerta su esposa en 1601, el escultor fallecería a sus sesenta y un años tras grave enfermedad.
La época tridentina en que vive, con la ocasional prosperidad económica del momento, y la fuerza de la renovación artística determinan que su principal dedicación sea la modernización de los templos con un sagrario-expositor, microarquitectura propia del impulso eucarístico eclesiástico, que a veces se completa con un retablo completo en el que se muestra la fuerza de la Iglesia triunfante.
Salvo los sagrarios (Ozana, Añastro, Cellorigo, Orón) y alguna escultura reaprovechada en retablos posteriores, solamente se conserva como principal obra monumental de Diego de Marquina el retablo mayor del monasterio premonstratense de Retuerta (Valladolid), semejante al que hizo, según la documentación, para el monasterio de Bujedo de Candepajares, de la misma Orden y cercano a Miranda. Respondían, sin duda, al optimismo con que vivían los premonstratenses los preparativos de la canonización de su fundador san Norberto de Xanten, que fue culminada en 1582 por el papa Gregorio XIII. Desaparecido el de Bujedo —tan sólo se le atribuye un par de imágenes de la Transfiguración y el Bautista conservadas en la parroquial de Bujedo (1984: 40)—, es importante el conjunto de Retuerta, que desde 1957 está en el monasterio cisterciense de la Santa Espina (Valladolid), pues dispone tempranas representaciones de San Norberto junto a escenas convencionales en un conjunto romanista.
Obras de ~: Sagrario de la iglesia parroquial, Bujedo de Candepajares (Burgos), 1567 (desapar.); Dos escudos pétreos en la capilla de Cristóbal de Padilla, en el convento de San Francisco, Miranda de Ebro (Burgos), 1569; Sepulcro de doña Sancha Díaz de Frías, monasterio de Bujedo de Candepajares (Burgos), 1575 (desapar.); Sagrario de la iglesia, Orón (Burgos), 1576; Escultura de la Virgen en el puente y retablo de la capilla de la cárcel, Miranda de Ebro (Burgos), 1577 (desapar.); Retablo mayor, monasterio de Bujedo de Candepajares (Burgos), 1577-1578 (desapar.); Retablo mayor del monasterio, Retuerta (Valladolid, hoy en la Santa Espina, Valladolid), 1578-1579; Contrato de un humilladero de piedra, Salinillas de Buradón (Álava), 1579; Sillería de coro y facistol para la iglesia de San Nicolás, Miranda de Ebro (Burgos), 1578 (desapar.); Sagrario y retablo, Ozana (Condado de Treviño, Burgos) (conservada la talla en retablo), c. 1770; Sagrario, Berantevilla (Álava), 1580 (desapar.); Retablo, Añastro, Condado de Treviño (Burgos), 1582-1592; Sagrario, Cellorigo (La Rioja), 1582; Contrato de la sillería del monasterio de Nuestra Señora de Vadillo, Frías (Burgos), 1583-1584; Sagrario, Arenzana de Arriba (La Rioja), 1596; Sagrario, Tirgo (La Rioja), 1596; Virgen del Rosario, Zarratón (La Rioja), 1597 (desapar.).
Bibl.: F. Cantera Burgos, La Historia de Miranda en sus hijos más ilustres, Burgos, Imprenta Aldecoa, 1952, pág. 7; M. C. Pescador del Hoyo, “Diego de Marquina y los retablos de Bujedo y Retuerta”, en Boletín del Seminario de Arte y Arqueología, t. XXI-XXII (1956), págs. 101-108; F. Cantera Burgos y E. García-Soto de Vallejo, El Camino de Santiago y Miranda de Ebro, Madrid, 1971 (reed. en Seis temas mirandeses. Historia y Tradición, Burgos, 1981, pág. 165); S. Andrés Ordax, “El escultor Pedro López de Gámiz”, en Goya. Revista de Arte, n.º 129 (1975), págs. 155-167; El foco de escultura romanista de Miranda de Ebro. Pedro López de Gámiz y Diego de Marquina, Valladolid, Gráficas A. Martín, 1984; C. Díez Jáviz, “El escultor romanista Diego de Marquina”, en López de Gámiz, XXXII (diciembre de 1998), págs. 15-60; P. Andrés González, “Monasterios Premonstratenses”, en VV. AA., Monasterios de Castilla y León, León, Edilesa, 2003, págs. 225-226 y 238.
Salvador Andrés Ordax
