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Francisco Marín Bagües

Biografía

Marín Bagüés, Francisco. Leciñena (Zaragoza), 16.X.1879 – Zaragoza, 24.V.1961. Pintor.

Era hijo del veterinario de este pueblo de los Monegros y el menor de siete hermanos. A la muerte de su padre abandonará los estudios de bachillerato para frecuentar durante tres años el estudio del pintor costumbrista y de retratos, Mariano Oliver. Desde 1899 a 1902 se matriculará en la Escuela Elemental de Artes Industriales de Zaragoza. Allí tuvo como condiscípulos a los que constituirán la generación de pintores regionalistas aragoneses, al futuro crítico y periodista José Valenzuela La Rosa y a Juan Cabré, que luego abandonará la pintura por la arqueología y la investigación del arte ibérico del Bajo Aragón.

Junto con Cabré, marchó a Madrid en 1903 para perfeccionar la pintura en el estudio de Rafael Hidalgo de Caviedes, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y en el Museo del Prado, donde descubrirá a Velázquez, de cuyas obras realizó numerosas copias.

Destacó en Zaragoza como el más moderno y expresivo pintor de temas y tipos regionales aragoneses en los concursos anuales de pintura de 1904, 1905 y 1906 convocados por el mecenazgo de la casa ducal de Villahermosa-Guaqui, en los que obtuvo el Primer Premio, y en la Exposición Hispanofrancesa de 1908, en la que fue distinguido con los más extensos elogios de la prensa zaragozana y francesa.

En ese año ganó mediante oposición la plaza de pensionado por la Diputación Provincial de Zaragoza para completar su formación en Italia, donde permanecerá cuatros años entre Roma y Florencia, realizando viajes a Venecia, París y a otras capitales europeas.

Fueron años trascendentales para el futuro inmediato y posterior de su pintura. Descubrió la pintura simbolista-expresionista de Franz von Stuck y de otros pintores germánicos que pudo contemplar en las exposiciones internacionales de Venecia, las obras de Botticelli y Girlandaio en los Uffizi, la pintura que estaban haciendo los futuristas y luego la expresionista- simultaneísta de Delaunay. Ampliará, además, el círculo de las amistades artísticas, como el pintor hispano-suizo Alexandre Girod, el escultor Julio Antonio, el pintor malagueño Enrique Marín o el grabador y pintor norteamericano Charles White.

Pintó como pensionado de la Diputación de Zaragoza, en Roma y Florencia respectivamente, los dos grandes cuadros de historia, Santa Isabel de Portugal (patrona de la Diputación) y Los Compromisarios de Caspe (en conmemoración del quinto centenario del célebre acuerdo sucesorio dinástico para la Corona de Aragón).

A su regresó se estableció en Zaragoza, fue nombrado conservador de pintura del Museo de Bellas Artes, donde instaló también su estudio, y fue elegido académico de Bellas Artes de la de San Luis. Colaboró con Ignacio Zuloaga en la adquisición de la casa natal de Goya en Fuendetodos y en las celebraciones y exposiciones por su inauguración.

Una grave crisis de salud mental, seguida de varios fallecimientos familiares, volvieron su carácter retraído más solitario y desconfiado y sustituyó durante la década de 1920 la pintura por el dibujo, principalmente de los alrededores del pueblo turolense de Castelserás, donde pasó casi todos los veranos, o de sus viajes a Madrid, León y Sevilla, y por la dedicación al grabado con temas muy expresionistas-simbolistas.

En la década de 1930 pintó un cuadro con el tema de La Jota, en el que hizo una representación del baile regional más representativo con las fórmulas de la pintura futurista para expresar el movimiento y empezó a preparar un vasto proyecto de decoración mural de cúpulas y bóvedas del templo del Pilar, que la Guerra Civil paralizó definitivamente.

En las décadas de 1940 y 1950 obtuvo Marín Bagüés el reconocimiento público como el pintor más importante de Aragón por las exposiciones de sus obras y por los numerosos encargos de retratos que realizó para particulares y para las instituciones de Zaragoza, especialmente la Universidad, género en el que destacó por la viveza de la expresión y por la fuerza de su colorido. También en los últimos cuadros que pintó sobre motivos del paisaje o costumbres populares, volvió a aplicar las fórmulas del futurismo para la representación del movimiento y una sorprendente gama cromática de intensos amarillos y ocres, distribuidos en generosos empastes.

 

Obras de ~: Triando prescos (Seleccionando melocotones), 1907; En la cadiera, 1907; Baturra del mantón blanco, 1907; Francisca la Reala con un canastillo con frutas, 1908-1910; Santa Isabel de Portugal, 1910; Los compromisarios de Caspe, 1912; El Pan bendito, 1914; La nave de Petrarca, c. 1917-1920; Las tres edades, 1919; Vista de la catedral de León, 1926; El Gallopuente (Castelserás), 1928; La Jota, 1932; Los placeres del Ebro, 1934- 1938; Elegía, 1941; San Raimundo de Peñafort, 1945; Interior de la catedral de León, 1949; Catedral de León, 1951; Carrera de pollos, 1953; Acarreo de mies, 1954-1955.

 

Bibl.: F. Torralba, “Fichero de artistas aragoneses contemporáneos (Ciria, Marín Bagüés, Lagunas, Viola)”, en VV. AA., Seminario de Arte Aragonés, VI, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1954, págs. 122-125; M. García Guatas, Pintura y arte aragonés (1885-1951), Zaragoza, Librería General, 1976; F. Torralba, Pintura contemporánea aragonesa, Zaragoza, Guara Editorial, 1979; Francisco Marín Bagüés (1879-1961). Exposición conmemorativa del centenario de su nacimiento, Zaragoza, Ayuntamiento, 1979; “Zaragoza, entre Madrid y Roma”, en VV. AA., Centro y Periferia en la modernización de la pintura española (18880-1918), catálogo de exposición, Madrid, Ministerio de Cultura, 1993, págs. 443-458; C. Lomba, La plástica contemporánea en Aragón (1876-2001), Zaragoza, Ibercaja, 2002; M. García Guatas, Francisco Marín Bagüés. Su tiempo y su ciudad (1879-1961), Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada, 2004.

 

Manuel García Guatas