Maciá y Bonaplata, Félix. Barcelona, 14.VII.1838 – ?, 5.X.1891. Promotor ferroviario, ingeniero y político.
Era hijo de Félix Maciá y Gelabert, un comerciante nacido en Puigcerdá, y de Mercedes Bonaplata y Nadal, miembro de una importante familia de industriales textiles y metalúrgicos de Barcelona. Hizo sus primeros estudios en el colegio de los escolapios de esta ciudad, y después los de Ingeniería Industrial, con especialización en Química. Ya como ingeniero, formó parte de la comisión enviada por la Diputación Provincial de Barcelona a la Exposición Universal de Londres de 1862, para analizar las innovaciones en química y publicar una memoria a su regreso. En 1868, y previa dispensa apostólica, casó con su prima Ramona Bonaplata y Martín.
La presencia de la familia materna en la sociedad de grandes construcciones metálicas, La Maquinista Terrestre y Marítima, favoreció su ingreso en ella, de la que fue directivo a partir de 1866. Al mismo tiempo, las conexiones paternas en el eje Vic-Ripoll-Puigcerdá —base también de su futura proyección política— le llevaron en la década de 1860 a ingresar en El Veterano, sociedad dedicada a la extracción de carbones en la cuenca de San Juan de las Abadesas, de la que fue director a principios de esa década.
Desde la dirección de El Veterano impulsó la que iba a ser su gran obra: la construcción de un ferrocarril entre la zona minera de San Juan y Granollers (enlazando allí con la línea de Barcelona), que permitiera la comercialización del carbón en los centros fabriles catalanes, proyecto que contaba con el apoyo de las instituciones y corporaciones económicas de Cataluña, en tanto que alternativa nacional a la dependencia de las importaciones británicas. Primero como constructor —con la sociedad Brocá y Cía., de la que fue el principal accionista— y después como concesionario de la línea, trabajó a partir de 1871 en el tramo Granollers-Vic. Favoreció sus propósitos su primera elección como diputado a Cortes, precisamente por el distrito de Vic, en el período de 1872-1873 y como candidato radical, así como la colaboración de La Maquinista, que fabricó puentes de gran complejidad técnica, que permitían salvar la accidentada orografía del río Congost. En 1875 consiguió inaugurar el citado tramo, a pesar de haberse realizado parte de la construcción dentro del teatro de operaciones de la Guerra Carlista.
En 1877 y con el apoyo financiero de la Sociedad Catalana General del Crédito, fundó la sociedad Ferrocarril y Minas de San Juan de las Abadesas, que incluía la explotación de las minas y del ferrocarril; él fue su primer gerente (1877-1881) y después directivo, e inauguró la línea hasta San Juan en 1880. Sin embargo, pronto se evidenció que la explotación y transporte de carbones quedaba muy por debajo —en cantidad y en calidad— de las previsiones. Las dificultades de la compañía llevaron a su absorción en 1886 por la Compañía de los Ferrocarriles del Norte de España.
Implicado en el asociacionismo de intereses industriales, fue directivo del Fomento de la Producción Nacional (1876 y 1878-1879) y, tras la fusión de éste con el Instituto Industrial de Cataluña, de la entidad resultante, el Instituto de Fomento del Trabajo Nacional (1880-1881). En 1888 fue vocal de la comisión organizadora de la Exposición Universal de Barcelona y en 1891 presidió el Círculo del Liceo.
En la Restauración fue diputado por el distrito de Puigcerdá —que incluía Ripoll y San Juan de las Abadesas, cabeza de línea del ferrocarril— entre 1879 y 1890, y enlazó cuatro períodos consecutivos de Cortes, en una posición política más cercana a los conservadores en el período 1879-1881 y a los liberales a partir de esta fecha. Como diputado, obtuvo indemnizaciones para varias poblaciones catalanas afectadas por la guerra; gestionó temas de interés para su compañía ferroviaria, en especial la autorización en 1882 para construir una continuación de la línea entre Granollers y Barcelona; y combatió las reformas arancelarias y tratados de comercio, en sintonía con las corporaciones industriales de las que formaba parte, mostrándose especialmente activo ante el proyecto de Ley de Primeras Materias de 1883.
Fue alcalde de Barcelona entre enero y julio de 1890, labor por la cual el Gobierno le otorgó durante su mandato la Gran Cruz del Mérito Militar.
Obras de ~: Las Artes químicas en la Exposición de Londres de 1862. Memoria presentada a la Excma. Diputación Provincial de Barcelona, Barcelona, Jaime Jepús, 1864; “Conferencia 8.ª La economía de combustible en la Exposición”, en Conferencias públicas relativas a la Exposición Universal de Barcelona, Barcelona, Busquets y Vidal, 1889.
Bibl.: M. Sánchez Ortiz y F. Berástegui, Las primeras cámaras de la Regencia. Datos electorales, estadísticos y biográficos, Madrid, Enrique Rubiños, 1886; J. Palomas i Moncholí, El rerefons econòmic de l’activitat dels parlamentaris catalans (1876- 1885), tesis doctoral, Barcelona, Universitat Autònoma, 2002;
Joan Palomas i Moncholí
