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Fadrique de Portugal Noreña

Biografía

Portugal Noreña, Fadrique de. ?, s. m. s. XV – Barcelona, 15.I.1539. Obispo de Sigüenza, arzobispo de Zaragoza y virrey de Cataluña bajo el reinado del emperador Carlos V.

Hijo de Alfonso de Portugal y de María de Noreña, condes de Faro, originario del Algarbe. Con diferencia respecto de otros virreyes de Cataluña, Fadrique de Portugal juró en repetidas ocasiones el nombramiento de virrey, circunstancia que tuvo lugar aproximadamente cada tres años, coincidiendo con las numerosas visitas que el emperador Carlos V realizó en el Principado, razón por la cual en cada una de ellas había de cesar del cargo tal como observaban las constituciones de Cataluña. Su virreinato, teniendo en cuenta incluso estas interrupciones, se extendió entre los años 1525 y 1539, fechas que en parte coincidieron con el ejercicio eclesial de la mitra arzobispal de Zaragoza, en donde estuvo desde febrero de 1532. Las credenciales de nombramiento de su cargo como lugarteniente de la Corona obedecían a las siguientes fechas. La primera, de 18 de mayo de 1525, seguida del 19 de julio de 1528, el 26 de julio de 1529, el 28 de octubre de 1533 y, la última, el 30 de mayo de 1535. Todas ellas tenían carácter trienal. Hasta el día de su nombramiento como virrey, le precedía una dilatada carrera eclesiástica que había comenzado por tierras catalanas como abad comendatario del Monasterio benedictino de Santa María de Ripoll, donde permaneció desde el 20 de diciembre de 1490, a lo que siguió como obispo de Calahorra y La Calzada en el año 1503, obispo de Segovia en 1508 y, finalmente, obispo de Sigüenza en 1519.

Su condición clerical le valió para tratar de parte del Monarca la espinosa cuestión de las jurisdicciones eclesiásticas, un asunto valioso para las monarquías autoritarias de la Edad Moderna. Durante su intermitente virreinato conoció la convocatoria y celebración de varias Cortes Generales de la Corona de Aragón reunidas en la aragonesa ciudad de Monzón en 1528, 1533, 1537 y también las Cortes del Principado celebradas en la ciudad de Barcelona en 1529, entre cuyos problemas más recurrentes destacaba el de las fricciones políticas producidas entre el Tribunal del Santo Oficio y las autoridades catalanas. Eran los suyos los tiempos en los que en la capital del Principado soplaban nuevos aires culturales, con la presencia en ella de afamados escritores y poetas como Garcilaso de la Vega, con la fundación en la misma de relevantes centros de estudio como el nobiliario Colegio de Cordelles en 1533, o la Universidad de Barcelona, para la cual, en 1536, se ponía la primera piedra del edificio de la emblemática Rambla.

Eran, también, los tiempos en los que el fundador de la Compañía de Jesús completaba su estancia en Barcelona a su regreso de Jerusalén, entre 1524 y 1526. En la esfera internacional, su tiempo como virrey discurrió paralelo a las dilatadas guerras con Francia, a excepción de la etapa que iba de 1529 a 1536, y los ataques de Barbarroja en el Mediterráneo, que perturbaban el normal desarrollo del circuito comercial habilitado tradicionalmente con los puertos italianos. La piratería berberisca, como también el creciente bandolerismo, se había convertido ya en uno de los principales problemas del virrey: en 1527 un grupo de piratas saqueaba varias plazas del litoral catalán, entre éstas, algunas del territorio de Gerona. A consecuencia de la incesante presión berberisca, las reales atarazanas de Barcelona desarrollaron una intensa actividad que se iría a concretar en la construcción, entre los años 1528 y 1535, de hasta cincuenta galeras destinadas a socorrer a la gran expedición de Túnez de 1535 que partió de la capital catalana. A tal efecto, la Ciudad Condal reunía, el 30 de mayo de dicho año 1535, además de los barcos aparejados en el Principado, otros que llegaban de Génova y de Portugal, embarcándose en ellos hasta una ingente cifra de treinta mil hombres. En el ejercicio de su papel como virrey, consta también cómo hubo de recibir el 6 de agosto de 1525 al cardenal Salviatis, enviado por el Papa de Roma al Emperador, así como el día 31 del mismo mes a la duquesa de Lançon, hermana de Francisco I rey de Francia, acompañada de quince galeras armadas junto al gran maestre de Rodas. Fadrique de Portugal fallecía en pleno ejercicio de la dignidad virreinal, asimismo como arzobispo de la sede de Zaragoza.

Sus restos mortales descansan en el mausoleo diseñado por Covarrubias, de estilo plateresco, en el interior de la imponente Catedral de Sigüenza.

 

Bibl.: Manual de Novells Ardits vulgarmente apellat Dietari del Antich Consell Barceloní, III, Barcelona, Tipografía Henrich y C., 1894; P. Voltes Bou, Carlos V y Barcelona, Barcelona, Asociación de Bibliófilos, 1958; J. Mateu i Ibars, Los virreyes de los estados de la antigua Corona de Aragón. Repertorio biobibliográfico, iconográfico y documental, vol. I, tesis doctoral, Barcelona, Universidad, 1960; J. Reglà i Campistol, Els virreis de Catalunya: els segles xvi i xvii, Barcelona, Vicens Vives, 1961; F. Soldevila, Història de Catalunya, II, Barcelona, Alpha, 1962; J. Lalinde, La institución virreinal en Cataluña, 1471-1716, Barcelona, Instituto de Estudios Mediterráneos, 1964; J. M. Sans i Travé (dir.), Dietaris de la Generalitat de Catalunya, vol. I, Barcelona, Generalitat de Catalunya, 1994; E. Belenguer, El Imperio de Carlos V; las Coronas y sus territorios, Barcelona, Península, 2002.

 

Mariela Fargas Peñarrocha

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