Elizondo Alvizu, Joaquín de. Pamplona (Navarra), c. 1660 – ?, 1736. Consejero del Consejo Real de Navarra.
Natural de Pamplona, donde nació hacia 1660. Era hijo de Francisco de Elizondo, abogado de los Tribunales Reales, y de Josefa Alvizu. Estudió Filosofía en el Carmen Calzado, siendo profesor suyo el célebre padre Aranaz, más tarde obispo electo de Oristano (Cerdeña).
Estudió los cinco cursos de Derecho en la Universidad de Huesca, graduándose de bachiller en Leyes por esa universidad. Volvió a Pamplona en abril de 1685, donde realizó los tres años de pasante con Diego de Yanoz, abogado de los Tribunales Reales de Navarra, que ya era alcalde de Corte cuando Joaquín presentó la documentación requerida para ser admitido como abogado. Acabó el tiempo que le quedaba para cumplir los tres años requeridos de prácticas con su padre, que, como ya se dijo, era también abogado.
El 23 de febrero de 1688 el Consejo certificó la presentación de las pruebas de limpieza de sangre para su recepción como letrado. Se le designó para examinarle a Miguel Ilarregui. Fue aprobado y comenzó a ejercer la abogacía en los Tribunales Reales. El 23 de marzo de 1692 fue nombrado abogado de pobres en sustitución de su padre Francisco de Elizondo.
En 1695 era regidor de Pamplona. Figura como tal en la primera piedra de la capilla de San Fermín de la iglesia de San Lorenzo (inscripción con fecha 29 de agosto de 1695 en la que figura también como licenciado en Leyes). El 4 de diciembre de 1703 es nombrado síndico del reino por la Diputación, cargo que mantendrá hasta el 11 de mayo de 1713. Fue nombrado diputado en Cortes por la ciudad de Pamplona para asistir a la reunión de 1709, que se celebró en Olite. Al acabar las Cortes es escogido por el brazo de las universidades como miembro de la Diputación. Durante este tiempo se le encargan las cuentas de la depositaría.
Durante los años 1711-1712 es enviado a Madrid, junto con Iribas, como delegado de la Diputación para hablar con el Monarca. Se conservan las cartas que él envió desde la Corte y las instrucciones que le encomendó la Diputación. En 1713 vuelve a Madrid con otra comisión de la Diputación.
El 11 de mayo de 1713 es nombrado, por real cédula, oidor de la Cámara de Comptos. Sustituía a José de Echauri, recientemente fallecido. Escribió una carta a la Diputación comunicándole la noticia y antes de jurar el cargo presentó su dimisión como diputado y síndico.
En el conflicto de protocolo que se generó el año 1716 entre el Consejo y la Diputación por su asistencia al besamanos del Rey, fue él quien realizó la declaración jurada explicando los hechos.
Joaquín de Elizondo fue, asimismo, el autor de la Novísima Recopilación, encargo que le confirió el reino en las Cortes de 1716-1717. Trabajó durante siete años en su elaboración presentándola, por fin, a las Cortes de 1724. No pudo llevar a cabo, sin embargo, el índice de la obra por su nombramiento como consejero (así lo explicaba en una carta a la Diputación en 1726). Esta tarea sería encomendada a otros dos futuros consejeros. Sí realizó, en cambio, un prólogo que no llegó a publicarse y que por fortuna ha llegado hasta nuestros días. En efecto, el 8 de octubre de 1726 fue nombrado oidor del Consejo Real, ocupando la plaza que había quedado libre por el fallecimiento de Jerónimo Navarro. Ocupó esta consejería por espacio de diez años, hasta su propia muerte, acaecida en 1736. Fue sustituido por otro ilustre intelectual navarro, Isidoro Gil de Jaz, el 10 de septiembre de 1736.
El solar de los Elizondo era la casa-palacio cabo de armería de Jarola (a veces se lee Jaurola). En este palacio pasó varias temporadas de descanso el escritor Valle Inclán, en Elvetea, valle de Baztán, junto a la capital del valle, Elizondo. Curiosamente, en este pequeño lugar nació también otro prohombre del siglo xviii: Miguel de Múzquiz, conde de Gausa, secretario de Hacienda con Carlos III.
La magnífica edificación actual del palacio de Jarola data de 1670 y fue mandada construir por Miguel de Vergara, natural de Elizondo (1637), militar y marino que descendía de la casa-torre de Arizcun (también en el Baztán). El palacio se lo vendió Luis de Elizondo, tío abuelo de Joaquín, que era dueño también del palacio de Aranguren. Las primitivas armas de los Elizondo fueron un escudo jaquelado de plata y sable (las mismas que el valle del Baztán).
Después usaron también escudo cuartelado: 1.º y 4.º jaquelado de plata y sable y bordura de gules, con las cadenas de Navarra en oro; 2.º y 3.º de oro con una faja de azur. Éste es el que aparece en el Libro de Armería del Reino de Navarra (folio 57v., n.º 4).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Navarra, Archivo del Reino, Filiaciones de abogados, leg. 1, carp. 19; Mercedes reales, lib. 31, fol. 176; lib. 34, fol. 135; lib. 36, fol. 45v.; lib. 37, fol. 377v.; Cortes, leg. 24, carp. 2; Diputación, leg. 1, carp. 88; Diputados y agentes, leg. 3, carp. 24, 27 y 28 y leg. 4, carp. 1 y 2; Enhorabuenas, leg. 1, carp. 41; Recibimientos y Acontecimientos Reales, leg. 1, carp. 21; Códices, leg. 1, carpetas 52, 53, 54, 56 y ss.
J. de Atienza, barón de Cobos de Belchite, Nobiliario español. Diccionario heráldico de apellidos españoles y de títulos nobiliarios, Madrid, M. Aguilar, 1948; J. Caro Baroja, La Casa en Navarra, t. II, Pamplona, Caja de Ahorros de Pamplona, 1982, pág. 239.
José María Sesé Alegre
