Torre-Isunza y González Castroverde, Pedro de. Don Benito (Badajoz), 25.XII.1892 – Madrid, 5.XI.1982. Escultor.
Procedente de una familia de clase acomodada, sus padres le impusieron por tradición estudiar la carrera de Derecho, que cursó en años sucesivos en Madrid, Sevilla, Salamanca, Zaragoza y de nuevo Sevilla, aunque nunca llegaría a ejercer como abogado. Su verdadera vocación era el arte, y así estudió algunos años en
A lo largo de su dilatada trayectoria desarrolló un estilo lineal y uniforme, de una gran calidad técnica, definido por un espíritu equilibrado y sereno, con frecuencia idealizado, aunque sin perder la base realista. Fue autor de retratos masculinos de marcado carácter, pero destacan las cabezas y bustos de gitanas, que habitualmente le servían como modelo. El tema femenino cobró un sentido más idealizado en los numerosos desnudos, de formas suaves y actitudes elegantes o sensuales. El género religioso le supuso un importante premio en la Nacional de 1930, pero no fue practicado con asiduidad. Es significativa la ausencia de obras monumentales, salvo en la lápida que en 1933 dedicó a su maestro Mateo Inurria en Madrid. El artista parece pues sentirse más cómodo en la producción particular de pequeño y medio formato, para la que encuentra una adecuada salida, pero que también conserva en gran número.
Su labor creativa se dio a conocer en numerosas muestras regionales y a través de los circuitos artísticos oficiales, con una presencia asidua en las exposiciones nacionales de Bellas Artes. Tras participar en las de 1912 y 1920, en 1922 obtuvo Tercera Medalla con su obra Salomé, una de sus más interesantes creaciones, en clave simbolista; concurrió de nuevo a las de 1924 y 1926, y logró
Al carecer de descendencia, tras el nombramiento de Hijo Predilecto en 1980, legó algunas piezas a su localidad natal. Un año antes había donado ochenta y nueve esculturas al Museo de Bellas Artes de Badajoz, legado que su viuda completó en 1986 con otras veinte obras. Con estos amplios fondos, el Museo le dedicó en 2003 una extensa exposición que afianzó su valoración en el panorama escultórico español.
Obras de ~: Salomé, 1922; Floración, c. 1924; Bacante, 1925; Echadora de cartas, 1928; Vieja gitana extremeña, c. 1929; Piedad, 1930; Señorita Misterio, c. 1932; Agustina, 1933; Relieve a Mateo Inurria, 1933; Eva, c. 1942; Baño de sol, 1942;
Bibl.: L. Gil Fillol, Torre Isunza, catálogo de exposición, Madrid, Museo de Arte Moderno, 1949; J. Camón Aznar, “El escultor Torre Isunza y su búsqueda del carácter en la interpretación de los modelos”, en ABC (Madrid), 23 de abril de 1949, pág. 19; M. Sánchez-Camargo, Torre Isunza, catálogo de exposición, Madrid, Círculo de Bellas Artes, 1967; J. Marín-Medina, La escultura española contemporánea (1800-1978), Madrid, Edarcon, 1978, pág. 146; F. Pedraja Muñoz, “Torre Isunza, escultor de la mujer”, en Hoy. Alminar (Badajoz), n.º 21 (febrero de 1980); F. Pedraja Muñoz, “Pedro Torre Isunza”, en Hoy. Alminar, n.º 31 (diciembre de 1982); Historia de la Baja Extremadura, vol. II, Badajoz, Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, 1986; M. M. Lozano Bartolozzi et al., Plástica extremeña, Badajoz, Caja de Badajoz, 1990, págs. 410-411; M. Bazán de Huerta, “Pedro Torre-Isunza”, en F. J. Mayans Joffre (dir.), Gran Enciclopedia Extremeña, vol. IX, Mérida, Ediciones Extremeñas, 1992, págs. 282-283; “Pedro Torre-Isunza”, en Art Extremadura, Mérida, Pabellón de Extremadura Expo’92, 1992; V. Méndez Hernán, Pedro de Torre-Isunza, Badajoz, Museo de Bellas Artes de la Diputación de Badajoz, 2003.
Moisés Bazán de Huerta
