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Diego de Sandoval y Rojas

Biografía

Sandoval y Rojas, Diego. Conde de Castro (I). ?, p. m. s. xv – 1455. Adelantado mayor de Castilla.

Hijo de Fernán González de Sandoval y de Inés de Rojas. Educado por su tío el arzobispo de Toledo, Sancho de Rojas, entró desde muy niño al servicio personal del regente de Castilla, Fernando de Antequera, primero como paje después como ayo de su hijo Juan, futuro Rey de Navarra y Aragón, para terminar convirtiéndose al final en persona de la máxima confianza de don Fernando y de sus hijos los infantes de Aragón. Los años de permanencia junto al futuro Rey de Aragón y sus hijos iban a marcar a Diego para toda su vida, y desde luego constituirán la clave que explicará su éxito social y su fortuna cuando sus turbulentos valedores controlen la Monarquía castellana.

A la muerte de Enrique III, su hermano Fernando sería nombrado regente de Juan II. Poco después emprendería una campaña militar contra el Reino musulmán de Granada que finalizaría con la toma de Antequera. Diego Gómez de Sandoval tomaría parte muy activa en esa campaña, en especial en la toma de Antequera, en la que fue herido. Más tarde ayudaría también al infante en su proyecto de convertirse en Rey de Aragón, tras la muerte sin sucesión de Martín el Humano. Su intervención al frente de las tropas castellanas fue fundamental para que Fernando fuese elegido Rey de Aragón en Caspe (1412) y, sobre todo, para pacificar los Reinos de la Corona tras la derrota del pretendiente Jaime de Urgel. Sus servicios serían recompensados con la concesión del oficio de adelantado mayor de Castilla (1411) y la donación de la villa de Lerma (Burgos), en 1412, con su fortaleza y término. De esta manera, un personaje hasta entonces perteneciente a la baja nobleza pasaba a desempeñar un importante oficio cortesano y a convertirse en señor de una villa que iba a constituir el punto de partida de un extenso y rico señorío que el nuevo adelantado creará en los primeros años del reinado de Juan II apoyando siempre a los infantes de Aragón en su pugna con Álvaro de Luna por el control del poder en Castilla.

Lerma, por consiguiente, sería en sus planes el comienzo de un proyecto más ambicioso; formar un linaje propio y elevado al rango social más alto, el de los ricos hombres. Para ello era necesario que la cadena de donaciones no se detuviese. Contaban con unos protectores muy poderosos, los infantes de Aragón, en especial Juan de Navarra, al que Sandoval permanecería siempre vinculado, tanto en el éxito como en la desgracia.

La coyuntura era la más propicia para su promoción social. Así, en 1418, poco antes de que Juan II fuese declarado mayor de edad, el infante Juan le introduciría en el Consejo Real, organismo del que llegaría a ser árbitro en breve tiempo. En ese mismo año, ampliaría sus dominios con la compra de la villa de Cea a Ramiro Nuñez de Guzmán. Poco después fue nombrado canciller mayor del sello de la poridad, mayordomo mayor de su protector, Juan de Navarra y mayordomo mayor de la reina doña María de Aragón, esposa de Juan II de Castilla. Casado con Beatriz de Avellaneda, recibiría en dote otra villa, Gumiel de Mercado. De esta forma, con la jurisdicción de Lerma, Cea y Gumiel, Diego había conseguido en poco tiempo tallarse un rico señorío situado entre los dominios de los Velasco —desde los puertos secos que conducen a Laredo hasta los aledaños de la Tierra de Campos— y el de los Manrique en Tierra de Campos. El adelantado se convertía así no sólo en un rico hombre, sino también en una pieza importante del juego político que los infantes de Aragón habían ido tramando para conseguir el control de la Monarquía castellana.

En 1426, Juan II le concedería el título de conde de Castro y la jurisdicción sobre trece villas, entre las que se hallaban Castrojeriz, Saldaña, Osorno y Portillo. Sin embargo, el porvenir de tan rico señorío y el de la propia persona del adelantado se hallaban condicionados a la permanencia en el poder de los infantes de Aragón. Así, en 1429 los infantes de Aragón fueron derrotados y expulsados del Reino por el privado de Juan II, Álvaro de Luna. Don Diego perdería todos sus señoríos que le serían confiscados y tuvo que acompañar en el destierro a Juan de Navarra y a su hermano Enrique de Aragón. Sus protectores, sin embargo, no le abandonarían. En 1431, como premio a su fidelidad le concederían sus villas en el Reino de Valencia, Denia, Ayora y Jávea.

Años mas tarde regresaría a Castilla, tras la vuelta de sus valedores, los infantes de Aragón que fueron perdonados por Juan II en la Paz de Toledo firmada en 1439. De nuevo sería desterrado en 1445 tras la derrota de los infantes en Olmedo, para ser posteriormente perdonado al año siguiente, en que Juan II le autorizó a llevar el título de conde de Castro y a que se le devolviesen todos sus señoríos. Moriría, sin embargo, en 1455 sin poder recuperar todas las villas y lugares que habían formado parte de su rico patrimonio. Aún así, este viejo luchador había logrado ser un destacado protagonista en todos los acontecimientos decisivos del Reino de Castilla entre 1412 y 1455 y, sobre todo, había conseguido crear un linaje y un apreciable patrimonio, formado principalmente por las villas de Lerma y Denia, que lograría transmitir a su hijo primogénito, Fernando Gómez de Sandoval y Rojas.

 

Bibl.: A. Franco Silva, Señores y señoríos, Jaén, Universidad, 1997, págs. 95-113.

 

Alfonso Franco Silva

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