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Hector Pinto

Biografía

Pinto, Héctor. Covilha, Betra (Portugal), 1528 sup. – Toledo, 1584. Jerónimo (OSH), escritor asceta.

El más importante autor espiritual portugués del siglo xvi. Poco se conoce de sus primeros años, pero sí que recibió una esmerada formación. Él mismo dice que de joven estudió la Lengua Latina y después, algunos años, se dedicó al Derecho Civil en Coímbra y Salamanca. Terminados estos estudios, ingresó en el Monasterio de Santa María de Belem, en Lisboa, de la Orden Jerónima, profesando el 8 de abril de 1543.

En 1546, sus superiores le enviaron al Colegio da Costa, en Guimarães. De allí pasó a la Universidad de Coímbra, donde hizo grandes progresos en el conocimiento del Griego y del Hebreo, y llegó a dominar la Filosofía tanto como las humanas letras, obteniendo en 1553 el grado de bachiller en Artes. Luego dedicó cinco años a la Teología y Sagrada Escritura.

Volvió a su monasterio y, dando pábulo a sus conocimientos bíblicos, emprendió su comentario a Isaías, si bien tuvo que alternarlo con otras ocupaciones que le encomendaron sus superiores, como, por ejemplo, la defensa de ciertos pleitos que sostuvo la comunidad y que se hallaban en la Rota pendientes de un fallo que el tribunal difería de continuo. Con este motivo se desplazó a Roma y, como ha observado Glaser (1967), estos viajes prolongados —dejó Portugal en 1559 y no volvió hasta 1561— ensancharon sus horizontes de manera considerable.

Ya en su monasterio, a mediados de 1561 comenzó a escribir Imagem da vida cristã, en seis diálogos, que publicó en 1563 y obtuvo un éxito inmediato y espectacular.

Es la obra que sustenta y perpetúa la fama literaria de este autor. En ese mismo año se le nombró rector del Colegio de Coímbra, cargo que cumplió satisfactoriamente y le dio la oportunidad de consultar las bibliotecas de Coímbra. Esto le decidió a comentar al profeta Ezequiel, obra que publicó en Salamanca en 1568. Pero esta decisión, que le supuso un viaje a dicha ciudad, en realidad era un pretexto para intentar ingresar en el claustro de profesores de aquella Universidad. Allí predicó en San Benito una serie de sermones y fue tal el entusiasmo que provocó entre sus oyentes que una petición para que se le permitiera dar una instrucción adicional de exégesis del Antiguo Testamento, en la Universidad, obtuvo rápidamente un impresionante número de firmas. Pero la petición encontró fuerte oposición en una parte del claustro —en la que se encontraba fray Luis de León— y ni siquiera una real cédula de Felipe II logró vencer la resistencia. La Universidad se privaba —en opinión de muchos— de un hombre que como profesor y teólogo sobrepasaba en mucho a la mayoría de sus adversarios.

Sin desanimarse, acudió a la Universidad de Sigüenza, donde encontró una acogida diametralmente opuesta, y obtuvo lo que deseaba. Con todo, como la Universidad no le exigía que ejerciera allí su magisterio, se reintegró de nuevo a su monasterio. Es ahora cuando compuso la continuación de la Imagen [...], en cinco diálogos, a la que llamó “segunda parte” y que se publicó en 1572. Entre 1571 y 1573 fue nombrado provincial y se le confíó el priorato de su monasterio. En 1574 se le autorizó a trasladarse al Monasterio de São Marcos, cerca de Coímbra, donde comenzó su última obra exegética: un comentario sobre Daniel, a la que seguiría una breve exposición de las Lamentaciones de Jeremías y Nahum, que publicó en 1577.

Entonces (1575) la Universidad de Coímbra, por propia iniciativa, propuso para él la creación de una Cátedra especial de Interpretación de Sagrada Escritura, a lo que accedió el rey Sebastián en 1576. Hasta 1579 ocupó dicha cátedra. Pero murió el rey Sebastián (1578) y Héctor Pinto se vio envuelto en las intrigas de la sucesión de manera que el que fuera en otro tiempo su protector, Felipe II, al unir Portugal a la Corona de España, temió la actividad política y el entusiasmo patriótico portugués del buen monje, al parecer no sin razón, y el 20 de agosto de 1581 determinó su confinamiento en el Monasterio de Santa María de la Sisla, extramuros de Toledo (España). En 1582 le fue levantada la pena, si bien, como medida de prudencia, se le prohibió volver a Portugal. A partir de entonces nada se sabe de él. Debió de fallecer allí mismo, en la Sisla, en 1584. Santos (1680) dice que le pusieron sobre el sepulcro este epitafio: “Hic iacet Hector Lusitanus ille”.

 

Obras de ~: In Isaiam Prophetam commentaria, Lugduni, 1561 (Lugduni, 1567; Antuerpiae, 1567 y 1570; Coloniae, 1572; Salmanticae, 1581; Antuerpiae, 1584; Lugduni, 1590); Imagem da vita cristã, diálogos 1-6, Coimbra, 1563 y 1565 (Braga, 1567; Lisboa, 1572 y 1580) y [Segunda parte], diálogos 7-11, Lisboa, 1572 (1575, 1585 o 1586, 1591, 1593) [diálogos 1-11, Lisboa, 1595 (1681, 1940, 1952- 1958); Imagen de la vida cristiana, diálogos 1-6, Zaragoza, 1571 (Madrid, 1572 y 1573; Barcelona, 1572 o 1573 y Juan Flors, 1967; Medina, 1573; Zaragoza, 1577; Medina, 1578 y 1579; Salamanca, 1576; Alcalá, 1577 y 1592; Salamanca, 1595); [Segunda parte] diálogos 7-11, Zaragoza, 1576 (Medina, 1579; Alcalá, 1580 y 1582; Medina, 1585; Salamanca, 1594); diálogos 1-11, Salamanca, 1576 (Alcalá, 1591, 1592, 1595, 1597 y 1599); ed. fr., Paris, 1580-1584 (Lyon, 1593; Paris, 1603); ed. it., Venice, 1595]; Treinta sermones, s. l., 1563 (Universidad Pontificia de Roma Angelicum (UPRA), n.º 796, fols. 285-427); In Ezechielem Prophetam commentaria, Salmanticae, 1568 (Antuerpiae, 1570; Salmanticae, 1574 y 1581; Lugduni, 1581; Antuerpiae, 1582; Lugduni, 1584]; Elenchus in Evangelia [...], Salmanticae, 1573 y 1580 (publicado con In Ezechielem [...], op. cit., Salmanticae, 1574 y 1581); In Prophetam Zacarias, s. l., 1576-1578 (Biblioteca Nacional, Lisboa, sign. F. G. 6312/III); In divinum vatem Danielem commentarii, Coimbra, 1579 (Venetiis, 1583; Antuerpiae, 1595); In Danielem, Lamentationes Hieremiae, et Nahum divinos vates commentaria, Coloniae, 1582; Opera omnia latina, Lugduni, 1584 y 1590 (Coloniae, 1616; Lutecia, 1617); In Malachiam, In Michaeam, s. l., s. f. (UPRA, n.º 796, fols. 195-230 y 239-283); In Psalmos 1-10, s. l., s. f. (Convento San Francisco, Lisboa); In XII Prophetas minores, s. l., s. f. (desapar.).

 

Bibl.: F. de los Santos, Quarta Parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo, Madrid, Bernardo de Villa-Diego, 1680, págs. 48 y 690-691; D. Barbosa Machado, Bibliotheca Lusitana, vol. II, Lisboa, Na Officina de Ignacio Rodrigues, 1747, págs. 427-430; J. de Brito e Silva, “Fr. Heitor Pinto. Estudante e professor da Universidade de Coimbra”, en Arquivo de Historia e Bibliografia, 1 (1925), págs. 18-20; J. de Carvalho, “Fr. Heitor Pinto e Fr. Luis de León”, en Lusitania. Revista de estudos Portugueses (Lisboa), 3 (1925- 1926), págs. 255-262; F. Ramos, “As tendências mentais de Fr. Hector Pinto”, en Labor, 13 (1939), págs. 647-662; J. de Carvalho, Estudos sobre a Cultura Portuguesa do Século xvi, vol. II, Coimbra, Universidade, 1948, págs. 73-78; A. J. Saraiva, “Assimiliação do humanismo a tradição medieval: Hector pinto”, en Historia da Cultura em Portugal, vol. II, Lisboa, Jornal do Foro, 1950, págs. 671-687; F. Ramos, “A literatura religiosa. Fr. Heitor Pinto”, en H. Cidade, Liçoes de cultura e literatura portuguesas, Coimbra, Editora, 1951, págs. 250-253; L. F. de Carvalho Dias, “Fr. Heitor Pinto (Novas echegas para a sua biografia)”, en Boletim da Biblioteca da Universidad de Coimbra, 21 (1953), págs. 164-344; G. C. Rossi, “Il Petrarca e l’umanesimo italiano dell’opera di Fr. Heitor Pinto”, en Annali dell’Istituto Universitario Orientale, Sezione Romanza, 1/1 (1959), págs. 65-96; E. Glaser, “Introducción”, en Imagen de la vida cristiana, Barcelona, Juan Flors, 1967, págs. 1-168; M. J. Pereira Loureiro, “A ‘Imagem da vida cristã’ de Fr. Heitor Pinto no aspecto estilistico e literario”, en Revista de Historia Literaria de Portugal, II (1967), págs. 199-230; L. de Echeverría, “Un gran profesor que perdimos, Fray Héctor Pinto”, en Nuevas páginas de Historia Universitaria Salmantina. Antiguos Catedráticos y Alumnos, Salamanca, Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Salamanca, 1968, págs. 14-16; R. Ricard, “Les traductions castillanes de l’Imagem [...]”, en Bulletin Hispanique, 74 (1972), págs. 436-443; “La connaissance de soimême chez Fr. Hietor Pinto”, en Arquivos do Centro Cultural Portugués (Paris), 5 (1972), págs. 289-300; M. A. Rodrigues, Fr. Heitor Pinto exegeta, Coimbra, 1972; A. M. Quint, “A propos de la traduction française de l’Imagen [...]”, en Bulletin des Études portugaises et brésiliennes, 35-36 (1974-1975), págs. 65-92; A. Llinares, “Platon et Aristote dans les Dialogues de Heitor Pinto”, en J. C. Margolin y M. de Gandillac (ed.), Platon et Aristote a la Renaissance, Paris, Éditions Vrin, 1976, págs. 439-449; J. A. de Freitas Carvalho, “Le Christianisme humaniste dans les Dialogues de Fr. Heitor Pinto”, en J. V. de Pina Martins (ed.), L’Humanisme portugais et l’Europe, Paris, Fondation Calouste Gulbenkian, 1984, págs. 161-177; “A ‘Ars orando’ de Heitor Pinto e as raízes culturais da ‘Imagem da vida cristã’. No quarto centenário da sua morte”, en Humanistica e Teologia, 5 (1984), págs. 289-318; C. dos Santos, Os Jerónimos em Portugal, Universidade do Porto, 1996, págs. 141-146 y 167.

 

Ignacio de Madrid, OSH

 

 

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