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Benito Arias de Prada

Biografía

Arias de Prada, Benito. Rubiana (León), 14.III.1760 – Madrid, 24.VI.1823. Magistrado, consejero de Castilla y diputado.

Estudió en la Universidad de Valladolid, donde obtuvo el grado de bachiller en Leyes el 21 de mayo de 1779, y el de bachiller en Cánones el 27 de junio de 1781. El año siguiente se licencia y doctora en Cánones por la Universidad de Oñate. Es aprobado como abogado de los Reales Consejos el 28 de febrero de 1785, incorporándose en 1789 al Colegio de Abogados de la Corte. El mismo año es nombrado fiscal del juzgado de la Fábrica Real de porcelana en el Real Sitio del Buen Retiro. En 1793 accede a una alcaldía del crimen de la recién instaurada Audiencia de Extremadura. Entre otras comisiones desempeñará una para dotar de tierras de labor y pasto al lugar de Aldea del Obispo. Seis años más tarde es promovido a una plaza de ministro de lo Civil de la misma Audiencia. El 16 de octubre de 1802 solicitaba al Rey que le concediera la plaza de alcalde de Casa y Corte vacante por la promoción de Pedro Nicolás del Valle al Consejo de Hacienda. Esta vez no se le otorgó la referida alcaldía. A comienzos de 1803 ocupará una plaza de oidor de la Chancillería de Valladolid.

El 22 de octubre de ese año pide licencia para curarse de unas graves tercianas que padece desde hace dos meses. El Rey le concederá el 2 de noviembre cuatro meses de licencia, y el 14 de febrero de 1804 se le prorroga por espacio de tres meses la licencia para recobrar su salud. Todo ese tiempo permanecerá en Astorga. Para una vacante de alcalde de Casa y Corte, por ascenso de Manuel de Torres Cónsul a fiscal del Consejo de Hacienda, es nombrado Arias de Prada el 19 de marzo de 1806. Antes de tomar posesión, obtuvo el correspondiente permiso para ir a Aranjuez a besar las manos de los Reyes. Es bien sabido cómo, en octubre de 1807, se produce una conjuración de los partidarios del príncipe de Asturias para provocar la caída del privado Manuel de Godoy, acontecimientos que dan lugar al conocido proceso de El Escorial.

Fueron procesados una serie de personajes denunciados por el propio príncipe.

La instrucción de la causa, por decreto de 5 de noviembre, se confió al decano del Consejo de Castilla Arias Mon y a los miembros del mismo Sebastián de Torres y Domingo Fernández de Campomanes. El 10 de enero de 1808 se nombra la Junta encargada de la vista y determinación de la causa instruida por los tres anteriores. Forman parte de la Junta, además de los tres anteriores, los magistrados Gonzalo José de Vilches, Antonio Villanueva, Antonio González Yebra, el marqués de Casa García, Andrés Lasauca, Antonio Álvarez Contreras, Adrián Marcos Martínez y Miguel Alfonso Villagómez, todos ellos consejeros de Castilla no godoyistas. Como secretario de la causa actuó Arias de Prada. La sentencia, recaída el 25 de enero, declararía a los implicados —Escoiquiz, duque de Infantado, marqués de Ayerbe y otros— inocentes del delito de traición.

El 9 de abril de 1808 se le concede una plaza supernumeraria del Consejo Real, con sueldo y opción a la primera vacante de número. Cuando irrumpen los franceses en Madrid, padecerá como alcalde de repeso y cuartel de la plaza, en medio de ella, de la calle Mayor y otras inmediatas, todos los horrores del 2 de mayo de 1808, sin abandonar su puesto y obligación.

El 10 de mayo tomó posesión de la plaza del Consejo, y en ella, al ser el último en llegar al cargo, tendrá que hacer de secretario y votar el primero en los decisivos negocios políticos que entonces se produjeron. Dos veces es nombrado para ir al Congreso de Bayona, y ninguna quiso verificarlo. Cuando entran los franceses por segunda vez en Madrid, dos oficiales y doce granaderos le detienen la noche del primero de enero de 1809 siendo conducido al Retiro, y a los pocos días, junto con otros, a Francia. Pero al llegar a la altura de Santa María de Nieva, vuelven a enviarle a la capital. Permanecerá en ella hasta el 22 de mayo, momento en que le arrestan por segunda vez y le envían a Dijon. Desde esta ciudad pasará a la de Orthez en virtud de una licencia para tomar aguas, que compró muy cara a la policía francesa. La noche del 4 al 5 de junio de 1811 se fuga de la prisión de París junto con su compañero del Consejo de Castilla Domingo Fernández Campomanes. Llegan a Valencia el 18 de junio. El 27, ambos consejeros escriben al decano del Consejo de Castilla, Colón, pidiendo ser reintegrados en sus plazas. El Consejo de Regencia, con anuencia de las Cortes, acordaría el 23 de julio que Arias de Prada y Campomanes volvieran a servir sus plazas en el Consejo Real. A comienzos de agosto ya se encuentran en Cádiz.

Las Cortes resolvieron, el 15 de octubre de 1811, suspender en el ejercicio de sus funciones a catorce ministros —entre ellos a Arias de Prada— del Consejo de Castilla por haber acordado una consulta en la que presuntamente se dudaba de la legitimidad, autoridad y validación de los decretos de las Cortes, e incorporaba observaciones sobre algunos artículos de la primera parte del proyecto de Constitución. El tribunal especial, creado al efecto por las propias Cortes dos días después, sentenciaría la causa el 29 de mayo de 1812 declarando a los consejeros libres de toda culpa y cargo.

Estando suspendido del ejercicio de su destino durante el proceso que se le estaba siguiendo en el tribunal especial creado por las Cortes, Arias de Prada pedirá, el 14 de marzo de 1812, licencia para tomar baños de aguas termales en el reino de Galicia y así poder recuperarse de la gota que padecía. El Consejo de Regencia, conformándose con el informe de los miembros del tribunal especial, Toribio Sánchez de Monasterio, Antonio Sáenz de Vizmanos y Juan Nicolás de Undabeytia, concedió a Arias de Prada, el 8 de abril de 1812, seis meses de licencia para que acudiera a Galicia a recobrar su salud. No pudo salir hasta el mes de julio, momento en que ya estaba extinguido el Consejo de Castilla. En diciembre le fue prorrogada seis meses la licencia. El mes de marzo de 1813 fija su residencia, después de obtener el oportuno permiso, en El Ferrol, donde se hallaba establecido su hermano mayor.

En Galicia, donde no le conocían más que por la noticia de algunos sucesos políticos, particularmente por lo ocurrido en El Escorial, es nombrado diputado para las Cortes. El 30 de enero de 1814, instaladas las Cortes en Madrid, jura y toma asiento en el Congreso. El presidente y secretarios de las Cortes le nombran el primero de marzo para la Comisión de Legislación y el día siguiente integra el Tribunal de Cortes. Será uno de los sesenta y nueve diputados firmantes del manifiesto dirigido a Fernando VII el 12 de abril de 1814, conocido como “de los Persas”, donde básicamente se critica la actuación y política legislativa de las Cortes.

Cuando Fernando VII regresa del cautiverio, reinstaura a finales de mayo de 1814 el viejo Consejo de Castilla, al que nuevamente se adscribe a comienzos de junio Arias de Prada. El 30 del mismo mes se encargará de la construcción de los cementerios ubicados en los obispados de Cartagena, Segovia y Osma.

Por Decreto de 4 de julio sucede a Martínez de Villela en el gobierno de la Sala de Casa y Corte. El 28 de julio de 1814 Arias, encargado por la ciudad y provincia de Orense, cumplimenta al Rey por su feliz arribo al trono y en la audiencia que tiene con él le expresa que el reino de Galicia fue el primero que envió un ejército fuera de sus lindes a buscar a los franceses en junio de 1808 y que Orense fue la primera provincia que osó medir sus fuerzas con ellos. A causa de su salud deteriorada, pide el 12 de noviembre de 1815 ser exonerado del Gobierno de la Sala y volver al Consejo, trabajo éste mucho más llevadero. El Rey accederá el 14 de diciembre a su solicitud. El 6 de mayo de 1816 suplica al Rey que le conceda una plaza en el Consejo de la Cámara, a lo que no accede Fernando VII. Por estas fechas es nombrado superintendente general de policía y vigilancia del Reino.

Desde 1808 padecía gota. El año 1813 tuvo un gran alivio de su mal con las aguas termales que tomó en Galicia. Los años 1817, 1818 y 1819 tomaría las aguas y baños de Trillo. El día 9 de marzo de 1820 Fernando VII jura la Constitución de 1812 ante la denominada Junta Provisional, compuesta de personas de confianza del pueblo. Un decreto despachado tres días después suprime los Consejos y restablece el Supremo Tribunal de Justicia, pasando a tener Arias de Prada la condición de cesante.

En el momento de fallecer residía en la calle de la Magdalena.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 11887; Ministerio de Justicia, Jueces y Magistrados, legs. 4242/24 y 45767494; Gaceta de Madrid, extr., 31 de marzo de 1808, 5 de julio de 1814 y 22 de octubre de 1814; Diario de sesiones de las Cortes generales y extraordinarias (1810- 1813), Madrid, Imprenta de J. A. García, 1870; Actas de las sesiones de la Legislatura ordinaria de 1813, Madrid, 1876.

J. C. Carnicero, Historia razonada de los principales sucesos de la gloriosa revolución de España, vol. I, Madrid, Imprenta de M. de Burgos, 1814; Memorias del Príncipe de la Paz, vol. V, Madrid, Imprenta de I. Sancha, 1838; F. Martí, El proceso de El Escorial, Pamplona, Universidad de Navarra, 1965; R. Gómez- Rivero, El Ministerio de Justicia en España (1714-1812), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1999.

 

Ricardo Gómez Rivero

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