Cruz Brocarte, Antonio de la. Logroño (La Rioja), c. 1658 – Zamora, 19.IV.1721. Teórico musical y organista.
Antonio de la Cruz Brocarte era sobrino del organista Antonio Brocarte Sáenz de Tejada, con quien a veces se le ha confundido. El 15 de septiembre de 1675 fue nombrado, en “tierna edad”, organista en la catedral de Zamora, para suceder al licenciado Lucas Rodríguez. A Zamora se le trasladó desde Segovia, donde su tío ocupaba el puesto de organista. En su nombramiento tuvo mucho que ver el entonces maestro de capilla de la catedral de Zamora, Juan García de Salazar, quien informó muy favorablemente del aspirante, llegando a afirmar que “hay esperanzas de que será de los mejores organistas de España”. El 20 de julio de 1677, el maestro García de Salazar notificó al Cabildo de Zamora haber recibido una carta de Antonio de la Cruz desde Salamanca; en esta carta le decía que estaba dispuesto a presentarse a las oposiciones de Calahorra (La Rioja), por tener esta plaza 500 ducados de sueldo. El Cabildo resolvió aumentarle el salario hasta 300 ducados y seis cargas de trigo al año si se quedaba. El 11 de octubre de 1685, Antonio de la Cruz pidió al Cabildo zamorano que se le perpetuasen 150 ducados de vellón para poderse ordenar. Todavía en febrero de 1692 no se había ordenado, al menos de órdenes mayores, pues en esta fecha pidió al Cabildo que se le diese testimonio del acuerdo tomado en 1685, a fin de ordenarse de diácono.
Al ordenarse clérigo, podía aspirar a racionero.
Según el acta de 4 de julio de 1692, el Cabildo de la catedral de Zamora acordó darle al organista los honores de racionero, permitiéndole entrar al coro con “capa de coro y de la manera que los señores racioneros”.
Antonio de la Cruz llegó a ser sacerdote, puesto que así se le llama en algunos documentos.
Aunque venía ejerciendo como organista desde 1675, Antonio de la Cruz no tenía en propiedad la plaza. La catedral de Zamora no había provisto nunca la plaza de organista en forma canónica. La ración o beneficio de esta plaza era asignada a cualquier otro músico de la catedral. En 1693, al ser promovido el último músico que poseía esta ración, el Cabildo decidió normalizar la situación de su organista. Como si estuviera vacante la plaza, Antonio de la Cruz hizo los ejercicios de oposición. El 10 de abril de 1693 fue elegido canónicamente organista titular, y tomó posesión del cargo el 1 de julio de 1693.
Murió en Zamora el día 19 de abril de 1721 y le sucedió Tomás Clemente Moscoso, que era organista de la catedral de Valladolid y había sido ayudante suya en Zamora.
Aunque Baltasar Saldoni habla de las obras de Antonio de la Cruz “así para órgano, como para voces”, actualmente no se conoce ninguna composición suya.
Lo que ha llegado de él es una obra teórica y tres pequeños escritos polémicos. El título de su obra teórica es Médula de la música teórica (Salamanca, 1707).
El libro tiene la aprobación de Juan Francisco Gómez Calleja, canónigo lectoral de Zamora, y del maestro de capilla Juan García de Salazar. Según nos cuenta el propio autor en el prólogo, esta obra es un resumen breve de otra escrita con anterioridad, titulada Compendio de música, más extensa y con abundantes ejemplos musicales. Aunque fue entregada a la imprenta, su publicación no pudo llevarse a cabo “por haberse suspendido la imprenta de música en la cual se hallaban moldes para la impresión de las figuras de canto llano y canto de órgano”. Al no poder publicarla, se decidió a escribir lo fundamental en cuatro discursos breves.
Con sus tres pequeños escritos polémicos, el autor se sitúa en contra de Francisco Valls, maestro de capilla de la catedral de Barcelona, y a favor de Joaquín Martínez, organista de Palencia, en la polémica suscitada por la entrada del tiple segundo en el Miserere nobis de la Missa Scala Aretina compuesta por Francisco Valls.
Obras de ~: Médula de la música teórica, cuya inspección manifiesta claramente la ejecución de la práctica, en división de cuatro discursos, en los cuales se da exacta noticia de las cosas más principales que pertenecen al canto llano, canto de órgano, contrapunto y composición, con toda brevedad y claridad, Salamanca, 1707; Reparos que hace don Antonio de la Cruz Brocarte, racionero y organista principal de la santa Iglesia de Zamora, de la segunda respuesta que D. Gregorio Santisso Bermúdez, presbítero, maestro de Seises y de canto de la santa Iglesia de Sevilla, da a un papel impreso de Don Joaquín Martínez, organista principal de la santa Iglesia de Palencia, en que impugna otro impreso de don Francisco Valls, maestro de capilla de la santa Iglesia de Barcelona, tocante al ingreso del segundo tiple en el Miserere nobis de la Missa Scala Aretina, Zamora, 1717; Reflexión inspectiva con que D. Antonio de la Cruz Brocarte, racionero y organista principal de la santa Iglesia de Zamora, corresponde a la respuesta que don Miguel Medina Corpas, maestro de capilla de la de Cádiz, le da a los Reparos que hizo en la segunda respuesta que don Gregorio Santisso Bermúdez, maestro de Seises y de canto de la Metropolitana de Sevilla, dio a un papel impreso de don Joaquín Martínez, organista y maestro de capilla de la catedral de Palencia, impugnando la entrada de el tiple segundo en el Miserere Nobis de la Missa que compuso don Francisco Valls, maestro de capilla de la de Barcelona, con el título de Escala Aretina, Zamora, 1718; Respuesta de D. Antonio de la Cruz Brocarte, racionero organista de la santa Iglesia de Zamora, a la que le da el señor D. Miguel Medina Copas, maestro de capilla de la de Cádiz, a la Reflexión Inspectiva, Zamora, 1718.
Bibl.: D. Preciado, Los Brocarte, ilustres organistas riojanos del s. xvii, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1987; “Cruz Brocarte, Antonio de la”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Iberoamericana, vol. 2, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 716-717.
Raúl Angulo Díaz
