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Dulcidio

Biografía

Dulcidio. ?, f. s. IX – s. m. s. X. Obispo de Zamora.

El episcopado de Dulcidio constituye un período clave en la historia eclesiástica de Zamora, produciéndose una consolidación importante del mismo. Dulcidio, como todos los obispos del siglo x, tuvo una amplia proyección política. No existe un consenso a la hora de fijar el comienzo de su episcopado (que se extenderá hasta el 953); esto hace que para algunos se iniciara en el 920 y para otros, siete años después o incluso más tarde. Es cierto que el 11 de abril del año 929, cuando Alfonso IV lleva a cabo la concesión al monasterio de Abellar, aparece Dulcidio, pero no se especifica su sede. Para fray Justo Pérez de Urbel, Dulcidio aparece al frente de la diócesis de Zamora en el 920. Antes de esta fecha, y a través de una donación que hace Ordoño II, Dulcidio figura como afiliado a la sede de Zamora.

En el 924 tiene lugar la batalla de Valdejunquera, en la que los cristianos sufren una gran derrota. En esta batalla, dos obispos fueron hechos prisioneros, y uno de ellos fue el de Zamora. Datos más o menos esporádicos se dan acerca del obispo en diferentes fechas, pero hay un hecho cierto, y es que será desde el 931 cuando se pueda señalar con una relativa continuidad la presencia de Dulcidio como obispo de Zamora. En esta fecha, el monarca Ramiro II lleva a cabo una donación al monasterio de Samos; en este acto estaba rodeado de los personajes más importantes de su reino y, entre ellos, Dulcidio, que ya se confirma como obispo de Zamora. Desde este momento, es frecuente encontrarle asociado a la sede de Zamora en actos como donaciones a entidades religiosas.

El 9 de febrero de 937, en la conmemoración que el obispo de Astorga lleva a cabo por la terminación de las obras de Santiago de Peñalva, el obispo zamorano aparece en segundo lugar tras el de Oviedo, que ocupa el primer puesto. Un hecho a tener en cuenta es que en la donación que se hace en Zamora en el 940, Dulcidio aparece afiliado a la sede de Salamanca.

Es muy posible que el obispo tuviera un papel importante en la organización eclesiástica de Salamanca, pues la repoblación de este territorio se llevaba a cabo dos meses después de la batalla de Simancas (939). Algunos autores señalan que Salamanca había visto eclipsar su obispado en el siglo x por la fuerza que en este mismo siglo alcanzaba la ciudad de Zamora. Desde el año 940, Dulcidio utilizará indistintamente una u otra denominación. Lo que es evidente es que el desarrollo del episcopado de Zamora va unido sin lugar a dudas a la fuerza que la ciudad tiene en este momento y al incipiente desarrollo que se da en ella.

 

Bibl.: C. Fernández Duro, Memorias históricas de Zamora, su provincia y su obispado, Zamora, Sucesores de Rivadeneyra, 1882; U. Álvarez Martínez, Historia civil y eclesiástica de la provincia de Zamora, Zamora, La Seña Bermeja, 1889; J. Pérez de Urbel, El Condado de Castilla. Los 300 años en que se hizo Castilla, Madrid, Siglo Ilustrado, 1970; J. Rodríguez Fernández, Ramiro II rey de León, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Jerónimo Zurita, Escuela de Estudios Medievales, 1972; M.ª L. Bueno Domínguez, Historia de Zamora. Zamora en el siglo xi, Zamora, Fundación Ramos de Castro para el Estudio y Promoción del Hombre, 1988.

 

María Luisa Bueno Domínguez

 

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