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Eugenio Gómez Carrión

Biografía

Gómez Carrión, Eugenio. Alcañices (Zamora), 23.XII.1786 – Sevilla, 23.V.1871. Organista, pianista, compositor y profesor.

Inició sus estudios en el colegio de San Pablo, situado en Zamora e ingresó asimismo en la catedral en calidad de mozo de coro, donde se formó en órgano y armonía, teniendo como profesores al maestro de capilla, Luis Blasco, y al organista Manuel Daucha y Enche. En 1806 intentó obtener la plaza de organista 1.º al haber fallecido su profesor, a quien en algunas ocasiones había sustituido, pero no tuvo éxito en su pretensión; meses más tarde volvería a intentarlo, en esta ocasión a la organistía de la catedral de Palencia, pero de nuevo fracasó. Sin embargo, sus esfuerzos dieron resultado, pues en marzo de 1812 consiguió la plaza de 2.º organista. Al año siguiente opositó de nuevo a la plaza de 1.er organista de la catedral palentina y el 8 de junio de 1814 logró la plaza de 2.º organista en la catedral de Sevilla. El tribunal que juzgó las pruebas de Sevilla estaba formado por el maestro de capilla Domingo Arquimbau y el organista 1.º Manuel Sanclemente, quien acababa de conseguir su plaza y a quien le iba a unir desde entonces una gran amistad.

Desde que obtuvo la organistía 2.ª de la catedral sevillana en 1814, Eugenio Gómez permaneció en Sevilla el resto de su vida, y ya desde los primeros años comenzó a integrarse en la actividad musical, que estaba centrada en el teatro Cómico y en la catedral hispalense. Con Manuel Sanclemente fundó en junio de 1820 una academia filarmónica a imitación de otra existente en Cádiz y que regentaba el compositor y pianista Sixto Pérez, siguiendo el método Logier y las obras de Clementi que se imprimían en Londres. Esta iniciativa fue acogida de manera positiva por los ambientes ilustrados de la ciudad, como es el caso de la Real Sociedad Económica Sevillana de Amigos del País, institución a la que se vincularán ambos organistas.

Cuando Hilarión Eslava asumió magisterio de capilla de la catedral hispalense en 1832, uno de sus principales apoyos fundamentales para realizar su labor fue Eugenio Gómez. Asimismo, participó activamente en los conciertos que organizaba el recién creado Liceo Artístico y Literario de Sevilla (cuya sección de música estaba a cargo de Eslava), lo cual motivó que comenzara a componer obras pianísticas de salón, como la Introducción, variaciones y final para piano a cuatro manos, que estrenó en un concierto en la Casa de la Lonja en marzo de 1840, acompañado de su hija Juana, y otras pequeñas piezas como su Aire de vals.

Por otra parte, el ambiente teatral de Sevilla le impulsó a poner música al libreto de la vieja ópera cómica de Dalayrac Una hora de matrimonio y a tomar parte ocasionalmente como maestro de música, a partir de la temporada de 1821-1822, en las compañías de ópera del teatro Cómico sevillano. Tal interés por la música escénica le llevó a defender a su amigo Eslava con una crítica favorable y pormenorizada con motivo del estreno de Las treguas de Tolemaida, aparecida en la revista sevillana El Orfeo Andaluz el 1 de diciembre de 1842; en esta misma revista publicó ese mismo año una Canción italiana con texto de Metastasio.

Entre sus alumnos destacó el pianista José Miró, quien ya le sustituía en 1828 como maestro al piano en el teatro Cómico cuando Gómez no podía intervenir debido a su trabajo en la catedral. Con Miró actuó en los conciertos del Liceo improvisando fantasías para piano a cuatro manos sobre temas operísticos, repertorio que estaba de moda en aquella época y que gozaba del fervor popular. Con motivo de la estancia de Franz Liszt en Sevilla para ofrecer tres conciertos en diciembre de 1844, entabló relación con Gómez y tocó con él en los órganos de la catedral. Gómez mostró a Liszt sus 12 Melodías harmonizadas para piano, que merecieron la alabanza del compositor húngaro; el estímulo del apoyo de Liszt le animó a publicar esta serie y a componer una nueva serie de doce, que dedicó a Hilarión Eslava; posteriormente escribió otras tantas dedicadas a su alumna la infanta Luisa Fernanda. Entre la primera y ésta mediaban más de diez años y, en opinión de Antonio Álvarez Cañibano, “se puede apreciar una evolución que va desde los planteamientos de alguien educado en la escuela organística hispana hasta las formas breves y la estética intimista del piano romántico”.

Otra importante visita a Sevilla fue la protagonizada por el compositor ruso Mihail Glinka, quien también entabló amistad con Gómez durante su estancia en esa ciudad, entre abril y mayo de 1847. El compositor zamorano le dedicó una Melodía harmonizada para piano, el 12 de mayo de 1847, con el siguiente texto: “A la sincera amistad de Sr. Glinka, entusiasta de las bellas artes, su apasionado amigo y admirador de sus talentos artísticos: Eugenio Gómez. Organista de la Patriarcal de Sevilla”.

Gómez también tomó parte activa en los conciertos que organizaba la Sociedad Filarmónica Sevillana, fundada en 1845 por el conde del Águila. En esta sociedad creó una orquesta de sesenta miembros que él mismo codirigía junto con Mariano Courtier. A partir de 1853 Gómez fue maestro de la Real Capilla del palacio de San Telmo, residencia de los duques de Montpensier, a la cual acudía con anterioridad para impartir clases de Piano a la infanta Luisa Fernanda. En 1855 se jubiló como organista de la catedral aunque su actividad como profesor y concertista en las veladas de los Montpensier se mantuvo durante toda la estancia de los duques en Sevilla.

Como autor de música sacra, a Gómez Carrión se debe la obra en tres volúmenes Repertorio de organistas, en la que se recopilan ofertorios, elevaciones, versos en distintos tonos y temas para variaciones. El tercer volumen versa sobre la armonía y la modulación, incluyéndose numerosos ejemplos prácticos acompañados de pequeñas explicaciones teóricas sobre la modulación, respetando las normas de la armonía tradicional que, según Mitjana, “muestra mucho ingenio y real elegancia”. En el Museo orgánico español, compilado por Hilarión Eslava, se recogen un Ofertorio y una Elevación de Gómez, obras en las que, según Álvarez Cañibano, “se aprecia un estilo relativamente austero, formalista, algo italianizante en las melodías, con amplio uso de las progresiones armónicas y tendencia hacia el cromatismo en las voces intermedias”.

Para la cofradía de Semana Santa de la Quinta Angustia compuso diversas obras, tales como unas Coplas (1852), un Stabat Mater para voz y piano (1853) y una Meditación religiosa para piano (1853). Gómez fue uno de los pocos compositores españoles que en su época abordó la forma del concierto para piano y orquesta y, asimismo, recopiló temas populares andaluces. Fue nombrado maestro honorario del Conservatorio de Madrid y perteneció a distintas corporaciones artísticas españolas y extranjeras.

 

Obras de ~: Música escénica: Una hora de matrimonio, 1822. Orquesta y solista: Concierto asiático, para piano y orquesta. Coro y acompañamiento: Coplas a San Antonio, 1851; Coplas al septenario de los Dolores, 1852. Voz y piano: Canción italiana, 1842; Romanza española, 1853. Piano: 12 Melodías harmonizadas (dedicadas a F. Liszt); 12 Melodías harmonizadas (dedicadas a Hilarión Eslava); 12 Melodías harmonizadas (dedicadas a la infanta Luisa Fernanda); Aire de vals; Fantasía; Introducción, variaciones y final, 1840; Variaciones sobre motivos de ópera, 1843; Meditación religiosa, 1853; Seis valses originales de salón. Órgano: Gran ofertorio; Juego de versos a 4, por todos los tonos; Ofertorio y elevación (Museo orgánico español); Repertorio de organistas.

Escritos: Método de piano.

 

Bibl.: H. Eslava, Museo orgánico español, 1853; L. E. Powel, A History of Spanish Piano Music, Bloomington, 1980; A. Ruiz Tarazona, “Eugenio Gómez, romántico zamorano”, en El Correo de Zamora (noviembre de 1985); A. Gallego, “Eugenio Gómez. Aproximación a una vera biografía”, M. Manzano, “La música en las Melodías armonizadas”, A. Baciero, “Eugenio Gómez. Impresiones personales a una aproximación interpretativa”, en Eugenio Gómez. 1786-1871, Formas cortas interpretadas al piano por Amonio R. Baciero, ed. discográfica, Zamora, 1986; A. Gallego, “Eugenio Gómez y sus melodías para piano”, en E. Casares y C. Villanueva (coords.), De Música hispana et aliis, Santiago de Compostela, Universidad, 1990; L. Siemens, Música para las infantas, Las Palmas, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1991; A. Álvarez Cañibano, “Academias, sociedades musicales y filarmónicas en la Sevilla del siglo xix (1800-1875)”, en Revista de Musicología, XIV (1992); A. Álvarez Cañibano (ed.), Los papeles españoles de Glinka. 150 aniversario del viaje de Mihail Glinka a España, Madrid, Centro de Documentación Musical, 1996; A. Álvarez Cañibano, “Gómez, Eugenio”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. II, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 714-715.

 

Paulino Capdepón Verdú

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