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Juan de Dueñas

Biografía

Dueñas, Juan de. ¿Castilla?, c. 1400 – ¿Navarra?, 1460 ant. Poeta y militar.

No existe constancia documental de la fecha ni del lugar de nacimiento de Juan de Dueñas, y durante mucho tiempo se ha dado un debate entre los investigadores que lo consideran de origen aragonés y los que niegan ese extremo; sin embargo, la mayoría coincide en señalar su origen noble, pero pobre, y en situar la fecha de su nacimiento en los primeros años del siglo XV. También se sabe que hasta finales del primer tercio de este siglo estuvo al servicio de la Corte de Juan II de Castilla, a quien dedicó varios poemas. Otras composiciones de Dueñas prueban sus buenas relaciones con grandes figuras de la Corte, como el marqués de Santillana, de cuya amistad consta como testimonio literario el poema que tiene por primer verso “De aquesta noche pasada”.

Por otra parte, algunas coplas dirigidas al propio Rey, ante el que se quejaba de la venalidad de la justicia, muestran su postura crítica respecto a ese tema, así como su actitud ante judíos y conversos judaizantes, a los que acusa de esquilmar al pueblo, en el marco de un cada vez más generalizado sentimiento antijudaico; en realidad, el hidalgo Juan de Dueñas no asume de buen grado el ascenso de judíos y conversos frente al estancamiento de sus propias aspiraciones de éxito social. Sus críticas alcanzaron al propio condestable Álvaro de Luna, lo cual explicaría que Juan de Dueñas se viera obligado a abandonar la Corte de Castilla; a partir de entonces, su trayectoria aparece relacionada con las Cortes de Aragón y de Navarra, y existe constancia de que este cambio de bando político se había producido ya en 1429. Es en esa época cuando Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, escribe unos versos desafiando a aragoneses y navarros que se harían muy populares; de inmediato, Juan de Dueñas responde con versos que corroboran su nuevo posicionamiento político, e incluso, en una escaramuza en la frontera, derrota al marqués, que consigue huir evitando en el último momento ser capturado. Hacia 1432, habiendo sido coronados el infante Juan y Blanca reyes de Navarra, Juan de Dueñas puso sus servicios a disposición de los nuevos monarcas. También por esas fechas aparece ocupando el cargo de “maestre sala”, puesto que probablemente desempeñó entre 1430 y 1433.

Aunque es sólo posible que Dueñas interviniera en la famosa batalla de Ponza, acaecida el 5 de agosto de 1435, se tiene en cambio constancia de que participó en el asedio de la ciudad de Nápoles en 1437, ocasión en la que fue hecho prisionero y encarcelado en la torre de San Vicente, siendo durante este cautiverio cuando compuso su famosa Nao de Amor. Muy pronto recuperó la libertad, y se vuelve a encontrar a Dueñas con el cargo de uxer d’armes, de nuevo al servicio de Alfonso V el Magnánimo. En Italia, además de destacarse como soldado, Dueñas cultivó los círculos literarios cortesanos, en los que brillaban figuras como Lorenzo Valla y El Panormitano. De entonces data su amistad con otro autor incluido en el Cancionero de Estúñiga, Fernando de Guevara.

Concluida la guerra con la victoria del monarca aragonés, Juan de Dueñas recibió de éste cien ducados por el importe de sus enseres de armas, y otros trescientos como recompensa a su esforzada actitud en la guerra, además del permiso para volver a la Península.

De regreso, Dueñas viaja a Castilla con el propósito de reconciliarse con su Corte. Igualmente está confirmada su presencia en la Corte de Navarra a partir de 1440 y durante toda esa década. Continúa allí su actividad literaria, e intercambia poemas con otros poetas amigos, como Pedro de Santa Fe o Juan de Villalpando; en esta época muestra ya Dueñas en su obra la asimilación del alegorismo italiano. A partir de ese momento, desaparece cualquier constancia documental sobre su vida, pero se debe suponer que permaneció en dicha Corte hasta su muerte, la cual, dadas las nulas referencias a su persona en la segunda mitad de siglo, probablemente aconteciera antes de 1460.

La producción poética de Juan de Dueñas, considerablemente amplia, está distribuida, como cabe esperar en un poeta cortesano de su siglo, en distintos cancioneros, fundamentalmente el de Estúñiga, que se copió en la Corte de Nápoles entre 1460 y 1463 a iniciativa del poeta Lope de Estúñiga; Dueñas formó parte de los treinta y nueve autores seleccionados para este cancionero, compuesto de un total de 162 poemas.

Su más importante contribución al mismo es la pieza titulada Nao de Amor. Esta composición, erudita e italianizante, posible desarrollo de una metáfora petrarquista, es una larga alegoría basada en la comparación entre la vida del enamorado y la derrota de la nave, y está dirigida a un personaje que cabe identificar con Alfonso V; de hecho, toda la obra se podría interpretar como una “relación” dirigida a este monarca, en la cual se solicitara su ayuda. La obra se compone de veintidós estrofas de nueve versos, con estructura “8a8b8b8a8a8c8c8a8c”, y un Fin con la variante “abbab” de la quintilla, con un total de doscientos tres versos de rima consonante. Destaca en su vocabulario la gran cantidad y variedad de términos (en su mayoría de origen catalán, que el autor debió de aprender en la escuadra aragonesa) relacionados con el mundo de la navegación. La obra tuvo tal aceptación que fue incluida en numerosos cancioneros y no pocas veces imitada. Entre sus más afortunados imitadores se encuentra el comendador Escrivá, cuya presencia en la corte de Nápoles está también documentada.

En el mismo Cancionero se incluye otro poema de Dueñas, escrito en coplas castellanas, en el que al parecer el poeta se hace eco de una polémica contemporánea sobre la dificultad de hallar franqueza en los hombres, controversia suscitada por el también poeta Gutierre de Arguello. Dueñas resuelve la cuestión atribuyendo a un “muy noble rey de Espanna” tal virtud, pero sin hacer explícito su nombre.

De este autor ha llegado también una sacroprofana Misa de amores, tipo de composición poética basada en la parodia de los rezos litúrgicos de la misa; una suerte de “paganismo amoroso” en el que los dioses clásicos (Venus, Cupido, Apolo...) aparecen en lugar de la Virgen María o del propio Dios cristiano, y que dio origen a las Misas de amores, las Letanías de amor, o los Gozos de amor, géneros muy en boga en el ámbito cancioneril del siglo XV y especialmente entre los poetas españoles de fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento. La Misa de amores de Dueñas, una de las más discretas en esta identificación paganismo- religión cristiana, y también una de las más antiguas, se compone de treinta y tres coplas de siete versos de arte menor con rima consonante y estructura métrica “abbacca”, cerrándose la composición con un fyn de cuatro versos con estructura “abba”.

Por último, además de un buen número de poemas de circunstancias, amorosos y políticos repartidos en distintos cancioneros, se encuentra en el Cancionero de palacio un interesante diálogo escrito por Dueñas en versos endecasílabos, con acentuación que oscila entre el endecasílabo italiano y el decasílabo provenzal.

En el poema se trata el típico asunto cancioneril en el que un caballero solicita los amores de una dama, la cual, con donaire y discreción, se resiste a corresponderle, alegando que son pocos los verdaderos caballeros que quedan en el mundo. Como ocurre en otros diálogos de ambiente cortesano, al final se apela al juicio de una autoridad (en este caso, a don Juan, rey de Navarra e infante de Aragón) para que dirima la cuestión.

 

Obras de ~: “Uno de los desechados”, fol. 292r.; “Desidme señor que cuyta es la vuestra”, fol. 292r.; “Rey vistuoso yo biuo turbado”, fols. 292r.-292v.; “O triste ventura mia”, fol. 292v.; “Sy por preçio se vendiese”, fol. 292v.; “No es pena la mia no”, fols. 292v.-293r.; “Cuando el rey mostro su cara”, fol. 293r.; “De los reyes que sobra”, fols. 293r.-293v.; “Beati de amores adsyd (Misa de amores)”, fols. 293v.-294v.; “[La franquesa muy estraña]”, fol. 294v.; “Avnque visto mal argayo”, fol. 294v.; “Tenplo de mi deuoçion”, fols. 294v.-295r.; “Sy mi grand mal tus ojos”, fol. 295r.; “De aquesta plaga tan fuerte”, fol. 295r.; “Vna letra rreçibi”, fol. 295v.; “Vn muy galan mercador”, fol. 295v.; “El portero: Catad que vos emplaso señor”, fols. 295v.-296v.; “En los tienpos ya pasados”, fol. 296v.; “Sy Dios a fyn que me emiende”, fol. 296v.; “Alto Rey mas poderoso”, fols. 346r.-346v.; “Rey señor los mis ynojos”, fols. 346v.-347r.; “Sy por modos coruscales”, fol. 347v.; “Buen conde de Santisteuan”, fols. 347v.-348r.; “Noble rey de quien espero”, fols. 348r.-348v.; “Aquel que el mundo sostiene”, fols. 348v.-349r.; “Infante señor algunos”, fol. 349r.; “Reyna de quien la fortuna”, fols. 349r.-349v.; “Prinçesa do bien pareçe”, fol. 349v.; “Noble persona famosa”, fol. 350r.; “En altas ondas del mar”, fols. 350r.-351r.; “A vos la mas entendida”, fol. 351r.; “De aquesta noche pasada”, fol. 351r.; “En la grand corte real”, fols. 351r.-351v.; “Ferrando de Gueuara”, fol. 351v.; “Ferrando señor amigo quisto”, fol. 351v.; “Tristes nueuas e gososo”, fol. 351v.; “Por syngular afeçion”, fols. 351v.-352r.; “De los dones que natura”, fol. 352r.; “Por Dios mi buen compañero”, fols. 352r.-352v.; “Fermosa gentil judia”, fol. 352v.; “Entre todos los cuydados”, fol. 352v.; “O noble dueña conplida”, fols. 352v.-353r.; “El sol claro la luna escuresca”, fol. 353r.; “Bien mereçe ser tal”, fol. 353v.; “Todas las damas del mundo naçidas”, fol. 353v.; “Non se qual de mis sentidos”, fol. 353v.; “Quando fuestes al sermon”, fol. 353v.; “Vida llamays a mi vida”, fol. 353v.; “Señora tanta pasion”, fol. 353v.; “Amor temor y cordura”, fol. 354r.; “Coraçon antes morir”, fol. 354r.; “Pues mi beuir no desea”, fol. 354r.; “Avnque veo que es mi daño”, fol. 354r.; “Bien asy como defiendes”, fol. 354r.; “Señora mi coraçon”, fol. 354r.; “Señora desesperar”, fols. 354r.-354v.; “El plaser que mas deseo”, fol. 354v.; “Pues bien desesperado”, fol. 354v.; “Avn agora se me acuerda”, fol. 354v.; “Pues syenpre te quiero mas”, fol. 354v.; “Dueña de quien esperança”, fols. 354v.-355r.; “Bien creo que d’este mal”, fols. 355r.-355v.; “Dueña de grand fermosura”, fol. 355v. y “Pues te vas a Portugal”, fol. 355v., en Cancionero de Gallardo o de San Román, c. 1454, 2-7-2, ms 2 de la Real Academia de la Historia (Madrid); “En altas olas del mar (Nao de Amor)”, fols. 52r.-56r. y “La franqueza muy estraña”, fols. 69v.-70r. en Cancionero de Estúñiga, c. 1460 (ed. de M. y E. Alvar, Zaragoza, Institución “Fernando el Católico”, 1981, págs. 117-122 y pág. 144 respect.); “Bien assi como deffiendes”, fol. 158r. y “En altas ondas d’amar”, fol. 194r., en Cancionero de Herberay des Essarts, c. 1464, (ed. de C. V. Aubrun, Le Chansonnier espagnol D’Herberay des Essarts, Burdeos, Feret et Fils, 1951, pág. 154 y pág. 187 respect.); “Aum que veo que es mi danyo”, fol. 11v.; “Con grant reverencia e mucha mesura”, fols. 46v.- 48r.; “Senyor Don Iohan excellente”, fols. 48v.-49r.; “Con grant sentimiento de mi corazón”, fol. 49r.; “Aun que visto mal argayo”, fol. 90v.; “Vi, senyora, una carta”, fols. 101v.- 102r.; “Senyora, yo escrivi”, fols. 132v.-133v.; “Entre todos los cuydados”, fols. 146r.-146v. y “Ay de vos despues de mi”, fols. 146v.-147r., en Cancionero de Palacio, c. 1470, (ed. de F. Vendrell, Barcelona, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1945 págs. 145-146, págs. 205-209, págs. 209-210, págs. 210-211, págs. 300-301, págs. 304-305, págs. 360-362, págs. 384-385 y págs. 385-386 respect.); Misa de amores (ed. de J. Piccus, “La Misa de amores de Juan de Dueñas”, en Nueva Revista de Filología Hispánica, XIV [1960], págs. 322- 325).

 

Bibl.: J. Amador de los Ríos, Historia crítica de la Literatura española, vol. VI, Madrid, Imprenta de José Fernández Cancela, 1865, págs. 174-179 y 458, n. 1; F. Vendrell de Millás (ed.), El Cancionero de Palacio, Barcelona, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1945, págs. 73-75; Ch. V. Aubrun (ed.), Le Chansioner espagnol d’Herberay des Essarts, Bordeaux, Feret et Fils, 1951, págs. LXXXII-LXXXIV; J. Piccus, “La Misa de amores de Juan de Dueñas”, en op. cit.; J. Cejador y Frauca, Historia de la lengua y literatura castellana, vol. I, Madrid, Gredos, 1972, pág. 54; N. Salvador Miguel, La poesía cancioneril, el “Cancionero de Estúñiga”, Madrid, Alhambra, 1977, págs. 78-84; V. Beltrán, Edad Media: lírica y Cancioneros, Barcelona, Crítica, 2002, pág. 466.

 

Óscar Urra Ríos

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