Folía Prades, Juan Bautista. Sant Jordi del Maestrat (Castellón), 1881 – Onda (Castellón), VII.1945. Escultor.
De muy joven se trasladó a la Ciudad Condal, donde estudió en la Escuela de Artes del barrio de Gracia. Después de trabajar con diversos escultores amplió conocimientos en el taller de fundición de Masriera y Campins en Barcelona. Se trasladó a Madrid por indicación de Benlliure para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En 1903 huyó del cuartel militar de Salamanca por motivos de insumisión y viajó a París, donde conoció a Rodin. Allí recibió su primer premio por su obra Tumba. Regresó a España y después de diversas peripecias personales por su actitud antibelicista fue protegido por el escultor Agustín Querol y trabajó en su taller de Madrid. De esta primera etapa cabe destacar, entre otras, las obras Unamuno, Campesina italiana, Despertar, Prudencia, Beso, Famili e Injusticia, muchas de temática social.
De los grandes profesores que tuvo sobresalen August Rodin, Agustín Querol, Mariano Benlliure, Campeny, Tasso y Vallmitjana. Fue profesor en las Escuelas de Bellas Artes de Salamanca, Vitoria y de la Universidad Católica de Santiago de Chile en su primer viaje a América (1914-1918).
Desde sus inicios se adscribió a la corriente impresionista, bajo la que produjo numerosas obras y recibió premios y galardones entre 1902 y 1914. Trabajó en diferentes temas, pero destacó por los bustos de personajes de su tiempo, obras simbólicas que presentaba en los concursos, y decoró diversos palacios, iglesias y mausoleos en España, Chile y Argentina. Dominó a la perfección las técnicas de modelado en barro y terracota, talla de mármol y madera en obras religiosas.
Expuso por primera vez en Barcelona con motivo de la Exposición Universal de 1907, en la que su obra Vida bohemia fue premiada. Individualmente expuso en muchas ciudades y en diversas ocasiones, como en Madrid —donde fue premiado en 1912 por la obra Buscando belleza—, Barcelona, Salamanca, Valencia, Vitoria, Bilbao, Santiago de Chile y Buenos Aires. En 1914, a su llegada a Chile, recibe el Primer Premio Nacional por su trabajo Pereira; posteriormente realizó en este país monumentos a los héroes de la independencia Manuel Rodríguez y Eleuterio Ramírez.
Su triunfo americano fue total, como lo demuestran centenares de obras, exposiciones, premios, mucho trabajo y prosperidad personal. Cuando regresó a Barcelona participó en la Exposición Universal de 1929 con trabajos para Montjuïc. Después montó su taller en la ciudad de Valencia y trabajó en mausoleos y otras obras para los empresarios Rafael Ridaura y Andreu Blasco (1930).
Volvió más tarde a su estimada ciudad de Santiago de Chile para realizar numerosas esculturas religiosas y la decoración íntegra de los templos de Paray le Monial y las madres agustinas. De retorno a España, se vio desplazado por las nuevas corrientes y amigos artistas y se instaló en la ciudad de Barcelona, donde tuvo un taller en el que empezó a trabajar su hijo Juan.
Durante los duros años de la Guerra Civil viajó por Madrid, Valencia y Barcelona. Su simpatía por la causa republicana le empujó a producir interesantes obras de carácter simbólico referidas al conflicto.
Destacan algunos trabajos como Francesc Maciá, La República, Fanatismo, 19 de julio, Cabeza de mujer, etc., varios conservados en el Museo Nacional de Arte Contemporáneo.
Tras la Guerra Civil, regresó a su tierra y se instaló en Castellón de la Plana, donde montó un taller de obra religiosa. En 1942 pasó a vivir a la ceramista ciudad de Onda, donde levantó dos magníficos retablos en la iglesia parroquial. De esta última etapa destacan obras como Cervantes, General Aranda, Santísimo, Cristo, Venus, etc. La creación sensual que tan maravillosamente había modelado en su juventud en París, Barcelona, Salamanca, Madrid o Chile, quedaba ahora reducida a la producción privada por la moral de la época. Juan Bautista Folía buscó la paz entre la solitud, sus recuerdos de Chile, la creación artística y el trabajo reconfortante de sus figuras místicas y sensuales que evocaban una vida mejor. Después de caer de un andamio en el templo de Onda, murió una tarde de julio a los sesenta y cuatro años.
Obras de ~: Víctor Balaguer, Barcelona, 1901; Campesina italiana, Barcelona, 1902; Tumba, París, 1903; Unamuno, Salamanca, 1907; Pintor Ribalta, Castellón, 1908; Buscando belleza, Madrid, 1912; Pereira, Santiago de Chile, 1914; Danza, Santiago de Chile, 1917; Batalla de Maipú, Buenos Aires, 1918; Pintor Puig Roda, Castellón, 1922; San Agustín de Hipona, Santiago de Chile, 1925; Mausoleo Ridaura, Alfafar (Valencia), 1929; Cristo yacente, Barcelona, 1930; 19 de julio, Barcelona, 1937; Dolorosa, Vinaròs (Castellón), 1939; San Nicolàs, Castellón, 1941; Cervantes, Madrid, 1943; Retablo Altar Mayor, Onda (Castellón), 1945.
Bibl.: N. Yáñez Silva, “Con el maestro Folía”, en Página Española (Santiago de Chile), 1917; E. Ribes, “Estudio biográfico- crítico del escultor laureado Juan Bautista Folía”, en Heraldo de Castellón, 1922; Tiberio, “Grandes artista valencianos, al regreso del escultor Folía”, en Semana Gráfica (Valencia), 1929; J. Ferreres Nos, L’Escultor B. Folía, un artista universal del Maestrat, Mataró, J. Ferreres, 1985; El escultor B. Folía, contextualización del artista, estudio estilístico, catalogación y documentación de su obra, tesis doctoral, Bellaterra, Publicacions de la Universitat Autònoma de Barcelona, 1977 (microfichas); Homenaje al Escultor Folía, catálogo de exposición, Castellón, Ayuntamiento, 1996; Homenaje al Escultor Folía, catálogo de exposición, Vinaròs, Ayuntamiento, 1996; L’Escultor Folía: exposició homenatge del 19 de setembre al 12 d’octubre de 1997, Museo de Montsià, catálogo de exposición, Amposta, Ayuntamiento, 1997; El escultor B. Folía, catálogo de exposición, Vinaròs, Antinea, 2000; L’Escultor B. Folía: exposició homenatge a Onda, catálogo de exposición, Onda, Casa de Cultura, 2003.
Joan Ferreres Nos
