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Gabriel Xosé Eiroa Barral

Biografía

Eiroa Barral, Gabriel Xosé. Santiago de Compostela (La Coruña), 30.XI.1892 – 21.II.1935. Escultor.

En Santiago de Compostela, donde nació en 1892, transcurrió toda la vida de Xosé Eiroa, pues en esta ciudad es donde su padre tenía un taller marmolista, en el que el artista se familiarizará, desde su niñez, con el oficio y el material escultóricos. Sin embargo, no comenzará su actividad artística hasta la edad adulta y lo hará por influencia de un grupo de intelectuales gallegos, denominados Os Novos, que se reunían en la casa de Sixto Aguirre, ubicada en el mismo edificio de la Rúa Nueva que el taller de marmolista de los Eiroa, y que le animarán a comenzar su trabajo creativo con el objetivo fundamental de renovar la escultura gallega, de la misma manera que ellos lo hacían en el campo de la historiografía, la pintura o la literatura; entre este grupo se encontraban figuras de la talla de Rafael Dieste, Maside, Álvaro Cunqueiro o Luis Seoane, entre otros.

La prematura muerte del artista, en 1935, y su tardío inicio en la escultura provocan que el número de obras que se conservan sea muy reducido y, en muchos casos todavía sin trasladar a su material definitivo; este hecho, junto con la hábil presentación que de su figura hicieron sus contemporáneos —en 1933, Fernández del Riego escribía en la revista Nós: “podemos decir que la escultura genuinamente gallega tal como la entendemos en un sentido nuevo, está hoy representada por Eiroa, escultor gallego y universal”— y, en los años cincuenta, el grupo Galaxia —especialmente con la publicación del volumen IV de Monografías de Arte Nuevo, dedicado a Eiroa y escrito, desde Buenos Aires, por su gran amigo Luis Seoane—, contribuyeron a crear el mito de Xosé Eiroa como uno de los más grandes escultores gallegos de la historia.

Precisamente, no se puede entender la obra de este escultor compostelano sin tener en cuenta la citada publicación de Seoane, verdadera declaración de intenciones de una escultura regionalista vinculada al ideario de Os Novos y que marcó todo el proceso creativo de los miembros de esta generación en sus años de existencia. Galicia, a través de su historia, de su arte, paisaje, tradiciones populares, modos de vida, etc., será la gran protagonista de la escultura de Eiroa, muchas veces representada a través de la figura de la mujer, imprescindible en la estructura social y económica gallega tradicional; y, de modo especial, de la “mujermadre”, tema que será una constante en toda su trayectoria; en un camino hacia delante del arte gallego que va a tener muy presente su pasado culto —partiendo del arte románico tan protagonista de Compostela— y popular —cruceros, costumbres paganas, etcétera.

La obra de Eiroa es, como el paisaje gallego y sus gentes, firme y delicada a la vez, de gran volumen, con formas redondeadas y encerradas en sí mismas que animan al espectador a introducirse en su espacio, a rodear sus imágenes en su totalidad para poder apreciar diversos matices que cambian en función de la luz y del estado de ánimo. A todo ello ha de sumarse la recuperación de los materiales autóctonos: el granito y la madera, tan expresivos y, por tanto, apropiados a lo que el autor quiere transmitir de “autóctono” en sus piezas, aunque también generalizó, con los años, el uso del mármol.

La muerte, con cuarenta y tres años, truncó la trayectoria de un artista todavía en período de formación e investigación teórica y formal, en la que se sumaban las tradiciones gallegas y las ideas innovadoras propias de las corrientes artísticas de la época en el camino de lograr la modernización de una escultura y de un arte gallego con personalidad propia, nueva y, al tiempo, orgullosa de su historia y sus tradiciones. Como señalaba Seoane en 1957, “Eiroa xurdiu na escultura de Galicia con caraiterísticas propias, desvencellado dos antecedentes da xeneración anterior, e con unha vontade de estilo que entronca coa grande escultura galega medieval”.

 

Obras de ~: Lavandera, 1930; La lechera (1.ª vers.), s. f.; Campesina, s. f.; Cabeza de mujer, s. f.; Maternidad, s. f.; Chica, s. f.; La lechera, s. f.; Busto de Mireya Dieste de Baltar, s. f.; Madre e hijo, s. f.; Mujer peinándose, s. f.; Mujer, s. f.; Cabeza de mujer, s. f.; Busto de Luis Manteiga, s. f.; Busto de Luis Seoane, s. f.; Mujer en reposo, s. f.; Cabeza de Cristo, s. f.

 

Bibl.: F. Fernández del Riego, “A cultura galega hoxe en día”, en Nós, 118 (1933); L. Seoane, Xosé Eiroa, Vigo, Galaxia, 1957 (col. Monografías de Arte Novo, IV); J. M. López Vázquez, “Eiroa, Xosé”, en R. Otero Pedrayo (dir.), Gran Enciclopedia Gallega, t. IX, Santiago de Compostela, 1974, págs. 246-247; J. M. López Vázquez, “Arte Contemporáneo”, en Galicia, arte, XV, La Coruña, Hércules, 1995; B. D omínguez Román, “Os Novos y la pervivencia de sus modismos”, en Galicia, terra única. Galicia, 1900-1990, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1997, págs. 276-289; M.ª L. Sobrino Manzanares, De Asorey ós noventa. A Escultura Moderna en Galicia, catálogo de exposición, Santiago de Compostela, Auditorio de Galicia, 1997; J. M. López Vázquez, “Xosé Eiroa”, en A. Pulido Novoa (dir.) y C. del Pulgar Sabín (ed.), Artistas gallegos escultores (realismos regionalistas), Vigo, Nova Galicia, 2002, págs. 64-87.

 

Ramón Yzquierdo Peiró