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Rolán de Moys

Biografía

Moys (Mois), Rolán de. Bruselas (Bélgica), p. m. s. XVI – Zaragoza, 18.XI.1592. Pintor y mercader.

Se asegura que había llegado a tierras aragonesas, junto con su compatriota Pablo Schepers, acompañando al duque de Villahermosa, Martín de Gurrea y Aragón, a su regreso de los Países Bajos a finales de 1559. Fue “maravilloso retratador”, en palabras de Jusepe Martínez, quien también cuenta que el duque de Villahermosa “lo ocupó en hacer retratos de la genealogía de su casa, sacándolos de originales muy antiguos [...]. No hubo en aquel tiempo persona de cuenta que no se hiciese retratar de su mano [...] por ello se hallan infinitos”. Recientemente se cree que Moys fue pintor de la reina Juana y se le atribuyen algunos retratos de la hermana de Felipe II, tradicionalmente otorgados a Alonso Sánchez Coello (Kusche). Sin embargo, las primeras noticias documentadas sitúan a Moys en Zaragoza y corresponden a diciembre de 1571, y desde entonces hasta noviembre de 1592, fecha de su muerte, hay puntual noticia. En esta ciudad se casó dos veces, figura en una matrícula de caballeros e hidalgos de 1589 y llevó a cabo una intensa labor como pintor religioso y de retratos, formando un taller con numerosos ayudantes e incluso tuvo colaboraciones con otros pintores de Aragón. Con el ejercicio de su profesión y otras actividades ajenas a la misma, pudo reunir un patrimonio de bienes inmuebles contabilizado en casas —para vivienda propia y otras para arrendar en el barrio de San Pablo de Zaragoza— y campos, además de tener capilla de enterramiento propia.

Moys resume la brillante etapa del Renacimiento pictórico en Aragón, cuando la simbiosis de artistas, comitentes y colecciones le dieron un marcado acento internacional. En su obra religiosa se mezclan aspectos de la pintura flamenca e italiana, planteando en sus últimas realizaciones propuestas naturalistas y matices luminosos de signo pretenebrista. Introduce la paleta derivada de la tradición veneciana y modelos de Tiziano.

Los retratos conservados de la familia de los duques de Villahermosa, tradicionalmente atribuidos a Moys, responden a la tipología del retrato cortesano hispano del reinado de Felipe II, recordando propuestas de Antonio Moro y Alonso Sánchez Coello, que estuvo en Zaragoza y dejó obra. Esta serie actual de retratos, custodiados en su mayor parte en Pedrola (Zaragoza), es la única muestra conservada de las numerosas galerías de retratos que hubo en Aragón durante la segunda mitad del siglo XVI. La pintura aragonesa del último cuarto del siglo XVI y principios del siguiente está muy influida por el arte de Moys.

El primer documento conocido del pintor corresponde al 2 de diciembre de 1571 cuando, junto con su compatriota Pablo Schepers, contrató el retablo del Monasterio de La Oliva (Navarra), hoy en las Recoletas de Tafalla; son avalados por el duque de Villahermosa, de quien cobrarían el primer plazo de la obra al año siguiente. La mazonería y esculturas del retablo se encargaron al escultor Juan Rigalte y los pintores le daban en papel dibujadas las figuras e historias.

Las dificultades económicas de la comunidad religiosa postergaron durante años la culminación del retablo y quedó en manos de Moys y taller a la muerte de Schepers en 1576-1577.

A principios de 1574 contrajo matrimonio con Francisca Abiego y la pareja tuvo un hijo. En ese mismo año el duque de Villahermosa lo citó como pintor suyo, le concedió dinero para un joyel destinado a su mujer y lo encomendó a su heredero. En 1577 entró en su taller Lupercio Juan de Lunel, de Barbastro, y al año siguiente los diputados del reino de Aragón le encomendaron pintar cuarenta y ocho retratos —desaparecidos— sobre tabla de los justicias de Aragón, con diferentes trajes según época y con su correspondiente escudo de armas. Por esas fechas comenzó a hacer compatible su actividad artística con la de mercader y a relacionarse con su colega Felices de Cáceres.

En 1580 entró en su taller Francisco Metelín de Zaragoza, quien dos años después, junto con Antonio Galcerán, también discípulo de Moys, participó en el arreglo de piezas del retablo del monasterio de La Oliva, que estaban en Zaragoza. En 1582 se incorporó como aprendiz Francisco Ferrer de Lérida y al año siguiente lo hicieron Cristóbal de Moya de Calatayud y Juan de Iranieta de Navarra. De este modo pudo afrontar las tablas de San Juan Bautista y María Magdalena de la parroquial de Codos (Zaragoza), que reproducen modelos de Tiziano, el desaparecido retablo mayor de la iglesia de Santa Lucía de Zaragoza y los retratos —no conservados— para Martín de Bolea y Castro, señor de Siétamo. En 1584 contrató un retablo de Santa Ana, con incorporación de retratos —desaparecido—, siguió cobrando por el retablo de La Oliva, prestó dinero a su colega Daniel Martínez y continuó manteniendo contactos con los hijos de Martín de Gurrea y Aragón, duque de Villahermosa; de esas fechas deben ser los retratos del castillo de Nelahozeves (Chequia).

En 1585 contrajo nuevas nupcias con Ana Fonz, de cuya unión nacieron dos hijas, debió de pintar retratos destinados a Pedro de Híjar, para cuya familia había trabajado con anterioridad, diseñó el desaparecido retablo del Rosario de Grañén (Huesca) y los diputados del reino de Aragón le encargaron la decoración de la Cámara del Justicia y un cuadro del Juicio, no conservados. En junio del año siguiente, junto con su colega Antonio Galcerán, fue contratado para el desaparecido retablo de la Piedad, con retratos, destinado a Vera de Moncayo (Zaragoza). Desde 1587 dirigió el equipo de pintores formado por José de Fuentes, Miguel Abejar, Pedro Ballebrera, Bartolomé Martínez, Juan de Ribera y Felices de Cáceres, que participaron en la ornamentación de la techumbre de la Sala Real de la Diputación de Zaragoza (destruida), lugar donde se reunían las Cortes del Reino.

En ese año se alojó en su casa el viajero flamenco Jean Lhermite a su paso por la capital del Ebro y en el siguiente se dejó a su criterio artístico la decoración de la capilla del Santo Cristo de San Pablo, realizada por el pintor Felices de Cáceres.

En 1589 la comunidad del Monasterio de Predicadores de Zaragoza concedió al pintor capilla de enterramiento para él, sus descendientes y todos aquellos flamencos, borgoñones y alemanes que falleciesen en la ciudad. Para la misma pintó una gran tabla de la Epifanía, hoy en el Museo de Bellas Artes de Zaragoza.

En los últimos años renovó los aprendices de su taller con la incorporación del castellano Gregorio López, del francés Jaques de la Carria y de los zaragozanos Domingo del Camino y Lucas Pertús.

Siguió también muy activo y, así, en 1590 colaboró con Felices de Cáceres en la decoración y pinturas de historia del consistorio de invierno en las Casas del puente de Zaragoza, desaparecidas, y contrató el retablo mayor del Monasterio de Fitero (Navarra) por 2.200 ducados, elevada suma que se le daba “por la buena opinión que Moys tiene de la pintura”. Su estancia en esta localidad navarra la aprovecharía para hacer la decoración desaparecida del presbiterio de la iglesia del citado cenobio, además de dos tablas de San Andrés y Santiago, no conservadas, y contratar el retablo de la Asunción de Cascante.

El 16 de noviembre de 1592 el pintor hizo testamento y falleció dos días después. Dejó sin terminar, sólo dibujadas, las tablas del retablo del Rosario de la localidad de Romanos (Zaragoza), que su viuda encargó su conclusión a Jaime Casanova.

 

Obras de ~: Retrato de Martín de Gurrea y Aragón, palacio ducal de Pedrola (Zaragoza), 1556; Galería de retratos de la familia de los duques de Villahermosa, palacio ducal de Pedrola, c. 1560-1570; Retrato de Alonso de Aragón, primer duque de Villahermosa, colección particular, c. 1560-1570; Retrato de Hernando de Aragón, arzobispo de Zaragoza, palacio ducal de Pedrola, c. 1560-1570; Retrato de Pedro Magallón y Veráiz, colección particular, Tudela (Navarra), c. 1560-1570; Dibujo de la Asunción, Museo de Bellas Artes de Valencia, c. 1571; Retablo de la Asunción, Convento de las Recoletas de Tafalla (Navarra), 1571-1585; Retrato de Fernando de Aragón y Borja, Museo de Bellas Artes de Valencia, c. 1573; Dibujo del retrato de Juan Cristóbal Fernández de Hijar, conde de Belchite, Biblioteca Nacional de España, 1574; Retrato de Pedro Fernández de Híjar, colección particular, c. 1574; María Magdalena, castillo de Javier (Navarra), c. 1575-1580; S. Juan Bautista y María Magdalena, iglesia parroquial de Codos (Zaragoza), c. 1580; Retratos de Fernando de Aragón y Borja y de Juana de Pernstein, castillo de Nelahozeves (Chequia), c. 1582-1585; Adoración de los pastores y Epifanía, Museo de Bellas Artes de Zaragoza, c. 1585-1590; Epifanía, Museo de Bellas Artes de Zaragoza, c. 1589-1592; Retablo mayor, iglesia parroquial de Fitero (Navarra), 1590-1591; Retablo de la Asunción, iglesia de Nuestra Señora de la Victoria de Cascante (Navarra), c. 1591- 1592; Dibujo de las tablas, retablo del Rosario de Romanos (Zaragoza), 1592; Ecce Homo, colección particular.

 

Bibl.: J. Martínez, Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura, Madrid, c. 1670 (Madrid, Akal, 1972); J. R. Mélida, Prólogo a los Discursos de Medallas y Antigüedades que compuso D. Martín de Gurrea y Aragón, Madrid, Tello, 1903; M. Abizanda, Documentos para la historia artística y literaria de Aragón, Zaragoza, Patronato Villahermosa-Guaquí, 1932; J. R. Castro, Cuadernos de Arte Navarro. Pintura, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1944; C. Morte, “Documentos sobre pintores y pintura del siglo xvi en Aragón. II”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XXXI-XXXII (1988), págs. 183-457; Aragón y la pintura del Renacimiento, Zaragoza, Ibercaja, Museo Camón Aznar, 1990; A. Pérez Sánchez y L. Boubli, Dessins espagnols. Maîtres des XVI et XVII siècles, catálogo de exposición, Paris, Musée du Louvre, 1991, n.º 17; M. Kusche, “El retrato cortesano en el reinado de Felipe II”, en VV. AA., Felipe II y el arte de su tiempo, Madrid, Fundación Argentaria, 1998, págs. 343-382; C. Morte, “Rolán Moys, el retrato cortesano en Aragón y la sala de linajes de los duques de Villahermosa”, en VV. AA., El arte en las Cortes de Carlos V y Felipe II, Actas de las IX Jornadas de Arte del Centro de Estudios Históricos, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1999, págs. 445-468; C. Morte, “El supuesto retrato del Deán Villalón, atribuido a Tiziano, restituido a Rolán Moys”, en Goya, 292 (2003), págs. 13-27.

 

Carmen Morte García