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Jerónimo Vicente López de Vallejo

Biografía

Vicente López de Vallejo, Jerónimo. Jerónimo, Cósida. ?, c. 1510 – Zaragoza, 5.IV.1592. Pintor, miniaturista y dibujante.

Nacido quizás en Zaragoza, era hijo de Juan Vicente, cerero y especiero, y de Juana López de Vallejo.

Fue considerado por sus contemporáneos entre los pintores “más hábiles y aventajados del Reino de Aragón”, cualidades que todavía recordaba la historiografía aragonesa del siglo XVII y sus obras se seguían coleccionando en el siglo siguiente. La primera referencia documental corresponde a octubre de 1527 y en ella aparece en Zaragoza calificado como iluminador, especialidad que influirá en toda su obra artística.

Debió de iniciar su aprendizaje profesional en esa ciudad, donde recibiría una educación básica conservadora del lenguaje artístico hispanoflamenco, que renovaría en Castilla y Valencia. En Navidad de 1532 es requerido por la marquesa de Cogolludo (Guadalajara), Ana de Mendoza, para la realización de unas obras. Entonces pudo estudiar el retablo de Santa Librada de la Catedral de Sigüenza pintado por Juan Soreda, que le harían cambiar su estilo hacia formas cuatrocentistas italianas y modelos de Leonardo.

Acaso al entrar en contacto con la obra de los valencianos Vicente Macip y su hijo Juan de Juanes, debió de incorporar tipologías de Rafael. No obstante, en sus obras supo combinar de manera armónica los modelos del mundo italiano y nórdico, inspirados en grabados de Durero, Raimondi, Agostino Veneziano y Cornelis Cort. Las características más peculiares de su estilo están en la delicadeza de los detalles, con una sensibilidad especial de la belleza y dulzura de los rostros femeninos, figuras pequeñas de canon esbelto y elegantes movimientos.

Su principal mecenas fue el arzobispo de Zaragoza, Hernando de Aragón, en el tiempo que ocupó la sede (1539-1575), quien lo tuvo de consejero artístico, encargándole los proyectos de pintura más destacados y encomendándole el diseño de otros de escultura, junto a la dirección de los trabajos. No se puede olvidar que Cósida fue magnífico dibujante, autor de numerosos diseños para obras de arquitectura, escultura, orfebrería, rejas, bordados y cartones para tapices.

Vivió en Zaragoza en la calle de San Pablo, donde abrió su taller. A principios del año 1532 cobraba por terminar un retablo para la desaparecida iglesia de San Lázaro de la capital. En 1534 se casó con Jerónima García y tuvieron cinco hijos. Dos años más tarde se le confiaba la pintura de las tablas del banco del retablo mayor de la demolida iglesia de San Lorenzo de la misma ciudad. En 1537 atendía a un retablo de la Magdalena para la ermita de Pina de Ebro (Zaragoza) y a la decoración pictórica del monumento pascual de la parroquia zaragozana de San Pablo. Por esos años se conoce su trabajo como tracista proporcionando diseños para acomodar las rejas de la Santa Capilla del Pilar (1538) y de la capilla de San Vicente de la Seo (1539). Entonces ya había conectado con su principal cliente, Hernando de Aragón, quien le encargó las puertas del órgano del monasterio de Santa María de Veruela (Zaragoza) y a finales de 1540 tomaría a su cargo el retablo mayor de escultura del cenobio, coordinando su realización, haciendo la policromía y puertas de lienzo que lo cerraban. Para el mismo lugar pinta las vidrieras del refectorio y hace la traza de la capilla de San Bernardo. Simultáneamente efectúa para la vecina Tarazona el retablo de la Degollación de San Juan Bautista de la catedral (1540-1542), el desaparecido retablo mayor del convento de Nuestra Señora de la Merced y el grupo escultórico de Nuestra Señora de la Piedad (1544, sala capitular del convento de San Francisco de Tarazona). A esta primera etapa se pueden atribuir dos pequeñas tablas del Museo de Zaragoza con San Lorenzo y la Degollación del Bautista. En 1545 se implicó en la contratación de una reja para la iglesia del hospital de Nuestra Señora de Gracia de esa ciudad. Al año siguiente dibujó los cartones preparatorios para unos reposteros que tejería el tapicero flamenco Adrián Ángel.

Por mediación del arzobispo Aragón se encargaba en 1546 de hacer el retablo mayor de la iglesia parroquial de Valderrobres, en Teruel (tablas de San Benito, San Bernardo, San Pedro y la Coronación de la Virgen) con sus correspondientes grandes puertas de sarga, del que quedan restos y se conoce el conjunto por diversas fotografías antiguas. En palabras de Jusepe Martínez, Cosida “tuvo pocos discípulos porque no podían soportar su rígida condición”. Nos ha quedado testimonio en 1547 de los aprendices Martín Sanz y Esteban Crespán, y tres años después de cómo hirió de gravedad al pintor de Amberes Jusepe de Austria, enrolado en su taller. Entonces era ya un maestro de reconocido prestigio, como lo prueba que en 1549 se encargara de policromar el emblemático busto relicario medieval de plata de San Valero, en la Seo zaragozana.

Al año siguiente contrataba el retablo mayor de la parroquial de Pedrola, del que subsisten tres exquisitas pinturas (tablas de San Luis de Toulouse, San Esteban y Resurrección) y algunas tallas realizadas con diseños del pintor. De esos años (c. 1552) es la delicada tabla de la Imposición de la casulla a San Ildefonso de la colección Stirling Maxwell de Glasgow.

También entonces se iba a encargar de dirigir el equipamiento artístico de las capillas de San Bernardo y San Benito en la Seo de Zaragoza, financiado por su arzobispo; para la primera debió de preparar también las trazas de retablos y sepulturas de alabastro, y en la segunda pintó su desaparecido retablo.

En 1553 se le concede licencia para edificar un altar con retablo adosado a uno de los pilares de la nave principal de la iglesia de San Pablo, de donde debe de proceder la bella tabla de Nuestra Señora de la Esperanza hoy alojada en el retablo mayor del templo, en el que llevaría a cabo un control de las empresas artísticas sufragadas por la parroquia, además de hacer dibujos para un paño bordado, para el busto relicario de San Blas y una peana destinada a la testa de San Gregorio. Se conserva la traza para una custodia del Pilar de Zaragoza (1555). Entre 1554 y 1559 haría el bello y no documentado retablo de la Degollación del Bautista de la parroquial de Calcena y en 1558 Pedro Cubeles, obispo de Malta, le solicitaba para hacer los retablos destinados a sus capillas del Rosario de la colegial de Caspe (Zaragoza) y del Nacimiento de la iglesia de San Juan de Monzón (Huesca); desaparecidos en la última Guerra Civil, se conocen por antiguas fotografías. En 1562 el arzobispo de Zaragoza le encomendaba el desaparecido retablo mayor del monasterio cisterciense de Cambrón (Zaragoza).

Para febrero del año siguiente ya había pintado una serie de retratos en el derribado monasterio de Santa Lucía de Zaragoza.

A partir de 1565 incorpora a su nombre el nuevo apellido de Cósida y comienza a usar el título de infanzón, figurando en 1589 en el estamento de caballeros e hidalgos de Zaragoza, este privilegio y el ejercicio de la profesión le permitieron disfrutar de una posición muy desahogada. A esta etapa final de su carrera pertenecen el desaparecido retablo de la capilla de San Marcos de la Seo zaragozana (1565), el documentado retablo mayor de Nuestra Señora de la Asunción de Trasobares (1566), para el monasterio femenino cisterciense, una tabla de la Anunciación conservada en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (c. 1566), los exquisitos retablo mayor de la Dormición de la Virgen del monasterio de Nuestra Señora de la Caridad de Tulebras (Navarra) y el de Nuestra Señora que hizo para la cárcel de Manifestados de Zaragoza (c. 1569), hoy en el Museo de la capital aragonesa, además de una Anunciación pintada en dos pequeños tondos (c. 1569) del mismo museo. Continuaría con su actividad de tracista, así en 1567 se encarga de diseñar un busto de Santa Úrsula conservado en la basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza y dos años más tarde asume la traza de la remodelación del coro de la iglesia de San Pablo de la capital aragonesa, a la vez que la dirección artística de los trabajos; en el Archivo de Protocolos de Zaragoza, se conserva el interesante dibujo de la tribuna del órgano (c. 1569). También en 1569 se iba a encargar de la traza de un retablo para una capilla en la iglesia de San Andrés de Zaragoza y dos años después con el mismo cometido para otro retablo financiado por Antonio Bravo, capellán de Felipe II, para su capilla en la parroquial de Burbáguena (Teruel).

Entre 1570 y 1573 pinta el desaparecido retablo de Nuestra Señora del Rosario destinado al convento dominico de Tudela (Navarra), a la vez que trazaba la sillería de coro del monasterio zaragozano de Santa Fe y en 1573 hacía un retablo de la invocación del Ángel Custodio destinado a la parroquial de Hecho (Huesca). El último trabajo encomendado y financiado por el arzobispo Hernando de Aragón, fue el retablo mayor de la zaragozana cartuja de Aula Dei, contratado a comienzos de 1574 y finalizado once años después. Los restos conservados de esta obra en diferentes lugares (Museo de Zaragoza y ermita de Villamayor) demuestran la misma alta calidad técnica de toda su pintura, ejecutada casi siempre de su mano, si bien el viejo maestro se muestra anclado en la tradición de su propio estilo.

A partir de la muerte de su protector el arzobispo de Zaragoza, en 1575, se advierte una progresiva decadencia del pintor y se le acaban los contratos de grandes retablos. No obstante, en 1578 tasaba un arco efímero levantado ante el santuario de Nuestra Señora del Portillo de Zaragoza y también las pinturas realizadas por Pedro Pertús menor en la capilla de Santa María la Blanca y la nueva sacristía de la Seo.

Ese mismo año fr. Antonio García, obispo de Utica, le encargaba un retablo de la Pasión, para su capilla en la parroquial de Valtorres (Zaragoza), conservado en la iglesia de San Juan de Valencia. El último encargo documentado de Jerónimo Cósida es de 1587 cuando a edad muy avanzada facilitaba trazas para bordados.

 

Obras de ~: Retablo, iglesia de San Lázaro, Zaragoza, 1532 (desapar.); pintura de las tablas del banco del retablo mayor, iglesia de San Lorenzo, Zaragoza, 1536; retablo de la Magdalena, ermita, Pina de Ebro (Zaragoza), 1537; sargas de la Anunciación, Adoración y Epifanía, ermita, Bulbuente (Zaragoza), 1540; sargas de dos profetas, monasterio de Veruela (Zaragoza), 1540; retablo de la Degollación de San Juan Bautista, catedral, Tarazona (Zaragoza), 1540-1542; retablo mayor de la iglesia parroquial, Valderrobres (Teruel), 1546; retablo mayor de la parroquial de Pedrola (Zaragoza), 1550; Imposición de la casulla a San Ildefonso, Stirling Maxwell, Glasgow, c. 1552; altar con retablo adosado a uno de los pilares de la nave principal, iglesia de San Pablo, Zaragoza, 1553; retablo de la Degollación del Bautista, parroquial de Calcena (Zaragoza), 1554-1559; retablo del Rosario, colegial de Caspe (Zaragoza), 1558 (desapar.); retablo del Nacimiento, iglesia de San Juan de Monzón (Huesca), 1558 (desapar.); retablo mayor, monasterio de Cambrón (Zaragoza), 1562 (desapar.); serie de retratos, monasterio de Santa Lucía de Zaragoza, 1563 (desapar.); retablo de la capilla de San Marcos, La Seo, Zaragoza, 1565 (desapar.); retablo mayor de Nuestra Señora de la Asunción de Trasobares (Zaragoza), 1566; retablo mayor de la Dormición de la Virgen, monasterio de Nuestra Señora de la Caridad. Tulebras (Navarra), c. 1569; retablo de Nuestra Señora del Rosario destinado al convento dominico de Tudela (Navarra), 1570-1573 (desapar.); retablo de la invocación del Ángel Custodio, parroquial de Hecho (Huesca), 1573; retablo mayor, cartuja de Aula Dei, Zaragoza, 1574-1584; retablo de la Pasión, parroquial de Valtorres (Zaragoza), 1578; Noli me tangere, Museo del Prado de Madrid; tríptico de la Epifanía (desapar.); Matrimonio místico de Sta. Catalina (desapar.).

 

Bibl.: J. Martínez, Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura (c. 1670), edición de V. Carderera, Madrid, 1866; Conde de la Viñaza, Adiciones al Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, t. II, Madrid, Tip. de los Huérfanos, 1889; M. Abizanda, Documentos para la historia artística y literaria de Aragón, Zaragoza, La Editorial, 1915, 1917 y 1932, 3 vols; D. Angulo, Pintura del Renacimiento, en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, vol. XII, Madrid, Plus Ultra, 1954; J. Camón, La pintura española del siglo xvi, en J. Pijoán (dir.), Summa artis: historia general del Arte, t. XXIV, Madrid, Espasa Calpe, 1970; J. G. Moya, “Jerónimo Vicente Vallejo”, Bellas Artes, 63 (1979), págs. 71-80; C. Morte, “Documentos sobre pintores y pintura del siglo xvi en Aragón. I y II”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar (BMICA), XXX -XXXII (1987 y 1988), págs. 117-231; 183-457; J. Criado, El círculo artístico de Jerónimo Cósida, Tarazona, Centro de Estudios Turiasonenses, 1987; C. Morte, Aragón y la pintura del Renacimiento, Zaragoza, Instituto Camón Aznar, 1990; A. San Vicente, Lucidario de las Bellas Artes en Zaragoza: 1545-1599, Zaragoza, 1991; J. Criado, “Tradición y renovación de los usos profesionales de los talleres pictóricos zaragozanos del Pleno Renacimiento”, en BMICA, L (1992), págs. 5-84; Las artes plásticas del segundo Renacimiento en Aragón. Pintura y escultura 1540-1580, Tarazona, Institución Fernando el Católico, 1996; C. Morte, “A propósito del retablo de Valtorres (Zaragoza), obra del pintor renacentista Jerónimo Cosida”, en Homenatge a mossèn Jesús Tarragona, Lérida, Ayuntamiento, 1996, págs. 337-353.

 

Carmen Morte García

Relación con otros personajes del DBE