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María Yáñez García

Biografía

Yáñez García, María. La bella Dorita. Cuevas de Almanzora (Almería), 23.II.1901 – Barcelona, 26.VI.2001. Cantante, vedette.

La bella Dorita hizo del género de las variedades una especialidad que marcó a varias generaciones de profesionales. Muchos hombres se arruinaron por ella, dos se suicidaron y muchos fueron a parar en la cárcel tras pelear por ella. Se la llegó a comparar con Mae West y fue un mito indiscutible de la primera mitad del siglo xx en España. La familia dejó su pueblo natal por la miseria que quedó cuando los extranjeros que dirigían las minas donde trabajaban las cerraron cuando se marcharon de España durante la Primera Guerra Mundial. A los diez años, María trabajaba como criada para ayudar en el sostenimiento de su familia, mientras su padre se hallaba encarcelado por motivos políticos. Finalmente, llegó a Barcelona a los doce años con su madre, sus abuelos, su tío y sus cinco hermanos y comenzó a trabajar en una fábrica de juguetes con el sueldo de una peseta a la semana. Dos años después comenzó a trabajar de tejedora.

En 1917 se casó por primera vez. Su marido tenía diecinueve años y en la noche de bodas quedó embarazada, pero el matrimonio se separó antes de que naciese su único hijo, Ramón. Por esta razón, su madre la echó de casa. Encontró una pensión en la calle Nou de la Rambla donde alguien la ayudó a entrar en el Royal Concert, un café-concierto del Paralelo, como cantante de tangos por un sueldo de 4 pesetas semanales.

En 1918 comienza a tomar clases de canto y baile en la academia del Gordito, dirigida por el dueño del Royal Concert. Debuta en el espectáculo Pompeya que le permite trasladarse en 1921 a una pensión de la plaza Real.

En 1923 —aunque según algunas fuentes fue en 1919— ganó un concurso de belleza en el Royal Cabaret que cambiaría su vida porque muy pronto comenzaría a cantar cuplés folclóricos en ese local, primero como Dorita Yáñez, y después ya como La bella Dorita (Dorita por una amiga francesa llamada Dorée), su nombre artístico. De allí pasó a El Molino donde le ofrecieron un sueldo de sesenta pesetas semanales y la categoría de estrella si “enseñas un poquito y cantas cuplés verdes”. Así fue como nació Fumando espero, de Zamacois e hizo también famosas El tren, La pulga o La vaselina. Apareció retratada en las páginas centrales de la revista Color.

Después pasó a interpretar teatro costumbrista catalán, pero volvió al mundo del cabaret, siendo contratada en el Folies y más tarde en el Apolo donde empezó a desnudarse. En 1928 trabajó en Madrid donde un admirador le regaló una casa en la Corredera Baja.

En 1935 consiguió separarse oficialmente de su primer marido y se casó con el segundo, un banquero. Vendió su piso de Madrid y se instaló en una casa modernista de la parte alta de Barcelona, en el barrio de Putxet, regalo de un admirador. Ese año se retiró pero la Guerra Civil la obliga a retornar a la escena, mientras su hijo y su marido luchan en el frente. En 1938 actúa en el Teatro Tívoli de Barcelona. En 1939 muere su marido, Joaquín, después de pasar una temporada en un campo de concentración. Su hijo, sin embargo, vuelve a casa.

Durante los años cuarenta, La bella Dorita se consagra como la gran dama del Paralelo, cuyo éxito le lleva a actuar también en Valencia, Sevilla y Madrid. En la capital se presenta en el Teatro de la Zarzuela así como en diferentes salas de fiestas. Ahora lo hace lujosamente vestida, convirtiéndose en una referencia de la elegancia. En la década siguiente trabaja en todos los teatros del Paralelo en espectáculos de variedades, teatro cómico y revistas. En 1954 es fallera de honor de Valencia. Dos años después, con el dinero que recibe al vender parte de las joyas que recibe de sus admiradores, compra el tablao flamenco La bodega del toro, actual Sala Bagdad, que dirigirá hasta 1975 junto con Narciso Alberti.

En 1965 se retiró de los escenarios con el espectáculo Historias del Paralelo en el Teatro Victoria. En 1986 ve morir a su hijo Ramón y se casa con Narciso Alberti después de treinta años de convivencia.

En 1991 recibió la Medalla al mérito artístico de la ciudad de Barcelona y un homenaje organizado por el director de El Molino, Ardevòl. Más tarde se trasladó a vivir en la residencia geriátrica Virgen del Pilar. En febrero de 2001 recibió un homenaje en Cavá por su centenario en el que recibió la Medalla de la Generalidad de manos de la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau; la Geganta de Plata de manos del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Ferrán Mascarell, y el Micrófono de Plata de la Asociación profesional española de informadores de prensa, radio y televisión.

En 2002 se celebró un homenaje en su honor en Cuevas de Almanzora en el que la compañía de Merche Mar representó el espectáculo El Molino, el alcalde colocó una placa en la casa natal de María e inauguró una calle con su nombre. Desde 2007 la plaza situada frente a El Molino lleva su nombre.

 

Bibl.: A. Zúñiga, Una historia del cuplé, Barcelona, Barna, 1954; M. Díaz de Quijano, Tonadilleras y cupletistas. Historia del cuplé, Madrid, Cultura Clásica y Moderna, 1960; S. Gach, El Molino, Barcelona, Dopesa, 1972; M. Roig, ¿Tiempo de mujer?, Barcelona, Plaza & Janés, 1980; M.ª L. González Peña, “Bella Dorita, La”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord. general), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. II, Madrid, Sociedad general de Autores y Editores, 1999, págs. 335-336; E. Cuesta, “Un siglo de La Bella Dorita”, en El Mundo, sábado, 24 de febrero de 2001; “Muere La Bella Dorita, un mito de los escenarios del paralelo”, en El Mundo, 28 de junio de 2001; Á. Carmona González, Rosas y espinas: Álbum de las españolas del siglo xx, Planeta, 2004; J. Subirana, “La plaza de El Molino llevará el nombre de La Bella Dorita”, El periódico.com, 17 de marzo de 2007.

Filmografía: J. Úbeda (dir.), “Noms” Bella Dorita, la joia del paral.lel, 2006.

 

Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente

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