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Toribio Minguella y Arnedo

Biografía

Minguella y Arnedo, Toribio. Igea (La Rioja), 16.IV.1836 – Cintruénigo (Navarra), 16.VII.1920. Agustino recoleto (ORSA), misionero, obispo, filólogo, historiador.

Era hijo de Atilano Minguella Villar, natural de Tarazona de Aragón, comerciante de tejidos, avecindado en Igea, y de Margarita Arnedo Jiménez, natural de Igea, y pertenecientes a la clase media; vivían en una excelente casa que aún se conserva. Toribio estudió la primera enseñanza en Igea. A los once años ingresó en el seminario de Tarazona, en calidad de externo, por tener allí parientes, donde aprobó seis cursos con gran aprovechamiento. Antes de cumplir los catorce años recibió la primera tonsura clerical. A los diecisiete años, dejando sus estudios de seminarista secular, tomó el hábito de agustino recoleto en el noviciado de Monteagudo (Navarra) el 3 de abril de 1853.

A sus veintidós años, con otros compañeros, embarcó para Filipinas, donde terminó los estudios eclesiásticos y se ordenó sacerdote en 1859. Allí aprendió a la perfección el idioma tagalo, ejerciendo el ministerio en Imus, Las Piñas, Silang, Salinas y Cavite Viejo, durante dieciséis años (1860-1876). De su época en Filipinas, entre otras obras, dejó escrita una gramática tagala que todavía se considera como una de las mejores existentes. Alguien ha llamado a Minguella “el Nebrija de la lengua tagala”.

Ya en España, en 1876 fue comisario, procurador y vicario provincial de la provincia religiosa de Manila en Madrid, aceptando como tal el ofrecimiento del histórico monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, abandonado en la desamortización, para Colegio de Misioneros Agustinos Recoletos. Enseguida, Minguella fue rector del colegio, que le debe su restauración en 1878. Durante su estancia en este monasterio riojano organizó su archivo de tal forma que actualmente es conocido por Colección Minguella, y escribió una obra definitiva para demostrar fehacientemente que san Millán de la Cogolla, biografiado por san Braulio de Zaragoza en el siglo vii, fue natural de la villa de Berceo (La Rioja), y no de Verdejo (Aragón), como defendían, entre otros, el académico Vicente de la Fuente. Aprovechó además estos años para constituirse en uno de los principales promotores de la restauración del venerable Monasterio de Valvanera, escribiendo al final de sus días un estudio riguroso de su historia.

Después de su etapa en San Millán continuó como comisario y vicario provincial de Manila en Madrid, donde destacó como intelectual de rango en los principales foros del saber. En el Primer Congreso Católico Nacional de 1889 presentó una ponencia sobre la “Unidad de la especie humana probada por la filología” que se publicó inmediatamente. El tema era delicado y ambicioso. Su tesis fundamental fue unir filológicamente las lenguas indoeuropeas con las malayo-polinesias a través del sánscrito y del tagalo, con lo que se conseguía una sola cadena, formada por idiomas aglutinantes y de flexión, por oceánicos, asiáticos y europeos, resultando que unos y otros proceden lingüísticamente del mismo tronco.

En 1894 fue nombrado obispo de Puerto Rico, todavía de soberanía española. Toda la isla formaba entonces un solo obispado. Durante tres años y medio fue pastor solícito de su grey, visitando varias veces tan amplio territorio, administrando el sacramento de la confirmación a miles de diocesanos, instruyéndola con su palabra y sus escritos. Sus pastorales constituyen, todavía hoy, un testimonio valioso para la historia de la isla en los momentos delicados de la independencia. Fue fundador de un asilo de caridad en la capital de la diócesis.

En 1898, por la fuerza de la independencia de la Isla, fue trasladado a España. Se decía que le ofrecieron elegir entre los obispados posibles de la Península, y que él prefirió Sigüenza por carecer de capital de provincia (Guadalajara era entonces de la diócesis de Toledo), sin posibilidad de ingerencias del gobernador civil ni de autoridad política elevada. En los casi veinte años (1898-1917) que estuvo al frente de la diócesis de Sigüenza escribió diecinueve cartas pastorales, y ciento setenta circulares y exhortaciones.

Además escribió la Historia de la diócesis de Sigüenza (3 vols.). Su sucesor Laureano Castán Lacoma dijo: “Este egregio prelado, hizo Historia y escribió Historia; hizo Historia, como obispo; la escribió, como erudito”.

 

Obras de ~: Discurso [...] en la inauguración del templo de San Sebastián de PP. Recoletos de Manila, Binondo, 1867; Oración fúnebre [...] por el contraalmirante Méndez Núñez, Manila, 1869; Ensayo de Gramática Hispano-Tagala, Manila, Estudio Tipográfico de Plana y Compañía, 1878; San Millán de la Cogolla: Estudios históricos-religiosos acerca de la patria, estado y vida [...], Madrid, A. Pérez Dubrul, 1883; Conquista espiritual de Mindanao, Valladolid, 1885; Método práctico para que los niños y niñas de las provincias tagalas aprendan a hablar castellano, Manila, Tipo-litografía de Chofré y Cía., 1886; Unidad de la especie humana probada por la filología, Madrid, A. Pérez Dubrul, 1889; Memoria acerca del origen, desenvolvimiento, beneficios y estado actual de las Siervas de María, Madrid, 1889; Discurso acerca de la influencia del misterio de la Purísima Concepción en el culto de la Virgen María en España, Madrid, 1890; “Conquista espiritual de Mindanao: cuadros estadísticos”, en La Ciudad de Dios (CD), XXVI (1891); Necrología del P. Gabino Sánchez, Madrid, 1891; Pastorales al clero y fieles de Puerto Rico, Puerto Rico, Boletín Mercantil, 1894-1898; “Cartas pastorales al clero y fieles de Sigüenza y otros escritos”, en Boletín Eclesiástico (1898-1917); Oración fúnebre ante el cadáver de Ezequiel Moreno, obispo de Pasto, Madrid, 1906; Cartas Pastorales, circulares y otros escritos del Ilmo. Ezequiel Moreno, ed. de T. Minquella, Madrid, 1908; Biografía del Ilmo. Ezequiel Moreno y Díaz, Barcelona, Luis Gili, 1909; Santa Librada, virgen y mártir, patrona de Sigüenza, Madrid, 1910; Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus obispos, Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1910-1913; Cartas del Siervo de Dios Ilmo. Fray Ezequiel Moreno, Madrid, 1914; Compendio de la vida y virtudes de la Madre Mariana de San José, Madrid, 1916; Cartas del siervo de Dios [...], vol. II, Madrid, 1917; Compendio de la biografía del Siervo de Dios, Ilmo. Fray Ezequiel Moreno, Madrid, Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1918; Historia de la Santísima Virgen con explicaciones y reflexiones cristianas, Madrid, Hijos de Gómez Fuentenegro, 1919; Valvanera: imagen y santuario. Estudio Histórico, Madrid, Hijos de Gregorio del Amo, 1919; Estudios comparativos entre el tagalog y el sánscrito, Madrid, s. f.

 

Bibl.: F. Sádaba, Catálogo de los Agustinos Recoletos, Madrid, Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1906, págs. 488-492; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca Iberoamericana de la Orden de San Agustín, Madrid, Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1913- 1925, págs. 497-506; P. Fabo Campo, “Obispo octogenario escribiendo libros: el Ilmo. T. Minguella”, en CD (1919), págs. 218-228; Vida del Excmo. P. Toribio Minguella, Barcelona, 1927; A. de Federico Fernández, “Excmo. y Rvdmo. T. Minguella y Arrendó”, en Historia de la diócesis de Sigüenza, vol. IV, Sigüenza, 1967, págs. 1-74; A. Pérez Alonso, Historia de la Abadía de Valvanera, Gijón, 1971; R. García, “En torno a nuestro Padre Minguella”, en Boletín de la Provincia de San Nicolás de Tolentino (Marcilla, Navarra) (mayo-junio de 1973); A. Manrique, “Minguella y Arrendo”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, pág. 1487; A. Martínez Cuesta, El primer siglo agustiniano del Monasterio de San Millán, Logroño, c. 1978; T. Alesanco, El P. T. Minguella, riojano desconocido en su tierra, Logroño, c. 1978; F. Abad León, “Fray Toribio Minguella”, en La Rioja y sus gentes, Logroño, Diputación Provincial de La Rioja, 1982, pág. 321; V. de la Fuente, San Millán, presbítero secular: respuesta al libro de Fr. Toribio Minguella titulado San Millán de la Cogolla, Madrid, 1983; F. Abad León, “Sobre la ‘Unidad de la especie humana probada por la filología’ de T. Minguella en el centenario de su publicación” y “El pantano de Igea, un regalo del obispo Minguella a su pueblo”, en Cicerone Semanal (Arnedo), XLVII y XLVIII, 24 de marzo de 1989 y 31 de marzo de 1989, respect.; A. Huerga, Episcologio de Puerto Rico, vol. VI, Ponce (Puerto Rico), 1994, págs. 195-210; C. Pérez Barriocanal y E. Sacristán Marín, Diccionario bio-bibliográfico de autores riojanos, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 2003, págs. 420-423.

 

Felipe Abad León

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