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José Penso de la Vega

Biografía

Penso de la Vega, José. Espejo (Córdoba), 1650 – Ámsterdam (Holanda), 13.XI.1693. Escritor, comerciante y autor del primer libro sobre la Bolsa de Comercio y Derecho Bursátil.

Apenas existen datos de los primeros años de la vida de José Penso de la Vega. Su padre, Isaac Penso Felix Passariño, de origen judeoportugués, había nacido en 1608 en Espejo, provincia de Córdoba, en donde desarrollaba una laboriosa actividad como comerciante y prestamista. De su matrimonio con Sara Álvarez Vega nacieron diez hijos; Abraham, Sara (1645), José (1650), Raquel, David (1654), Jogueba (1655), Lea (1658), Rafael (1659), Ribca (1662) y Abigail (1663).

Afectado por las persecuciones religiosas de la época, para escapar de la acusación de falso converso, que ya le había supuesto el encarcelamiento por la Inquisición, Isaac fue uno de tantos judíos españoles que se exiliaron en los Países Bajos a mediados del siglo xvii. Así, en torno a 1650, la familia Penso abandonó España dirigiéndose a Lisboa, para ser acogida, finalmente, por la poderosa comunidad judía de Ámsterdam.

Ejemplo de la influencia política y económica de esta comunidad es el hecho de que en 1657 los Estados Generales les concediesen un estatuto jurídico que les equiparaba al resto de los ciudadanos holandeses, derogándose los fueros hasta entonces vigentes que limitaban sus actividades comerciales.

Isaac Penso fue un importante banquero y notable mecenas, llegando a fundar una Jeschiba o Academia religioso-cultural denominada Keter Torah.

Precisamente en el seno de estas asociaciones, José Penso de la Vega desarrolló su principal actividad literaria.

Así, con motivo de la muerte de su padre, el 7 de julio de 1679 y de su madre el 24 de febrero de 1683, pronunció sendas oraciones fúnebres.

La circunstancia de que su nacimiento coincidiera con la expulsión de su familia, ha originado un curioso debate historiográfico sobre su posible nacionalidad española, portuguesa u holandesa. Con independencia de que en el siglo xvii el lugar de nacimiento no determinaba per se, como ahora, la nacionalidad, no hay razones para dudar de que naciera en la casa familiar de Espejo (lugar en donde, por cierto, sitúa a los personajes de una de sus obras, Rumbos peligrosos).

También hay que tener en cuenta que José de la Vega, a pesar de que conocía el portugués, el italiano, el francés y el latín, no sólo utilizó la lengua castellana en todos sus escritos (a excepción del primero de ellos que publicó en hebreo), sino que, además, refiriéndose a ella en varias ocasiones, la califica inequívocamente como “nuestra lengua” o como “nuestra lengua castellana”. En suma, él se consideraba español.

José Penso de la Vega utilizó varios nombres para firmar sus escritos. Siguiendo una costumbre judía, el segundogénito adoptaba el apellido de la madre; de ahí José de la Vega. Pero también usó indistintamente sus apellidos paternos; José Penso de la Vega Passariño, José Penso Felix, José Pinto Veiga, José Penso da Vega o José de la Vega Penso Passariño Felix.

Isaac Penso inició a su hijo en los negocios mercantiles, pero también en las actividades religioso-culturales propias de las Academias judías. A los diecisiete años, escribió en hebreo un drama en verso, Assire ha Tikwah (El prisionero de la esperanza) sobre el triunfo de la voluntad sobre la pasión. En 1683, publicó Rumbos peligrosos, recopilación de trabajos inéditos anteriores, tales como Luchas de ingenio y desafíos de amor, que dedicó a su madre. También se incluía Retratos de la confusión y confusión de los retratos, que aparece dedicada a Manuel de Belmonte, conde palatino del Sacro Imperio, el 22 de diciembre de 1682, seguida de una novela amatoria ambientada en Nápoles cuyo argumento se basaba en los enredos y amoríos cruzados de Felisberto, Lisarda, Lidoro y Clorida y que dedicó a Manuel Diego López de Zúñiga, duque de Béjar, con fecha 20 de febrero de 1683.

José de la Vega llegó a ser presidente la Academia literaria de los Sitibundos y secretario de la Academia de los Floridos, fundadas en 1679 y 1685, respectivamente, por el conde Manuel de Belmonte, cuyo nombre judío era Isaac Núñez. Durante estos años, compuso diversos discursos y oraciones que publicó en castellano, Los triunfos del Águila y eclipses de la luna dedicada al rey Juan III de Polonia por su victoria contra los turcos en el asedio de Viena. También editó los Discursos académicos, morales, retóricos y sagrados, pronunciados en la Academia de los Floridos.

Las primeras referencias biográficas sobre José de la Vega consignadas por Diego Barbosa de Machado (1743) o José Rodríguez de Castro (1781) se basan en su condición de literato judío. Sin embargo, su descubrimiento por la mercantilística se debe a Richard Ehrenberg (1842) con motivo de comentar una obra de José de la Vega sobre la Bolsa de comercio.

En efecto, a su experiencia como comerciante y, sobre todo, como accionista e inversor en Bolsa, se debe su obra más conocida, Confusión de Confusiones, que fue escrita a consecuencia del descalabro de la Bolsa de Ámsterdam tras la crisis de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Por la minuciosa y nítida descripción que hizo de las operaciones de compraventa de acciones y de los usos de los jugadores de Bolsa, puede considerarse el primer tratado sobre la Bolsa y el derecho bursátil. En él efectúa una enumeración sociológica de las clases de accionistas (príncipes, mercaderes y jugadores), describe los requisitos para contratar en Bolsa, las clases de acciones (por su titularidad o cuantía), la apertura y finalización de las sesiones, el funcionamiento de los corros, el modo de ejecutar las operaciones bursátiles, los plazos del contrato, las ingeniosas maniobras de especulación y circulación de rumores, operaciones específicas de la Bolsa de Ámsterdam (contrato de doble, los opsies, el federique), la actividad de los corredores de comercio, etc. En definitiva, el rico universo del comercio y de la compraventa de acciones en uno de los centros económicos más importantes de la época.

Poco tiempo después, publicó Retrato de la prudencia y simulacro del valor, que dedicó al rey de Inglaterra, Guillermo III. La última obra de la que hay noticia fue editada en 1692, Ideas posibles de que se compone un curioso ramillete de fragantes flores, dedicada a Diego de Mendoza, embajador de Pedro II de Portugal ante los Estados de las Provincias Unidas. Se trata de una recopilación de discursos de contenido moral y filosófico inspirados en la vida de personajes bíblicos, algunos de ellos escritos al menos desde 1683 tal y como advierte en el prólogo. Son doce composiciones breves: La obediencia enternecida, sobre el sacrificio de Isaac; Suerte contra suerte, inspirada en la vida de Jonatán; Enfermedades del deseo, arrepentimientos del amor y odios de la posesión, basada en el ultraje de Amnón a Tamar; La capa de los engaños y los engaños de la capa, en torno al casto José y las incitaciones de la mujer de Putifar; Alientos en la devoción y bríos en la humildad, que recrea el enfrentamiento entre David y Goliat; Flaquezas del valor y triunfo de la virtud, sobre el engaño de Dalila a Sansón; Triunfo de la virtud y trofeo de la castidad, en donde volvió a utilizar el tema de los argumentos del casto José para rechazar a la mujer de Putifar. A estos discursos añadió la traducción castellana de cinco composiciones de autores italianos que José de la Vega consideraba ejemplares; Juan Bautista Manzini (Paris enamorado), Ferrante Palavinicio (Candaule arrepentido), Vicencio Pasqualigo (Domiciano ambicioso), Antonio Lupis (Crates insensato) y Juan Francisco Loredano (Cicerón quejoso). Además de los temas bíblicos, José de la Vega recurrió a las letras grecolatinas para componer sus obras, demostrando un profundo conocimiento especialmente de las obras de Platón, Aristóteles, Plinio, Séneca, Ovidio, Virgilio, Plutarco y Tertuliano.

En los últimos años de su vida, padeció fuertes dolores de gota que, según confesaba en su Confusión de confusiones, le impedían concentrarse en su labor literaria.

Falleció en Ámsterdam, siendo enterrado en el cementerio judío de Ouderkerk aan den Amstel, donde todavía se conserva su sepulcro.

 

Obras de ~: Rumbos peligrosos. Por donde navega con título de novelas la zozobrante nave de la temeridad. Temiendo los peligrosos escollos de la censura, Amberes, 1683; Los triunfos del Águila y eclipses de la luna, Amsterdam, 1683; Discursos académicos, morales, retóricos y sagrados, Amsterdam, 1685; Confusión de confusiones, Amsterdam, 1688 (Breslau, 1919; S-Gravenhage, Martinus Nijhoff, 1939; Boston, Baker Library- Harvard Graduate School of Business Administration, s. f.; ed. facs., Madrid, Sociedad de Estudios y Publicaciones, 1958; ed. facs., Valencia, Saetabis, 1977; Madrid, Bolsa de Madrid, 1997; Madrid, Universidad Europea-CEES, 2000); Retrato de la prudencia y simulacro del valor, Amsterdam, 1690; Ideas posibles de que se compone un curioso ramillete de fragantes flores, Amberes, 1692.

 

Bibl.: D. Barbosa Machado, Biblioteca lusitana, histórica, crítica e cronológica, vol. II, Lisboa, 1743, pág. 892; J. Rodríguez de Castro, Biblioteca española, Madrid, 1781, págs. 623 y ss.; R. Ehrenberg, “Die Amsterdamer Actionspekulation in 17. Jahrhundert”, en Jahrbücher für Nationaleconomie und Statistik, 3, III (1892), págs. 809 y ss.; J. A. Torrente Fortuño, La Bolsa en José de la Vega. Confusión de confusiones, Amsterdam, 1688, Madrid, Colegio de Agentes de Cambio y Bolsa de Madrid, 1980; J. Alvarado Planas, “Antecedentes históricos del derecho bursátil con especial referencia a Confusión de confusiones de José de la Vega (Amsterdam, 1688)”, en Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, 73 (1987), págs. 31-79; G. Anes, “Introducción”, en J. Penso de la Vega, Confusión de confusiones, Madrid, Bolsa de Madrid, 1997, págs. VII-XIX; C. Buezo, P. Corrales et al., “Introducción”, en J. Penso de la Vega Confusión de confusiones, Madrid, Universidad Europea-CEES Ediciones, 2000, págs. 7-66.

 

Javier Alvarado Planas