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Alonso Martínez Fernández

Biografía

Martínez y Fernández, Alonso. Alonso de la Madre de Dios. El Asturicense. San Román del Valle (Zamora), 1567 – Segovia, 28.VIII.1635. Carmelita descalzo (OCD), historiador y biógrafo de san Juan de la Cruz.

Corrientemente se le conoce por el Asturicense por ser su pueblo de la provincia de Zamora, diócesis de Astorga. Y en Astorga hizo sus estudios de Gramática.

También entre los frailes le apodaban el negro por lo moreno que era. De familia numerosa, doce hermanos, entre ellos el famoso padre Ferdinando de Santa María, que fue superior general del Carmen Descalzo en Italia. En visita a su hermano, ya carmelita descalzo, que estaba estudiando en Alcalá, le surgió la vocación al Carmelo. Entró en Salamanca en 1586, donde tomo el hábito. Enseguida pasó a Segovia, siendo el primer novicio de aquella casa, donde en abril de 1587 vio a san Juan de la Cruz a la ida y a la vuelta de Valladolid. Consideró siempre una gracia este encuentro con fray Juan que “antes de partirse, llegando a la puerta del coro mandó me llamasen”. Le dio unos cuantos buenos consejos sobre “las obligaciones que yo tenía a ser buen religioso”. “Con esto me abrazó y dio su bendición y se partió”. Hecha su profesión, comenzó el estudio de Artes o Filosofía en el convento de Ajo, terminándolo en Segovia. Los estudios de Teología los hizo en Salamanca: 1595 y siguientes; apenas terminados le eligieron vicerrector del colegio salmanticense (1598-1600).

Prior de Toro (1600-1604) y de Segovia (1604- 1607). En este priorato preparó un lugar más acomodado para albergar el cuerpo de fray Juan de la Cruz que fue “metido en un arca curiosa de la China, poniendo delante una cortina carmesí con su escudo de la Orden y luego una fuerte reja”. En la disputa de Úbeda con Segovia acerca del cuerpo de Juan de la Cruz el papa Clemente VIII fallaba a favor de Úbeda.

A raíz de esto se llegó a un acuerdo entre la ciudad andaluza y el padre general de la Orden. Le tocó a Alonso cortar dos reliquias del cuerpo: una pierna de la rodilla abajo y un brazo, del codo a la mano. Envueltas en tafetán carmesí nuevo se llevaron a Úbeda en una arquilla, “hecha para ellas y aforrada de seda carmesí”.

En mayo de 1607 terminaba su priorato segoviano.

Entusiasmado como pocos de santa Teresa y de san Juan de la Cruz, empleó muchas horas y energías en los procesos de beatificación y canonización de ambos santos. El padre Silverio escribe con toda verdad: “El servicio más meritorio que el P. Alonso hizo a la Reforma no fue en los cargos que desempeñó al frente de los conventos, sino como postulador de las causas de beatificación y canonización de santa Teresa y de san Juan de la Cruz, y más particularmente de este segundo”. Por lo que se refiere al caso de la santa, en marzo de 1610 le tocó sustituir en el oficio de procurador al entonces encargado Luis de la Madre de Dios, limitándose a los procesos de Salamanca y Alba.

Le tocó hacer buena parte de los procesos ordinarios desde 1614 a 1618, tales como los de Segovia, en dos fases, Ávila, Baeza, Beas de Segura, Jaén, Úbeda, Alcaudete.

Para llevar adelante esta labor tuvo que desplazarse de un sitio a otro, preparar el articulado, convocar a los testigos, etc., un trabajo de gran responsabilidad.

En 1619 se celebró capítulo general y el elegido provincial de Castilla presentó la renuncia al cargo y le fue aceptada. Entonces el padre general manifestó que sería Alonso quien ocupase el cargo vacante. Pero también Alonso renunció y, escuchados sus motivos, quedó libre.

Su residencia habitual hasta su muerte fue ya el convento de Segovia. En el proceso apostólico de san Juan de la Cruz hizo Alonso una declaración larga y magnífica el 22 de diciembre de 1627. Por la abundancia de datos y la precisión de los mismos se nota enseguida que ha estado ocupado tantos años en los procesos diocesanos o remisoriales del santo.

Pero donde ha recogido Alonso todos sus conocimientos acerca de Juan de la Cruz es en la Vida, virtudes y milagros del santo padre Fray Juan de la Cruz.

Manuscrita hasta nuestros días en que ha sido publicada (1989), como fechas más seguras de su redacción se proponen los años 1629-1630, habiendo escrito unos años antes otra pequeña biografía del santo. La vida extensa es un arsenal de noticias con buen sentido crítico, aunque arquitectada desde los postulados de la hagiografía barroca. No está perfilada con la última mano para la imprenta; el mismo Alonso la llama “borrador”, y advierte que para perfeccionar y limar su obra tendría que haber visto las últimas informaciones del proceso apostólico, cosa que no ha podio hacer. El editor de la Vida (Fortunato Antolín) escribe: “[...] lo que podemos asegurar por comprobación personal es que esta biografía sanjuanista se apoya sobre una documentación de primera mano, comprobable aún hoy día en casi toda su totalidad, y a nuestro juicio la más fácil de leer de las biografías primitivas”.

Murió en su convento de Segovia el 28 de agosto de 1635, teniendo sesenta y ocho años de edad y cuarenta y ocho de hábito. El historiador segoviano Diego de Colmenares dejó escrito en su Historia de la insigne ciudad de Segovia: “[...] nuestro venerable amigo Fray Alonso de la Madre de Dios [ha escrito muchas cosas] y todo, consigo mismo, lo ha escondido hasta que con sus virtudes salgan a luz con su muerte, que ha sucedido hoy, martes ventiocho de agosto, fiesta de San Agustín de 1636 años [...] Esta agradecida memoria dedicamos a la veneración de su amistad”.

 

Obras de ~: Breve Compendio de la vida del bendito padre frai Joan de la Cruz instituidor de la reforma de frailes Carmelitas descalzos, sacado de las informaciones por el p. Frai Alonso de la Madre de Dios procurador de ellas, ms. en el Archivo de Carmelitas Descalzos de Segovia, E-I-4, 18 fols. (escrito inéd. hasta que lo publicó F. Antolín en Astorica, 8 [1989], págs. 107-142. El mismo F. Antolín en Primeras biografías y apologías de San Juan de la Cruz, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1991, publicó Summa de la vida y milagros del venerable padre fray Juan de la Cruz primer descalzo de la Reforma de Nuestra Señora del Carmen, sacada de las Informaciones que se han hecho para su canonización, págs. 47-79. Este texto, que se había publicado en Amberes en casa de Pedro y Juan Belleros, 1625, muy alterado parece suponer como base el Breve Compendio de Alonso); Vida, virtudes y milagros del santo padre Fray Juan de la Cruz, maestro y padre de la Reforma de la Orden de los Descalzos de Nuestra Señora del Monte Carmelo, ed. de F. Antolín, OCD, Madrid, EDE, 1989, 724 págs. (con Presentación [Claves de lectura] de Teófanes Egido, págs. 7-17); Declaración en el Proceso apostólico de San Juan de la Cruz en Segovia, 22 de diciembre de 1627, Burgos, Monte Carmelo, 1992 (Biblioteca Mística Carmelitana [BMC], 23), págs. 265-330 (publicada ya anteriormente en la misma BMC, 14, Burgos, Monte Carmelo, 1931, págs. 361-412).

 

Bibl.: Manuel de San Jerónimo, Reforma de los Descalzos [...], t. V, Madrid, Imprenta Jerónimo Estrada, 1706, págs. 455-462; Silverio de Santa Teresa, Historia del Carmen Descalzo en España, Portugal y América, t. IX, Burgos, Monte Carmelo, 1935, págs. 634-640; Fortunato Antolín (OCD), “El P. Alonso de la Madre de Dios”, en Astorica, 4, 4 (1986), págs. 125-166; “Alonso de la Madre de Dios. Rectificación cronológica”, en Astorica, 6, 7 (1988), págs. 155-157; “Vida inédita de San Juan de la Cruz”, en Astorica, 8 (1989), págs. 107-142; (ed.), Alonso de la Madre de Dios, vida, virtudes y milagros del santo Padre San Juan de la Cruz, Madrid, Espiritualidad, 1989, págs. 19-35; “Alonso de la Madre de Dios”, en Teresa de Jesús, 48 (1990), págs. 15-18.

 

Jose Vicente Rodríguez, OCD