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Segismundo (Zsigmond) Aperger

Biografía

Aperger, Segismundo. Innsbruck (Austria), 28.X.1687 – Apóstoles (Argentina), 23.XI.1772. Misionero jesuita (SI), botánico y naturalista.

El padre Aperger, conocido popularmente como Asperger, era natural de Innsbruck, Tirol, donde había nacido en 1687. Hijo de Johann Heinrich Aperger, banquero de Viena, y Anna María Schedlin, ingresó a la Compañía en la provincia de la Germania superior el 9 de octubre de 1705. Sus primeros votos los hizo en la ciudad de Lansdberg, Baviera, el 10 de octubre de 1707, y luego continuó sus estudios filosóficos y teológicos en la Universidad de Gratz. Fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1716 en Eichstätt, Baviera, y para entonces había sido autorizado a pasar a la provincia jesuítica del Paraguay. Se trasladó a Sevilla junto a un grupo de misioneros de su provincia que también se dirigía a las Indias, y desde allí se embarcó a Buenos Aires, arribando a dicho puerto el 13 de julio de 1717.

En su nueva provincia, pasó a Córdoba del Tucumán, donde continuó sus estudios teológicos y fue entonces cuando se especializó en estudios medicinales.

Sin embargo, es frecuente la insistencia de algunos autores como Kurucz por plantear que el padre Aperger hizo estudios de Medicina en Hungría antes de entrar en la Orden, aunque otros piensan que dicha formación la obtuvo en Gratz. De hecho, se cuenta que él llevó a América algunas hierbas medicinales, lo que demostraría que su interés por la Medicina no había nacido en la provincia paraguaya.

En Córdoba fue testigo de la epidemia de 1719 y, pese a sus esfuerzos, que posibilitaron salvar muchas vidas, constató los desastrosos efectos en la población española e indígena, especialmente en la ciudad y en la hacienda de Alta Gracia, por lo que nunca abandonó su interés por la Medicina, desarrollándola a lo largo de toda su vida misionera.

Terminados sus estudios y realizada su profesión de cuatro votos el 29 de junio de 1726 en la misión de San Javier, se dedicó por completo a la actividad apostólica en las misiones guaraníes. En 1730 fue nuevamente testigo de una devastadora epidemia que sufrieron las misiones, y gracias a sus conocimientos, fue determinante a la hora de superar la crisis y salvar innumerables vidas, con la ayuda de medicamentos que fabricó con plantas y hierbas medicinales de la región, que él mismo había encontrado y estudiado. Sin embargo, también se apoyó en la experiencia ancestral de los indios, quienes atribuían virtudes curativas a muchas hierbas. A él se le adjudica, por ejemplo, el descubrimiento de las propiedades medicinales del aguaribay, así como también el haber elaborado un recetario de herboristería compuesto por un centenar de remedios, todos probados satisfactoriamente con los indios.

Si bien no publicó ningún trabajo, Félix de Azara señalaba a fines del siglo xviii, que el padre Aperger había dejado un recetario que era utilizado por los curanderos.

Felizmente algunas copias de las obras del padre Aperger han sido encontradas en investigaciones archivísticas recientes. A propósito de publicaciones, se le atribuyó erróneamente el haber editado el primer libro en la provincia del Paraguay en 1732, pero hoy dicha relación está superada por la historiografía.

Si bien es recordado como un gran médico y botánico, fue un destacado misionero que trabajó durante casi cuarenta años en las misiones guaraníes, con un espíritu apostólico que fue destacado por sus contemporáneos.

Fue superior en la reducción de San Nicolás y hacia 1759 se encontraba trabajando en la reducción de Apóstoles, lugar donde le sorprendió la expulsión.

Para entonces estaba enfermo y postrado, por lo que se hacía inviable su traslado a Buenos Aires y posterior destierro. Por esta razón, se le permitió permanecer en la reducción, siendo por ello el único jesuita de las misiones del Paraguay que pudo quedarse entre los guaraníes y el último misionero de la Compañía en esta llamada “utopía”. Sin embargo, esta condescendencia no debe entenderse necesariamente por su enfermedad, puesto que en otras regiones no se tuvo especial consideración con los misioneros enfermos y postrados. En este caso, el prestigio del padre Aperger podría explicar, en parte, el trato recibido en sus últimos años.

Estuvo en la misión de Apóstoles entre 1768 y 1772, falleciendo allí el 11 de noviembre de ese año.

 

Obras de ~: Virtudes del Bálsamo del Padre Segismundo Asperger del Aguaraybay. Es un tanto del apunte que hallé en la Librería que se hallaba en este Pueblo Piera. Buenos Ayres treinta de septiembre de mil setecientos ochenta y quatro. Juan Andrés de Arroyo (rubricado), Buenos Aires, 30 de septiembre de 1784. AGI Indiferente General 1553 ms.; Tratado Breve de Medicina, de las enfermedades que comúnmente asalta compuesto por el P. Sigismundo, célebre ex-Jesuita de la Compañía de Jesús [...]. Virreinato del Río de la Plata, c. 1790 (col. Matalinares, BRAH, t. 63). Recetas Medicinales. En las cuales son empleadas principalmente las yerbas medicinales del Paraguay, Buenos Aires, c. 1800 (British Museum, ms. 27602).

 

Bibl.: A. Huonder, “Deutsche Jesuitenmissionäre des 17. und 18. Jahrhunderts. Ein Beitrag zur Missionsgeschichte und zur deutschen Biographie”, en Ergänzungshefte zu den Stimmen aus Maria Laach, 74 (1899); G. Furlong, “Un médico colonial: Segismundo Aperger 1687-1772”, en Estudios, 54 (1936), págs. 117-148; V. Sierra, Los jesuitas germanos en la conquista espiritual de Hispano-América, Buenos Aires, Instituto Cultural Argentino-Germana, 1944, pág. 390; H. Storni, Catálogo de los Jesuitas de la Provincia del Paraguay (Cuenca del Plata) 1585-1768, Roma, Institutum Historicum S.I., 1980, págs. 16-17; F. de Azara, Descripción e Historia del Paraguay y del Río de la Plata. Buenos Aires, t. V, pág. 52; B. Meliá, “El padre Segismundo: el último jesuita del Paraguay”, en VII Jornadas Internacionales sobre las Misiones Jesuíticas, Resistencia, Chaco, 26 al 28 de agosto de 1998 (Resistencia, Nordeste Impresora, Instituto de Investigaciones Geohistóricas, 1999, págs. 405-409); L. Kurucz, Los húngaros en la Argentina, Buenos Aires, Ediciones Biblioteca Nacional, 1999, pág. 12; S. Anagnostou, Missionsmedizin und Missionspharmazie im kolonialen Amerika”, en Sendung - Eroberung - Begegnung. Franz Xaver, die Gesellschaft Jesu und die katholische Weltkirche im Zeitalter des Barock, Wiesbaden, 2005, págs. 275-279; J. Meier (dir.), Jesuiten aus Zentraleuropa in Portugiesisch- und Spanisch-Amerika. Ein bio-bibliographisches Handbuch mit einem Überblick über das außereuropäische Wirken der Gesellschaft Jesu in der frühen Neuzeit, Paraguay, bearbeitet von Michael Müller, Münster, Aschendorff, 2009, t. VI, ms.

 

Rodrigo Moreno Jeria