Álvarez de Toledo, García. Señor de Benadalid, señor de Benalauzia. ?, p. s. XVI – Madrid, 29.I.1564. Consejero de Estado y de Guerra, ayo del infante Carlos de Austria, mayordomo mayor de la princesa Juana de Portugal.
García Álvarez de Toledo pertenecía a dos de las principales familias castellanas del siglo XVI, pues era vástago segundón de María de Toledo (hija del I duque de Alba) y del II conde de Feria, Gómez Suárez de Figueroa. Tras una vida transcurrida en la sombra, su nombre apareció en los anales de la historia en 1554, cuando la princesa Juana de Portugal fue llamada por su padre para ocupar la regencia de los reinos de Castilla, ante la inminente partida de su hermano, el príncipe Felipe, para contraer matrimonio en Inglaterra. García acababa de rechazar el virreinato del Perú, al tener sin duda en la cabeza cargos más apropiados para su ambición cortesana, que alimentaba mediante su amistad con el favorito emergente, el luso Ruy Gómez de Silva. Al poco, en efecto, fue escogido para dirigir el servicio de la nueva gobernadora, como su mayordomo mayor. El cargo, además, le daba entrada en los Consejos de Estado y de Guerra de la regencia, y formaba parte de las maniobras de Ruy Gómez para controlar el gobierno hispano en detrimento de los hombres del Emperador, encabezados por Juan Vázquez de Molina. Sólo así se entiende su movimiento para estar presente en las sesiones que se celebraban de los diferentes consejos, intención que fue rápidamente abortada por Vázquez de Molina. Pero no perdió García la confianza de Juana. Muestra de ello fue que, a la muerte de Antonio de Rojas en julio de 1556, la gobernadora confió a García el oficio que dejaba vacante de ayo del infante Carlos, aunque durante los primeros años no recibiera título para ello. Sin embargo, los últimos años de la regencia de Juana estuvieron cargados de tensión entre los círculos de poder que rodeaban a Felipe II en Flandes y los hombres que permanecían en Castilla, con unos intereses y una visión de las prioridades de la Monarquía radicalmente diferentes.
Incluso aquellos más cercanos a Ruy Gómez se vieron afectados por las circunstancias, de manera que en 1558 fue sustituido en la mayordomía de la princesa por el marqués de Sarria (aunque éste, en Flandes, demoró su regreso) e incluso se comentó en los mentideros cortesanos su sustitución como ayo del infante Carlos, aunque no se llegó a confirmar.
Con el regreso de Felipe a España en 1559, García conservó el oficio de ayo, pero no volvió a ser llamado a las sesiones de los Consejos de Estado y de Guerra. Murió en Madrid, el 29 de enero de 1564.
Estuvo casado con Mencía Manrique de Benavides, hija de Manuel de Benavides, señor de las villas de Almanzora y Jabalquinto. Su nieto, García de Toledo Figueroa, fue gentilhombre de boca del príncipe Carlos desde 1567; en 1569 pasó con el mismo oficio a la Casa de Felipe II y en 1589 fue gentilhombre de la cámara del príncipe heredero, Felipe.
Bibl.: S. Fernández Conti, “Álvarez de Toledo, García”, en J. Martínez Millán y C. J. Carlos Morales (dirs.), Felipe II (1527-1598). La configuración de la Monarquía Hispana, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1998, pág. 324; S. Fernández Conti, “Álvarez de Toledo, García”, en J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Carlos V (2.ª parte). Los Consejos y los consejeros de Carlos V, vol. III, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 420-421; J. Martínez Millán y S. Fernández Conti (dirs.), La Monarquía de Felipe II: la Casa del rey, vol. II, Madrid, Mapfre, 2005, pág. 457.
Santiago Fernández Conti
