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Enrique Herrera Oria

Biografía

Herrera Oria, Enrique. Santander (Cantabria), 15.VII.1885 – Buenos Aires (Argentina), 10.VII.1951. Jesuita (SI), escritor, hombre de acción y polemista en el campo de la enseñanza.

Hijo de José Herrera y de Asunción Oria, fueron quince hermanos. El más famoso fue Ángel, de la primera promoción de los Propagandistas, director de El Debate y, más tarde, sacerdote, obispo de Málaga y cardenal. Cuatro hermanos fueron también jesuitas. Enrique lo fue desde 1900. En Carrión de los Condes (Palencia) hizo el noviciado y comenzó los estudios de Humanidades, que completó en Loyola y Burgos (1902-1906). Cursó en Oña (Burgos) Filosofía (1906-1909) y Teología (1913-1917), interrumpiendo los estudios (1909-1913) para dedicarse a la enseñanza en el colegio de Tudela y en la Universidad de Deusto, donde preparó la licenciatura en Historia. Sacerdote desde 1916, completó su formación jesuítica en Manresa (1917-1918). Enseñó un año en Carrión y nueve en el colegio de San José de Valladolid. Durante la dictadura fue consejero de Instrucción Pública y así se abrió a los problemas de la enseñanza católica. Por esto y porque su temperamento activo se encerraba difícilmente en un colegio, en 1928 sus superiores le encargaron de los asuntos educativos de los colegios jesuíticos españoles y le destinaron a Razón y Fe, para escribir sobre temas históricos y educativos. En 1930 puso en funcionamiento, con Pedro Poveda y el marianista Domingo Lázaro, la Federación de Amigos de la Enseñanza (FAE), que dirigió cuando faltó éste (1935), lo mismo que la revista Atenas. En 1931 creó la Asociación de Familias y Amigos de Religiosos (AFAR), bajo cuyos auspicios organizó ciclos de conferencias y distribuyó un periódico, Los hijos del pueblo. Tras la disolución de la Compañía de Jesús en España (1932), permaneció en Madrid dando origen a las Semanas Pedagógicas y a la Escuela Superior de Educación. Viajó esporádicamente fuera de España para informarse de la situación educativa en Europa, escribiendo varios libros. Bordeando la legalidad, su actividad fue desbordante en estos años: escribió folletos (se repartieron trescientos mil) y hojas volanderas (siete millones) que distribuían militantes entregados. Para impartir cursos de formación religiosa y pedagógica a los maestros, creó el Instituto Pedagógico de la FAE, que tras la Guerra Civil se convirtió en Escuela Superior de Educación. Junto a la revista fundó la Editorial Atenas y, en 1933, con la colaboración de otras editoriales (Aldecoa, Vilamala), la Sociedad de Educación Atenas. Realizó la mayor parte de los Anuarios de la Educación y Enseñanza Privada en España en estos años. Movilizó a profesores, religiosos y seglares, y logró vencer en las elecciones a la Junta del Colegio de Doctores y Licenciados. Bajo el patrocinio legal de la FAE acogió a la Federación Católica de Maestros Españoles (era su consiliario), a la Asociación la Enseñanza Católica, a los Scouts Hispánicos y a la editorial Coculsa, de los claretianos. Colaboró con la Confederación Católica de los Padres de Familia y con la Acción Católica. En un curso de verano que ésta organizaba como primer paso para una universidad católica (julio de 1936) le sorprendió la Guerra Civil. De Santander pasó a Bilbao, donde fue detenido. Encerrado en la cárcel de Larrínaga, tras varias peripecias logró escapar, como narra en Los cautivos de Vizcaya. Ya en la zona de Franco, retomó la dirección de Atenas, continuó las Semanas de Estudios Pedagógicos en Burgos (6.ª) y Vitoria (7.ª), comenzadas antes, y se puso en contacto con quienes reorganizaban la educación en la zona.

Concluida la guerra, entró en Madrid inmediatamente y ocupó el local de la FAE, saqueado durante la contienda. Además de reorganizar materialmente la Federación, organizó cursillos para la formación religiosa de maestros, continuó las Semanas de Estudios Pedagógicos y viajó al extranjero. Fruto de estos viajes, prolongación de los que había hecho antes de la guerra, fue su obra sobre Norteamérica, a la que acompañaron en estos años un libro de lecturas para la Escuela Primaria, España es mi madre y su manual Historia de la educación española desde el Renacimiento, durante años libro de texto en escuelas de magisterio y otros centros superiores. En 1946 se doctoró con su tesis sobre la Armada Invencible.

Aunque tuvo cierto influjo en el Ministerio de Educación Nacional, regentado por José Ibáñez Martín (1938-1951), no le faltaron dificultades con el poder civil. En 1942 se opuso en Atenas con su artículo “Demasiado claro” al que había escrito con el mismo título Julián Pemartín, asesor nacional de Cultura del Frente de Juventudes. La revista fue suspendida por un mes. Gracias a las gestiones del primado Pla y Deniel, Atenas pudo salir de nuevo y el conflicto se superó con una multa y una rectificación discreta. Más consecuencias tuvo un choque en 1947. En unas conferencias en la parroquia de la Concepción (Madrid), Herrera denunció el estatismo del régimen que coartaba la libertad de la Iglesia. El ministro consiguió que el obispo de Madrid-Alcalá, Eijo y Garay, excesivamente oficialista a juicio de muchos y por esto y otras razones reticentes ante la Compañía de Jesús, retirase las licencias ministeriales al jesuita, sin respetar todas las prescripciones canónicas pertinentes (2 de junio de 1947). Herrera le escribió defendiendo sus puntos de vista, que apoyaba en la doctrina de la Iglesia (10 de junio de 1947). Aunque algunos obispos y jesuitas le defendían, el general de la Compañía, por bien de la paz y por la creencia de que, pese a la ortodoxia de sus ideas, Herrera podía ser alguna vez menos prudente, ordenó que saliese de Madrid (10 de julio de 1947). Herrera marchó a Valladolid y en 1948 fue destinado a Argentina, donde murió a los tres años de llegar. El destierro fue una pena excesiva que contribuyó a que se difuminase su figura: tras su muerte, le acompañó el silencio, incluso de quienes estaban más cerca de sus ideas. No le cita E. Solana en su Historia de la Pedagogía ni M.ª A. Galino en su antología Textos Pedagógicos Hispanoamericanos, ni Razón y Fe, aunque su colaboración en ella finalizó en 1939. Solamente la FAE celebró una velada-homenaje tras su muerte.

Viajero y activo se dedicó incansablemente a temas educativos a varios niveles: profesor, escritor, conferenciante y organizador. Movilizó a muchos a colaborar con él. Sus ideas básicas eran sólidas y eficaces, y las transmitía con convicción: la supremacía de la fe y el poder de la verdad, el derecho primario de la Iglesia a la educación y el papel subsidiario del Estado, el interés por la formación de caracteres, más que por la instrucción, que también cuidaba, la admiración por el Siglo de Oro español. Además, la preocupación social: en el “cinturón de Madrid” se gestaba el futuro de España (él colaboraba habitualmente con una parroquia de Vallecas), por lo que era necesario educar a los pobres sin dejar a los ricos. La legislación importaba y, para influir en ella, era preciso la acción unida. Formar profesores era un objetivo primario. Estas convicciones las concretaba en ideales para cada grado de la enseñanza. Para la primaria insistía en que fuese completa y se formasen maestros; él impulsó las escuelas de magisterio de la Iglesia. Para la enseñanza media luchó por la libertad de los colegios de la Iglesia, dándoles autonomía y superando su dependencia de los institutos. Para la universitaria deseaba la creación de colegios mayores y la posibilidad de que la Iglesia pudiese abrir en España una universidad católica. Afirmaba que en España había menos libertad educativa para la Iglesia que en países no católicos; el poder civil se sentía incómodo con esta comparación. Pero Herrera no era demagogo ni rebelde. Se inspiraba en la Doctrina de la Iglesia. Reivindicaba la libertad y también la misión divina de la Iglesia en este campo.

 

Obras de ~: A propósito de la muerte de Escobedo. ¿Envenenó Antonio Pérez (el secretario de Felipe II) al clérigo D. Pedro de la Hera? Estudio histórico basado en el proceso manuscrito que se conserva en la Universidad de Deusto (Bilbao), Madrid, Imprenta Ibérica, 1913; Oña y su Real Monasterio, hoy Colegio de PP. Jesuitas, según la descripción inédita del monje de Oña Fr. Íñigo de Barreda, Madrid, Gregorio del Amo, 1917; Autenticidad de las reliquias de S. Íñigo, Abad de Oña: estudio histórico-crítico, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1918; La Real Fábrica de Tejidos de algodón estampados de Ávila y la reorganización nacional de esta industria en el siglo XVIII, Valladolid, Imprenta de la Casa Social Católica, 1922; Vida de San Ignacio de Loyola para niños, Valladolid, Imprenta y Librería de Andrés Martín, 1922; Vida de San Francisco Javier para niños, Valladolid, Imprenta de la Casa Social Católica, 1923 (2.ª ed., Palencia, Diario Día, 1946); Reforma religiosa en el monasterio de Oña en el siglo XV, Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1925; Moros y cristianos o Historia popular de la Reconquista de España, Santander, Sal Terrae, 1926 (2.ª ed. Historia de la Reconquista de España: epopeya de siete siglos, contada a la juventud, Madrid, Escelicer, 1943); La enseñanza de la historia en el bachillerato, Madrid, Voluntad, 1926; Buscando un ideal. Vida popular de San Luis Gonzaga, Editorial Razón y Fe, 1928; Historia popular de San Pablo, el gran propagandista de la religión cristiana, Madrid, Estudios Eclesiásticos, 1929; Modernas orientaciones en la enseñanza superior y secundaria: España, Italia, Francia, Bélgica, Rumanía, Holanda, Congreso Internacional de Bucarest, Madrid, Estanislao Maestre, 1929; La Armada Invencible: documentos procedentes del Archivo General de Simancas, 1587-1589, Valladolid [Voluntad], 1929; El laicismo en la educación, Madrid, Confederación Católica de Padres de Familia, 1929; Desde la Gran Bretaña: crónicas escolares, Madrid, Imprenta Martosa, 1930; La pedagogía en Gran Bretaña: crónicas escolares, Madrid, Bruno del Amo, 1931; Cómo educa Inglaterra, Madrid, FAE, 1932 (2.ª ed. Madrid, Escelicer, 1945); Educación católica y social de la juventud obrera belga, Barcelona, FAE, s. f.; Educación de una España nueva, Madrid, Fax, 1934 (2.ª ed. Madrid, Fax, 1940); El colegio nuevo de Curía: técnica del sistema educativo, Madrid, FAE [1934]; Técnica del sistema eclesiástico, Madrid, Aldecoa, 1934; ¿Sabe educar España?, Madrid, Fax, 1935; Los cautivos de Vizcaya: Memorias del P. Enrique Herrera Oria, S. J., preso durante cuatro meses y medio en la cárcel de Bilbao y condenado a ocho años y un día de prisión, Bilbao [Santander], Aldus, 1938; España es mi madre, Valladolid, Imprenta Católica, 1939; Nociones de Historia de España, Madrid, Veritas, 1940; Historia de la educación española desde el Renacimiento, Madrid, Veritas [1941]; Cómo educa Suiza. Impresiones de un viaje de estudios, Madrid, Aldecoa, 1943; Norteamérica al día: Memorias de un viajero español, Madrid, Studium de Cultura [1946]; Felipe II y el Marqués de Santa Cruz en la empresa de Inglaterra según los documentos del Archivo de Simancas, Madrid, Aldecoa, 1946.

 

Bibl.: M. Galiño Lago, “El P. Enrique Herrera Oria”, Noticias de la Provincia de León de la Compañía de Jesús, 90 (1951), págs. 84-88; “Homenaje de la FAE y sus simpatizantes al Rdo. P. Enrique Oria [sic], S. J.”, y F. de Blas García, “El Rdo. P. Enrique Herrera Oria, S. J. da vida y aliento a la ‘FAE’ en sus primeros 18 años, 1930-1948”, en Atenas, 213 (1951), págs. 249-271 y 271-277; “El P. Enrique Herrera Oria S. J. en el vigésimo aniversario de su muerte”, en Educadores, 13 (1971), págs. 905-914; C. Labrador Herraiz, “Las Semanas de Estudios Pedagógicos de la FAE (1932-1936)”, y B. Bartolomé Martínez y J. Hernández Crespo, “La Federación de Amigos de la Enseñanza (FAE) como alternativa pedagógica”, en Ruiz Berrio (ed.), La educación en la España Contemporánea. Cuestiones Históricas. Libro Homenaje a Ángeles Galino, Madrid, Sociedad Española de Pedagogía, 1985, págs. 242-252 y págs. 254-261, respect.; P. Martínez Vasseur, “L’Éducation dans l’Espagne nouvelle (1936-1940). L’ouvrage du jésuite Enrique Herrera Oria: Histoire de l’éducation espagnole”, en L’Enseignement Primaire en Espagne et en Amérique Latine du XVIIIe siècle à nos tours. Politiques educatives et réalités scolaires, Tours, Université, 1986, págs. 413-419; R. M.ª Sanz de Diego, “Enrique Herrera Oria (1884-1951)”, en B. Delgado Criado (coord.), Historia de la Educación en España y América, III. La educación en la España Contemporánea (1789-1985), Madrid, SM, 1994, págs. 631-637; J. M.ª Lumbreras, “Herrera Oria, Enrique”, en Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu, Universidad Pontificia Comillas, 2001, pág. 1913.

 

Rafael María Sanz de Diego, SI

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