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Valentín Antonio de Céspedes

Biografía

Céspedes, Valentín Antonio de. Valladolid, 14.II.1595 – Burgos, IX-X.1668. Jesuita (SI), predicador y dramaturgo.

Hijo del maestro Baltasar de Céspedes y de Antonia del Peso, a su vez hija de Francisco Sánchez de las Brozas, el Brocense, Valentín de Céspedes nació en una familia de claro abolengo humanístico. Con dos años, se trasladó junto con su familia a Salamanca, en cuya Universidad había obtenido una cátedra su padre. En la ciudad del Tormes transcurrió su infancia y su adolescencia, años en los que se forjó su sólida formación humanística y se desarrolló su afición por la literatura vernácula, en particular por la poesía y el teatro.

Con quince años, el 26 de abril de 1610, solicitó su entrada en la Compañía de Jesús en Salamanca. Tras dos años en el noviciado de Villagarcía, Céspedes se trasladó durante los tres años siguientes al colegio de San Miguel, en León, para cursar los estudios de artes bajo la tutela del futuro cardenal Juan de Lugo. En 1615 inició sus estudios teológicos en el Colegio de San Antonio de Valladolid y los finalizó en 1620, momento en el que debió de ser ordenado sacerdote. A partir de entonces alternó sus obligaciones docentes (tres años a cargo de la cátedra de artes en el Colegio de San Ambrosio y, posteriormente, enseñando gramática, filosofía y teología moral en el de San Miguel en León) con su ministerio religioso, como confesor y predicador. También en estos años debió de componer un par de fábulas mitológicas, la de Mirra y la de Atalanta e Hipomenes, que se publicaron muchos años después, en 1654, en la antología de José Alfay Poesías varias de grandes ingenios españoles. En enero de 1628 profesó los cuatro votos solemnes de la Compañía.

En el año 1633 se le destina al colegio de Tudela, donde enseña gramática, filosofía y teología durante tres años. Trasladado posteriormente a Zaragoza, al poco de estar allí abandona la ciudad para regresar al Colegio de San Ignacio de Valladolid en 1637, probablemente como consecuencia de ciertas acusaciones contra él que se desconocen. Durante los seis años siguientes, hasta 1643, Valentín de Céspedes va a desarrollar una intensa labor como dramaturgo. Probablemente para las fiestas del Corpus del año 1638 compuso la Comedia Sacramental sobre la historia de Eneas, hoy perdida. Para la celebración de la misma fiesta del año siguiente, 1639, compuso el Auto Sacramental de los juegos de la Fe y Amor Divino, y casi al mismo tiempo estaba componiendo dos comedias sobre el pasaje de la vida de san Ignacio en Monserrat el año 1522, una probablemente para celebrar la fiesta onomástica del fundador, el 31 de julio, y la otra para la celebración del centenario de la Compañía, que se cumpliría el año siguiente, en 1640. Estas dos obras tuvieron gran éxito: la primera se imprimió con el título de Las Glorias del mejor siglo y a nombre de Pedro del Peso en 1640, aunque no nos ha llegado ningún ejemplar de esta edición; la segunda, denominada en una relación coetánea Obrar es durar y titulada por el profesor Agustín de la Granja Monserrat II o del Centésimo, se representó desde el 5 hasta el 11 de octubre de 1640 en el Colegio Imperial de la Compañía en Madrid, con tramoyas del gran escenógrafo de la corte de Felipe IV, el famoso Cosme Lotti. En 1642, Céspedes reside en el colegio de Segovia, y en 1643 se traslada al noviciado de Villagarcía para preparar un “coloquio” con motivo de la fiesta de san Francisco Javier, el día 3 de diciembre de 1643, representación a la que había sido invitado el conde-duque de Olivares, desterrado en Toro por aquel entonces.

A partir, probablemente, de octubre de 1644, Valentín de Céspedes es destinado de nuevo al colegio de Tudela para leer gramática, filosofía y teología moral.

Alejado del teatro, se dedica a la predicación y la dirección espiritual. Durante tres años consecutivos predicó, con gran éxito, la Cuaresma en el Hospital General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, lo que le valió los elogios de Baltasar Gracián en su Agudeza y Arte de Ingenio. Poco después estalló una enconada polémica con José de Ormaza, jesuita del mismo colegio de Tudela, a propósito de la manera de predicar. Como contestación al ataque de este último en su Censura de la elocuencia (Zaragoza, 1648), el padre Valentín escribió una meditada y contundente respuesta en su Trece por docena, obra que se difundió manuscrita y ha permanecido inédita hasta 1998. Este texto es de capital importancia para conocer la práctica concionatoria a mediados del siglo xvii, pues en él se detallan los problemas concretos con los que se enfrentaban los predicadores en la elaboración de los sermones: dónde encontrar sus materiales, cómo utilizarlos, qué importancia debía otorgarse a los lugares y las autoridades, cómo plantear las cuestiones para probar los asuntos, qué son los conceptos y si es lícito utilizar el estilo conceptuoso en los sermones, dónde se sitúan los límites de la actio, etc.

En 1649 el padre Valentín residió algún tiempo en el Seminario de Ingleses de Valladolid, antes de establecerse en el colegio de Monforte de Lemos y dar clases de gramática. Allí pasó un período de cinco años antes de regresar a Castilla. Se sabe, por el trienal del colegio de Monforte, de 1655, que leía filosofía, teología escolástica y teología moral, ejerciendo además el ministerio de la predicación. En 1656, el padre Valentín fue trasladado al colegio de Burgos, donde impartió una nueva disciplina: las Controversias. Sigue entregado al ejercicio de la enseñanza, de la predicación e incluso participa en el certamen realizado por la Universidad de Salamanca en 1658 con motivo del nacimiento del príncipe Felipe Próspero, pero su salud es cada vez más endeble. Los diez años siguientes, Céspedes continúa en el colegio de Burgos, donde falleció en 1668 (el 27 de septiembre o el 28 de octubre, según las fuentes), habiendo cumplido los setenta y tres años.

 

Obras de ~: Auto Sacramental de los juegos de la Fe y Amor Divino, 1639 (inéd.); Las Glorias del mejor siglo, 1640; Obrar es durar, 1640 (inéd.); Loa al Santísimo Sacramento en el día de San Luis Gonzaga a cuyo honor se representa el acto (atrib.); Juan de la Encina (seud.), Trece por docena, c. 1649-1652 (ed. de F. Cerdán y J. E. Laplana, Toulouse, PUM, 1998); Fábula de Mirra y Fábula de Atalanta e Hipomenes, en José Alfay, Poesías varias de grandes ingenios españoles, Zaragoza, 1654; Sermón en que se contiene la vida prodigiosa, virtudes, y muerte del señor Don Pedro Barrantes, Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de Burgos, en Noticias fúnebres de las religiosas demonstraciones [...] a la memoria perpetua del Venerable Don Pedro Barrantes Aldana, Canónigo desta S. Iglesia de Burgos, Burgos, 1658.

 

Bibl .: L. López Santos, “La oratoria sagrada en el seiscientos. Un libro inédito del P. Valentín de Céspedes”, en Revista de Filología Española, xx (1946), págs. 353-368; A. de la Granja, Aportación al estudio del teatro jesuítico: Los “Juegos de Fe y Amor” del P. Valentín de Céspedes (1595-1668), tesis de licenciatura, Granada, 1977; “Hacia una revalorización del teatro jesuítico en la Edad de Oro: Notas sobre el P. Valentín de Céspedes”, en Estudios sobre literatura y arte dedicados al Profesor Emilio Orozco Díaz, vol. II, Granada, Universidad, 1979, págs. 145-159; G. Ledda, “Introducción” a G. Pérez de Ledesma, Censura de la Elocuencia para calificar sus obras, y señaladamente las del púlpito (Zaragoza, 1648), ed. de G. Ledda y V. Stagno, Madrid, El Crotalón, 1985; J. E. Laplana Gil, “La oratoria sagrada del seiscientos y el escritor aragonés Ambrosio Bondía”, en II Curso sobre lengua y literatura en Aragón (Siglos de Oro), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1993, págs. 79-118; J. menéndez peláez, Los jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro, Oviedo, Universidad, 1995, pág. 452.

 

José Enrique Laplana Gil

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