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Sebastián Miguel Guerrero Herreros Morales y Reyna

Biografía

Guerrero Herreros Morales y Reina, Sebastián Miguel. Fuentes de Andalucía (antes Fuentes de la Campana) (Sevilla), 28.IX.1716 – ?, 1779 post. Médico.

Autor que ha planteado diversas dudas de identidad, siendo incluso considerado como dos personas y hallándose indexado indistintamente como Sebastián Guerrero o Sebastián Herreros. Tal confusión, probablemente, esté motivada por el uso indiscriminado de ambos apellidos en diversos documentos que se conservan en el Archivo de la Real Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla, de la cual fue socio destacado durante más de veinte años y donde desarrolló su más importante labor como director anatómico durante los años centrales del siglo xviii, hecho que ha propiciado los errores posteriores. A modo de ejemplo, puede servir su expediente personal donde, a pesar de que en los legajos originales figura con el nombre legítimo de Sebastián Miguel Guerrero y Reyna, en la portada, realizada con una finalidad administrativa, aparece como “Papeles de D. Sebastián Herreros y Reyna...” e “Informe de D. Sebastián Herreros y Reyna...”.

Esta ambigüedad se hace patente en otros muchos documentos e incluso en las publicaciones de la Academia. En 1761 el propio autor adopta esta dualidad de apellidos, hecho, por otra parte, muy habitual en la época, firmando por vez primera como Sebastián Guerrero Herreros, y en 1774, fecha de aparición de su principal obra, Medicina Universal, se identifica con el apellido cuádruple con el que ha pasado a la posteridad, sin que hasta el momento se haya podido aclarar su origen. Tras comprobaciones reiteradas se puede afirmar, sin género de dudas, que se trata de una sola persona.

Ciertamente fue bautizado en la parroquia de Santa María la Blanca del pueblo sevillano de Fuentes, el 30 de septiembre de 1716, dos días después de su nacimiento, con el nombre de Sebastián Miguel, tomando los primeros apellidos de sus padres, Juan Guerrero Martín e Isabel Reyna Gómez. Inició los estudios de Medicina en la Universidad de Sevilla en 1738. Obtuvo el grado de bachiller en Artes en 1741 y, a pesar de haber cursado los años necesarios en la Facultad de Medicina, no pudo graduarse por su “notoria pobreza”, que le obligó a practicar dos años para cubrir los costes del grado en Medicina, que lo obtuvo el 21 de enero de 1744.

En abril de ese mismo año, solicitó la admisión en la Regia Sociedad de Medicina de la capital hispalense, institución que se caracterizó por su carácter innovador y de asimilación temprana de las ideas renovadoras de la medicina. Fue aceptado como socio supernumerario el 21 de mayo de 1744, como médico revalidado. De inmediato se incorporó a las tareas que le encomendaban, convirtiéndose en un miembro dinámico de dicha corporación; de hecho, durante los meses siguientes de noviembre y diciembre presentó sus dos primeras aportaciones: Los sonámbulos, sus causas y si admiten curación y Sobre la tos rheumática-convulsiva, sus causas, señales y curación, contribuciones que no se conservan.

A menos de un año de su entrada en la Sociedad pasó a ocupar, como “coadjutor”, la plaza de número que había dejado libre Diego Gaviria, puesto que consiguió sometiendo su solicitud a debate entre los socios de número, como era preceptivo.

Desde esa fecha, participó activamente con otras cuatro disertaciones, de dos de ellas sólo se conocen los títulos parcialmente (Sobre las fiebres y Sobre el rheumatismo-escorbútico) y todas quedaron inéditas.

En la misma corporación desempeñó las labores de disector de anatomía desde 1745, cuyas demostraciones sobre cadáveres eran programadas, al menos, dos veces por año.

Sus actividades, como médico práctico, hicieron que se desplazara al país vecino, Portugal, donde desempeñó sus labores de clínico en distintas poblaciones; ello le obligó a ausentarse de la ciudad por espacio de catorce años y abandonar la Sociedad en 1747, aunque sin llegar a perder el contacto con ella, participando incluso en alguna ocasión en sus sesiones.

De vuelta a Sevilla en 1761, solicitó su reingreso en la Regia Sociedad, siendo admitido de nuevo como socio supernumerario y convirtiéndose desde ese momento en uno de sus miembros más solícitos.

Posteriormente, fue admitido como socio de número el 28 de noviembre de ese año y ocupó desde entonces distintos cargos de responsabilidad en la citada entidad. Fue consiliario 1.º en 1768 y en 1773, vicepresidente durante los años 1769 y 1770, y bibliotecario al menos en 1774. Volvió a ocuparse de las sesiones anatómicas de la Academia como “diputado” y ejerció como examinador de médicos, cirujanos y boticarios en nombre de la Sociedad, encargándose, asimismo, de realizar los “Extractos de los trabajos literarios...” y su lectura posterior. Igualmente ofreció su casa cuando dicha entidad perdió los locales que poseía por el pleito de Valcárcel, celebrándose las sesiones literarias en su domicilio desde 1768 hasta 1771, fecha en la que la Regia Sociedad se emplazó en el Colegio de los Ingleses, locales cedidos por el rey Carlos III para la celebración de sus actos. Por estas mismas fechas (1767), solicitó licencia para abrir en su casa una “academia” sobre “materias de física moderna, química, medicina y otras ciencias”, que debía funcionar seis horas semanales durante todo el curso. En esta segunda etapa en la Regia Sociedad redactó hasta nueve disertaciones, donde abordó distintos temas, como la histeria, la esterilidad y las muertes violentas, entre otras, seis de las cuales fueron publicadas en las Memorias Académicas y el resto quedaron manuscritas.

A partir del año 1776 su actividad dentro de la Sociedad empezó a declinar, presentándose diversas quejas por sus repetidas faltas de asistencia y dejación de sus obligaciones. El 22 de mayo de 1777, reunida la Junta de la Regia Sociedad y tras someterlo a votación, se decidió borrarlo de ella “[...] con arto sentimiento de dicha Sociedad y que se priva de oír a un sujeto de tan elevado talento”.

La mayoría de la obra de Guerrero se desarrolla durante su pertenencia a la Real Sociedad, coincidiendo la fecha de entrada con su primera publicación, para la cual se sirvió de un telescopio prestado para tal efecto por esta institución. El texto de mayor trascendencia, Medicina Universal, fue publicado en dos volúmenes (1774-1777). El primero, dividido en ocho capítulos o “academias”, bajo un estilo dialogado entre cuatro personajes, estudió la fibra como unidad elemental de la materia viva, asimilando los criterios empleados por Boerhaave, von Swieten y Haller entre otros, y acompañándose de gran cantidad de datos microscópicos y químicos. En el “Discurso preliminar” incita al rey Carlos III para introducir los estudios de clínica en Sevilla, al igual que se habían iniciado en Viena por la emperatriz María Teresa y en Coimbra por el rey de Portugal, e incluso propone que un lugar apropiado para la enseñanza podría ser el Hospital de la Sangre, reuniéndose en él todos los hospitales de la capital.

Expresa, asimismo, su preocupación por la multiplicidad de sistemas médicos existentes, diciendo: “Se debe tener un mismo idioma, una doctrina, una uniformidad de tratar la naturaleza humana sana y enferma [...] que nos pongamos de acuerdo”. El segundo volumen lo dedica íntegramente a la viruela, dividiéndolo en tres “academias” y dieciséis efectos, tema que ya había tratado en el primer volumen, en la “academia VII”.

Fuera de la Regia Sociedad, Guerrero publicó aún algunas obras, una de ellas en 1779 (Las Ciencias, Artes...), a través de la cual tenemos conocimiento de otra publicación, Sobre la curación de las viruelas de este año, y dos tomos más sobre medicina, todos ellos desconocidos hasta este momento. Como desconocido es el lugar y fecha de su fallecimiento.

Obras de ~: Relación physico-mathemática y observación astronómica del cometa, que se ha observado en esta Ciudad de Sevilla desde el día primero de enero de 1744, Sevilla, Diego López de Haro, 1744; De los somnámbulos, sus causas y si admite curación, 1744 (inéd.); De la tos rheumática-convulsiva, sus causas, señales y curación, 1744 (inéd.); Sobre las fiebres, 1745 (inéd.); Sobre el reumatismo escorbútico, 1745 (inéd.); De las inevitables causas de la vejez y muerte natural, 1746 (inéd.); De la esterilidad. Causas más comunes y ciertas de ellas, con las señales para discernir entre los consortes de quien dependa, con su más arreglado método, 1761 (inéd.); Del Histerismo, 1762 (inéd.); Sobre las muertes violentas, 1763 (inéd.); “Que expone la más verosímil Theoría de las enfermedades del pecho, en que se deponen materiales purulentos: preséntase un Kermes balsámico, con que se han logrado algunas curaciones singulares” y “De las anhelaciones o enfermedades de falta de respiración, originadas por afecto convulsivo de las partes que sirven á esta acción, exponiendo su teoría conforme a mejores principios y un Kermes coralino áureo con que se han conseguido algunas curaciones raras”, en Memorias de la Regia Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla (MRSMS), t. I, Sevilla, Imprenta Francisco Sánchez Reciente, 1766, págs. 144-159 y págs. 560-570, respect.; De la epidemia catharral que se ha padecido en Sevilla a fines del año próximo pasado, 1768 (inéd.); Extractos de los trabajos literarios de la Sociedad, leídos el jueves 22 de diciembre de 1768 por ~, 1768 (inéd.); “De la Putrefacción de los Humores, y medios de corregirla, en MRSMS, t. II, Sevilla, Imprenta Eugenio Sánchez Reciente, 1772, págs. 91-118; Medicina Universal, o Academias Médicas, Chirurgicas, Chymicas y Pharmaceuticas. Tratado General de Medicina y Cirugía, útil y preciso para todos los Médicos, y Cirujanos Jóvenes y Partidarios, Sevilla, Manuel Nicolás Vázquez, 1774-1777, 2 vols.; Las Ciencias, Artes y Oficios. Discurso académico: de la conexión que tienen las ciencias con las artes, y oficios. Y si una Nación hará progresos en estos sin el previo conocimiento de aquellas.

Dirigido a las Sociedades Patrióticas y a las gentes útiles de las Monarquías, Sevilla, Manuel Nicolás Vázquez y Cía., 1779; “De las utilidades y doctrinas prácticas que deben sacarse del Libro de Glándulas de Hipócrates” y “De los varios efectos que producen los preparados mercuriales hechos con Sales, o Azufres, explicando el mechanismo, y causas de esta diferencia”, en MRSMA, t. IV, Sevilla, Imprenta Josef Padrino y Solís, 1786, págs. 352-380 y págs. 481-503, respect.

 

Bibl.: A. Chinchilla, Anales Históricos de la Medicina en General y Biográfico-Bibliográficos de la Española en particular, vol. III, Valencia, Imprenta José Mateu Cervera, 1848, págs. 421-413; A. Hernández Morejón, Historia bibliográfica de la Medicina Española, vol. VII, Madrid, Imprenta de la Viuda de Jordán e Hijos, 1850, págs. 294-295; M. Méndez Bejarano, Diccionario de Escritores, Maestros y Oradores naturales de Sevilla y su actual provincia, vol. I, Sevilla, Tipografía Gironés, 1922, págs. 284 y 319; A. Palau y Dulcet, Manual del Librero Hispanoamericano, vol. VI, Barcelona, Librería Palau, 1953, pág. 438; R. Sancho de San Román, Catálogo de las Disertaciones y Memorias de la Regia Sociedad Médica de Sevilla (1736-1819), Salamanca, Seminario de Historia de la Medicina Española, 1961; L. S. Granjel, Anatomía española de la Ilustración, Salamanca, Seminario de Historia de la Medicina Española, 1963, págs. 74-75; J. Riera, “Los textos quirúrgicos españoles de la segunda mitad del siglo xviii”, en Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 7 (1968), págs. 35-133; M.ª L. Terrada Ferrandis, La anatomía microscópica en España (siglos xvii-xviii). La doctrina de la fibra y la utilización del microscopio en España durante el Barroco y la Ilustración, Salamanca, Seminario de Historia de la Medicina Española, 1969; A. Hermosilla Molina, Cien años de Medicina Sevillana (La Regia Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla, en el siglo xviii), Sevilla, Publicaciones de la Diputación Provincial-Patronato José María Cuadrado del Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Institutos de Estudios Sevillanos, 1970; M.ª L. Terrada, “La teoría de la fibra y el tejido celular en la obra de Sebastián Miguel Guerrero (1774)”, en Actas del IV Congreso Español de Historia de la Medicina, vol. I, Granada, Publicaciones de la Universidad-Caja de Ahorros de Granada, 1973, págs. 197-199; [J. M.ª] L[ópez] P[iñero], “Guerreros Herreros Morales y Reina, Sebastián Miguel”, en J. M.ª López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotóns y E. Portela Marco, Diccionario Histórico de la Ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Ediciones Península, 1983, págs. 429-431; J. L. Carrillo, “La enseñanza clínica en la Universidad Literaria de Sevilla (1802-1845)”, en Cronos 3 (2) (2000), págs. 297-312.

 

Encarnación Bernal Borrego

Relación con otros personajes del DBE

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