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José Ramón de Luanco Riego

Biografía

Luanco Riego, José Ramón de. Castropol (Asturias), 14.IX.1825 – 5.IV.1905. Químico, historiador.

Comenzó sus estudios en Castropol, luego en Figueras (Asturias), para continuarlos en Oviedo y más tarde pasar a la capital. En 1846, fue pensionado de la Escuela Normal de Segunda Enseñanza de Madrid. En 1850 fue nombrado ayudante preparador de las cátedras de Física Experimental y Química General de la Universidad de Oviedo, bajo la dirección del químico Magín Bonet Bonfill (1818-1894). En 1851 Luanco ganó la cátedra de Química de la Escuela Industrial de Sevilla, pero pronto se trasladó a la de Química General de Oviedo, que, una vez suprimida, le obligó a desplazase a Santiago de Compostela para impartir Álgebra Superior y Geometría Analítica, materias con las que estaba poco familiarizado. En 1862 fue nombrado catedrático provisional de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de Madrid, y después de breves estancias de nuevo en Santiago y posteriormente en Zaragoza, en 1868, consiguió estabilizar finalmente su carrera al conseguir la cátedra de Química General de la Universidad de Barcelona; permanecerá vinculado al centro catalán hasta su jubilación, en 1900.

Allí también ejerció de preceptor de Menéndez y Pelayo, durante el tiempo que el polígrafo montañés permaneció en Barcelona, enviado por su padre, Marcelino Menéndez Pintado, que, como Luanco, había nacido en Castropol.

Fue precisamente en Barcelona donde Luanco se había de consolidar como un prestigioso docente. Su Química General atraía estudiantes de formaciones diversas (Ciencias, Medicina, Farmacia, Ingeniería).

Coincidiendo con la nueva libertad de cátedra que había abierto la Revolución Liberal de 1868, Luanco modificó de manera sustancial el programa de la asignatura de Química General con la intención de superar la vieja autoridad de Jöns-Jakob Berzelius (1779-1848), cuyas teorías habían dominado buena parte de la Química europea de la primera mitad del siglo XIX.

De ahí el gran éxito de su libro de texto: Compendio de las lecciones de química general, publicado originalmente en 1878, y que gozó de diversas reediciones en las últimas décadas del siglo.

Luanco fue un gran docente y divulgador de buena parte de los debates teóricos de la Química del siglo XIX. A pesar de la temprana formulación de la teoría atómica de John Dalton (1766-1844), la Química vivió un período de gran confusión terminológica y teórica entre seguidores y detractores del atomismo (atomistas frente a equivalentistas) hasta la celebración del famoso Congreso Internacional de Química de Karlsruhe en 1860. Por oposición a la teoría dualística de Berzelius, Luanco adoptó la doctrina de Dalton, así como las nuevas ideas en Química Orgánica (animal y vegetal) expuestas por Jean Baptiste Dumas (1800-1884), Auguste Laurent (1807-1853) y Charles-Fréderic Gerhardt (1816-1856). El 1871, unos años antes de la aparición del Compendio, Luanco había publicado una traducción de la Introducción a la química moderna del químico suizo G. Brélaz, en la que se convertía al atomismo y descartaba la teoría de los equivalentes. A pesar de las novedades, el Compendio de Luanco no llegó a incluir la tabla periódica de los elementos, que había sido propuesta por el químico ruso Dimitri Mendeleiev (1834-1907) a finales de la década de 1860.

A pesar del dinamismo de su cátedra y del reconocimiento científico de que gozaba en Barcelona, Luanco se lamentaba a menudo de los pocos medios experimentales con que contaba, y en general de la pobre tradición experimental y de la falta de inversión en los laboratorios de la Universidad española. Denunciaba también el bajo salario del profesor universitario, un hecho que impedía la dedicación a tiempo completo a la institución. Así, Luanco realizó diversos trabajos de Química aplicada en temas relacionados con el análisis de aguas, la extracción de yodo de algas marinas, la fabricación de sidra, la producción de gas de hulla, etc.

Luanco se distinguió además por su interés por la historia de la Química, en especial por la recuperación y estudio de importantes textos de alquímicos españoles. Rescató las versiones española y catalana del Testamentum, atribuido a Ramón Llull, los textos de Arnau de Vilanova y Enrique de Villena, el Tesoro del rey don Alfonso X, el Lapis philosophorum, la traducción de un texto árabe del siglo XII, la Paracélsica admirable de la piedra filosofal, manuscrito traducido al español en 1658, entre otros. Desde una perspectiva presentista, de origen positivista, típica de los llamados químicos-historiadores del siglo XIX, Luanco rescató la alquimia precisamente para demostrar la superioridad de la Química moderna, tal como lo expresaba en el prólogo de su obra: “No es ocasión ésta de repetir y confirmar aquellas aseveraciones, ni tampoco de aducir las pruebas de incredulidad alquímica que en todos tiempos y en obras de varios géneros dieron los españoles. Sin embargo, como algunos cayeron en aquel delirio, parécenos asunto curioso el saber cuáles fueron su doctrina y los procedimientos que siguieron al ponerla por obra, ya que de sus afanes no hay memoria que sacasen otro fruto que un triste y a veces tardío desengaño”. En este terreno dejó claro, en contra del pensamiento dominante, que Ramón Llull no había practicado la alquimia.

Luanco completó su interés por la historia de la ciencia con el estudio de la vida y obra de los más relevantes expertos de la metalurgia española en América en los siglos XVI-XVIII.

Luanco jugó además un papel muy relevante en la vida cultural barcelonesa de finales del siglo XIX. En 1877, fue admitido como miembro de la Academia de Buenas Letras de Barcelona; entre 1882 y 1884 ostentó el cargo de vicepresidente de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona; en 1895 fue elegido vicepresidente de la Biblioteca Pública Arús; en el período 1889-1890 fue presidente del Ateneo Barcelonés. Asimismo, colaboró con la Real Academia Española en la españolización de las voces científicas de origen extranjero.

En relación con su vida académica en la Universidad de Barcelona, fue elegido decano de la Facultad de Ciencias en 1889, y rector en 1899. En 1900, su carrera académica había de llegar a su fin. Era el momento de su jubilación, de su retiro a Castropol, en su Asturias natal, donde había de morir cinco años más tarde, en 1905.

 

Obras de ~: Consideraciones acerca de las circunstancias en que debe fermentar el zumo de la manzana en la preparación de la sidra, Oviedo, Imprenta Regadera, 1853; Noticia del aerolito que cayó en las inmediaciones de la ciudad de Oviedo el 5 de Agosto de 1856, seguida de su análisis cualitativa y cuantitativa, Madrid, Eusebio Aguado, 1867; Raimundo Lulio considerado como alquimista. Discurso de entrada como Académico numerario de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, Barcelona, Imprenta de J. Jepús, 1870; G. Brélaz, Introducción a la Química Moderna, trad. de ~, Barcelona Imprenta J. Jepús, 1871; Descripción y análisis de los aerolitos que cayeron en el distrito de Cangas de Onís (Asturias) el día 6 de diciembre de 1866, Madrid, Imprenta de Fontanet, 1874; “Tentativas para establecer en España la industria del yodo y noticia de algunas reacciones que pueden contribuir a este propósito”, en Memorias de la Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 1 (1877); Análisis mineralógico de los suelos, Barcelona, Fomento de la Producción Nacional, 1877; Compendio de las lecciones de Química General explicadas en la Universidad de Barcelona, Barcelona, Imprenta J. Jepús, 1878 (2.ª ed., 1884, 3.ª ed., 1893, 4.ª ed., 1903); Los metalúrgicos españoles en el Nuevo Mundo, Barcelona, J. Jepús, 1888; La Alquimia en España, Barcelona, Tipografía Redondo y Xumetra, 1889, 1897 (ed. facs., Barcelona, Altafulla 1988; Valencia, París-Valencia, 2001); Química General, programa de las cuestiones que han de ser objeto de examen, Barcelona, Tipografía Redondo y Xumetra, 1892; Biografía del doctor Manuel Sáenz Díez y Pinillos, catedrático [...] leída en la Real Academia de Ciencias de Barcelona, Barcelona, Tipografía Redondo y Xumetra, 1894; D. Juan Agell y sus trabajos científicos; resumen biográfico leído en la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, en la sesión inaugural del curso 1896 a 1897, celebrada el día 29 de octubre de 1896, Barcelona, A. López Robert, 1896; “Castropol”, en O. Bellmunt y F. Canella y Secades (dirs.), Asturias: su historia y monumentos, belleza y recuerdos, costumbres y tradiciones, el bable, asturianos ilustres, agricultura e industria, estadística, Gijón, Fotop. y Tipografía de O. Bellmunt, 1897 (ed. Gijón, Silverio Cañada, 1980-1987, 3 vols.); Química general, Barcelona, Biblioteca Manuales Soler, 1902.

 

Bibl.: J. Rodríguez Moruelo, “D. José Ramón Luanco”, en Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, 3 (1905), págs. 363-379; E. Mascareñas, “Sesión pública extraordinaria del día 1 de mayo de 1909 en honor del académico difunto Excmo. Sr. D. José Ramón de Luanco”, en Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, 3.ª época, vol. VIII, n.º 1 (1909); M. García Teijeiro, El Doctor Don José Ramón F. de Luanco y Riego [...], Lugo, Vda. de Suárez Sal, 1926; J. Pascual Vila, La Química de la Facultad de Ciencias de Barcelona. Discurso inaugural del año académico 1951-52, Barcelona, Universidad, 1951; V. Loriente Cancio“Don José Ramón de Luanco (1825-1905), en Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 10 (1956), págs. 215-241; J. M. López Piñero et al., Diccionario histórico de la Ciencia moderna en España, vol. I, Barcelona, Península, 1983, págs. 551-552; P. Bernat y A. Nieto-Galán, “Joan Agell i Torrents (1809-1868): Un gestor de la ciència catalana del vuitcents”, en A. Roca-Rosell y J. M. Camarassa (eds.), Ciència i Tècnica a l’època contemporània als Països Catalans: Una aproximació biográfica, vol. I, Barcelona, Fundació Catalana per a la Recerca, 1995, págs. 127-143; M. P. Ricol Escandón, “J. R. Luanco i la introducció de la taula periòdica de Mendeleiev a la Universitat de Barcelona”, en Història de la Universitat de Barcelona. I Simposium 1988, Barcelona, Edicions de la Universitat, 1988, págs. 533-538; A. Nieto-Galán, “Seeking an identity for chemistry in Spain: Medicine, Industry, University, the Liberal State and the new ‘Professionals”, en D. Knight y H. Kragh (eds.), The making of the chemists in nineteenthcentury Europe, Cambridge, University Press, 1998, págs. 177-190; I. Pellón, La recepción de la teoría atómica en la España del siglo XIX, tesis doctoral, Leioa, Universidad del País Vasco, 1998, págs. 285-315; M. A. Serrano Monteavaro“En el centenario de J. R. Fernández Luanco”, en Campo del Tablado, 1 (2004); J. I. Gracia Noriega, “El polígrafo José Ramón Fernández de Luanco”, en Torre de los Lujanes, 57 (noviembre de 2005), págs. 29-38; C. Mans, “José Ramón de Luanco: químico y química en transición”, en Real Instituto de Estudios Asturianos, 15 de diciembre de 2005; J. Mora Casanova, Unidad de la materia y diversidad ideológica Discursos ontológicos en la España de la segunda mitad del siglo XIX, Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, 2014.

 

Agustí Nieto-Galan

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