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María Dolores Jiménez Alcántara

Biografía

Jiménez Alcántara, María Dolores. La Niña de la Puebla. La Puebla de Cazalla (Sevilla), 28.VII.1908 – Málaga, 15.VI.1999. Cantaora.

Una desgracia marcó su vida: a los pocos días de nacer le administraron un colirio en los ojos, quemándole las pupilas, posiblemente por una dosis excesiva.

Nunca recuperó la visión. Siempre usó gafas oscuras.

Su nombre ha quedado inscrito entre los mejores del flamenco y de la copla. Desde niña mostró su afición al cante. Sus padres le procuraron un profesor particular de música. Dado el interés que mostraba por cantar en público y tras actuar en pueblos aledaños al suyo, su padre dejó la peluquería que regentaba y empezó a acompañarla en calidad de representante.

Su meta era Madrid, donde La Niña de la Puebla se presentó en 1932 en el teatro de la Zarzuela con el sobrenombre artístico que recordaba su lugar de nacimiento.

Había aprendido braille y leía, desde muy niña, durante las madrugadas. Adoraba ese tiempo de silencio.

Su cultura era notable. Vivió diez años en Madrid.

Con veinticuatro años grabó su primer disco, por el que le pagaron 1.000 pesetas. Su padre le escribió las letras de las canciones, que ella musicó. Fue el tiempo en que popularizó Los campanilleros, con letra propia, puesto que existían otras con ese mismo nombre, de tradición oral. Eran unos cantes navideños en son flamenco que recordaban a los entonces conocidos como “Rosarios de la aurora”. Con el transcurso de los años, La Niña de la Puebla varió la letra de Los campanilleros en distintas ocasiones, manteniendo la música. Para la historia, quedarían siempre los que ella empezaba entonando así: “En los campos de mi Andalucía, los campanilleros en la madrugá...”. En 1933 se casó con Lucas Soto Martín, a quien Pepe Marchena puso el remoquete de Luquitas de Marchena.

La Niña de la Puebla formó compañía con su marido, aunque siguió cantando ella sola. Tuvieron seis hijos, dos de ellos cantaores: Adelfa y Pepe Soto.

Enviudó en 1965.

Tras la Guerra Civil se asentó en Málaga, a partir de 1942. Durante varias décadas La Niña de la Puebla encabezó espectáculos propios, de corte flamenco, o intervino como estrella invitada en los de otros artistas de primera línea. Así, cantó muchas veces junto a Marchena, Manuel Vallejo, Niño de la Huerta, Cepero, Palanca, Pepe Pinto, Angelillo o Juanito Valderrama.

Dominadora de la soleá, las seguidillas, la petenera y la granaína. Conocía todos los palos del flamenco.

Hay en su discografía toda una selección de fandangos, cantiñas, alegrías, bulerías y otros cantes de más enjundia, considerados los más duros y difíciles. Cantaora siguiendo los más puros sentimientos del flamenco.

Y, si interpretó otros cantes más livianos y coplas populares, lo hizo siempre con acento flamenco, con una voz fina, privilegiada, que admiraban sus propios compañeros y desde luego sus múltiples seguidores, a lo largo de varias generaciones, puesto que se mantuvo en activo hasta sus últimos días. Imposible de catalogar los muchos discos que grabó, desde los primitivos “de piedra”. Rodó dos películas: Madre Alegría (1935) y El alma de la copla (1959), esta última con su hija Adelfa.

Tal era su afición al cante que a pesar de los achaques de su salud aceptó cantar para los amigos de una peña de Huelva, a punto de cumplir los noventa y un años. Era el 13 de junio de 1999. Les dijo: “Voy a cantarles por soleá y si tengo fuerzas les haré un par de ellas más”. Cayó fulminada tras una súbita hemorragia cerebral. Dos días después moría en el hospital Carlos Haya de Málaga. Se iba una de las más grandes voces del cante, entonces la más veterana, a la que se sigue recordando por Los campanilleros y además por dos calles dedicadas a su memoria, en La Puebla de Cazalla, su pueblo, y en Linares, el de su marido.

 

Obras de ~: Mis mejores cantes, Barcelona, Olympo, 1975; Grandes éxitos, Madrid, Dial Discos, 1984; Mis cantes, Barcelona, Novosón, 1990.

 

Bibl.: M. Román, Memoria de la copla, Madrid, Alianza Editorial, 1993, págs. 98-103; Á. Álvarez Caballero, El cante flamenco, Madrid, Alianza Editorial, 1994, págs. 337-339 y 354; M. Ríos Ruiz, “Niña de la Puebla, La (Dolores Jiménez Alcántara)”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. VII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, págs. 1041- 1042.

 

Manuel Román Fernández

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