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Luis Mayáns y Enríquez de Navarra

Biografía

Mayans y Enríquez de Navarra, Luis. Requena (Valencia), 24.VII.1805 – Madrid, 14.IX.1880. Magistrado y político.

Hijo de Luis Mayans Valdá y de Josefa Enríquez de Navarra y Ramírez del Espuro, ambos pertenecientes a familias de la pequeña nobleza rural valenciana asentadas respectivamente en Onteniente y Requena, que hasta 1851 perteneció a la provincia de Cuenca y desde ese año a la de Valencia. Estudió en el Seminario Conciliar de Orihuela y Leyes en la Universidad de Valencia. Perteneció a la Milicia Nacional durante el Trienio Liberal y estuvo encarcelado entre los años 1824 y 1826. Finalizó sus estudios de Derecho en 1830 en la Universidad de Alcalá y ejerció como abogado durante dos años en Onteniente. En agosto de 1833 se trasladó a Madrid y se incorporó al Colegio de Abogados de la capital, ejerciendo de abogado de pobres “de los de la Real Cárcel de Corte”.

El 17 de febrero de 1835 el secretario de Estado de Gracia y Justicia, Nicolás María Garelly —valenciano y protector de Mayans—, lo nombró alcalde mayor —equivalente a juez de primera instancia— de Ferrol (La Coruña). En noviembre de ese mismo año fue trasladado a Madrid y, en mayo de 1837, nombrado magistrado de la Real Audiencia de Zaragoza. Casi en las mismas fechas alcanzó por primera vez el acta de diputado en las elecciones de 22 de septiembre de 1837 en un Congreso dominado por los moderados. Intervino en diversos asuntos relacionados con la administración y el presupuesto de la justicia y en defensa de la exposición de los milicianos nacionales de caballería de Requena, solicitando que no se les incautasen sus caballos para el Ejército. En la segunda legislatura (8 de noviembre de 1838 a 9 de febrero de 1839) intervino en el debate sobre el proyecto de organización de ayuntamientos y presentó una proposición para que se concediera una pensión a la viuda del general Méndez Vigo, muerto en Valencia “en defensa del orden público”.

No se presentó a las cuatro elecciones siguientes a Cortes. Fue miembro de una Comisión sobre el diezmo, abolido en 1837 y que se quería restablecer.

Pasó largas temporadas en Onteniente “para restablecer su salud”. En septiembre de 1840 renunció a la magistratura que ejercía en Zaragoza por no reconocer a la Junta Revolucionaria constituida en la ciudad.

Aprovechando las sucesivas desamortizaciones, se convirtió, junto a su hermano José, en uno de los grandes propietarios de tierras del valle de Albaida.

En julio de 1843 finalizó la regencia de Espartero, que embarcó en Cádiz en el crucero británico Meteor con destino a Londres. Se convocaron elecciones y el 15 de septiembre Mayans fue elegido de nuevo diputado por Valencia. No tuvo muchas intervenciones parlamentarias en la primera legislatura porque el 15 de diciembre pasó a formar parte del gabinete González Bravo como ministro de Gracia y Justicia y notario mayor de los reinos. Entre otras disposiciones, dictó una por la que los presidentes de sala del Supremo y los de las Audiencias habían de ser nombrados por el ministro. El 3 de mayo de 1844 pasó a presidir el Gabinete el duque de Valencia. Mayans siguió en la misma cartera y se incorporaron al ministerio Pedro José Pidal y Alejandro Mon, que formaban en el sector más narvaísta del partido moderado. A instancias de este gobierno, la Reina autorizó, un año después de su mayoría de edad, a la exregente a contraer matrimonio con Fernando Muñoz, duque de Riánsares.

En septiembre de 1844 hubo nuevas elecciones. Mayans se presentó por Albacete, Castellón y Valencia y optó por la última. Continuó en el ministerio, desde el que promovió la ley de vagos. En el debate de la Constitución de 1845 intervino en la parte correspondiente a Justicia. Cesó en el ejecutivo en febrero de 1846. El 30 de enero había intervenido por última vez en su calidad de ministro en una interpelación sobre los ataques a la libertad de imprenta presentada por el marqués de Albaida. Participó en las negociaciones para el Concordato de 1851, que no llegó a firmar.

Durante su ministerio se creó la Guardia Civil.

Dictó el Decreto de 13 de abril de 1844 por el que se creaban cátedras de notariado en las Audiencias y presentó la ley sobre organización del Registro de la Propiedad. A iniciativa del subsecretario, Manuel Ortiz de Zúñiga, se creó el Gran Collar de la Justicia que usa el presidente del Tribunal Supremo en las grandes solemnidades.

En las elecciones de 6 de diciembre de 1846 fue candidato, en la circunscripción de Valencia, por los distritos de Gandía y Onteniente y optó por este último, como lo haría ya siempre en el futuro, aun cuando pasó a denominarse con el nombre de la comarca, Albaida.

Como diputado intervino en debates sobre orden público, suspensión de las garantías individuales y Código Penal. El 20 de diciembre de 1848 fue elegido presidente del Congreso de los Diputados por primera vez. Fue reelegido para el cargo durante las tres legislaturas siguientes, hasta el 7 de enero de 1852.

Según el anónimo Semblanzas de los 340 diputados a Cortes que han figurado en la legislatura de 1849-1850, como presidente “no es muy aficionado a la campanilla: a los de la oposición, cuando ve que los ministros se impacientan y que ya no hay más remedio, les da un toque de atención, los amonesta suavemente y los requiere a entrar en la cuestión aunque estén dentro de ella; a los de la mayoría, si como sucede con frecuencia se extravían con pesados episodios o invierten en una rectificación hora y media, se contenta con empuñar la campanilla y sin sonarla amenazarlos con ella; a los ministros no es extraño que los deje hablar siempre y cuanto quieren, porque así lo dispone el reglamento; pero cuando se salen de la cuestión, debería S. S. interrumpirlos como a los demás; cuando se permiten dirigirse singularmente a cada uno de los señores de la oposición haciendo su biografía crítica, debería llamarlos al orden y cuando se atreven a insultar a los diputados debería reprimirlos”.

Resultó electo de nuevo diputado por Onteniente en las elecciones de 31 de agosto de 1850. En enero de 1851 fue censurado por suspender las sesiones tras la dimisión de Narváez hasta el nombramiento de Bravo Murillo como primer ministro. Finalmente se aprobó una moción de apoyo a la Presidencia promovida por los moderados. El 10 de mayo resultó reelegido diputado y ocupó la presidencia de la cámara por tercera y última vez.

Fue de nuevo elegido en febrero de 1853. En 1854 fue ministro de Estado durante cuarenta y ocho horas en el gabinete del duque de Rivas, hasta la llegada de Espartero. Durante el bienio progresista se retiró a Onteniente. El 24 de septiembre de 1856 fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo, pero renunció un mes después. Durante unos meses formó parte de la Diputación Provincial de Valencia.

Obtuvo escaño en las elecciones del 25 de marzo de 1857 y participó en el debate de elaboración del discurso de contestación al de la Corona. Fue de nuevo elegido en octubre de 1858. El 7 de septiembre de 1860 tomó posesión como consejero de Estado encargado de la sección de Estado y Gracia y Justicia, puesto en el que cesó, a petición propia, el 4 de enero de 1863. Durante estos años participó en algunas de las empresas del marqués de Campo.

Diputado tras las elecciones de 11 de octubre de 1863, ocupó de nuevo el Ministerio de Gracia y Justicia desde marzo a septiembre de 1864 en el gabinete presidido por Alejandro Mon. En las elecciones de 22 de noviembre de 1864 resultó elegido, pero pronto se retiró a Onteniente, donde pasó el sexenio democrático con frecuentes viajes a Madrid. Se negó a jurar la Constitución de 1869 por tolerar la libertad de cultos y fue privado de su pensión de exministro. A finales de 1870 se integró en el Partido Alfonsino.

Formó parte de las dos primeras cámaras de la Restauración (elecciones de 1876 y 1879) y presidió el comité de notables que alumbró el anteproyecto de Constitución de 1876. Permaneció fiel a los moderados históricos (Moyano, Pidal, Mañé) que se resistían a integrarse en el Partido Liberal Conservador de Cánovas pero lo apoyaron. Participó en el periódico de los neocatólicos de Pidal, La España Católica.

El 14 de septiembre de 1880 falleció en Madrid.

Estaba en posesión de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III y había renunciado al título de príncipe romano que le ofreció el papa Gregorio XVI. No quiso un título nobiliario o el escaño vitalicio en el Senado.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 15 n.º 21; 24 n.º 16; 24 n.º 65; 27 n.º 10; 29 n.º 17; 32 n.º 10; 41 n.º 10; 41 n.º 40; 45 n.º 11; 49 n.º 11; 52 n.º 13; 79 n.º 8 y 86 n.º 9; Archivo Real Academia de la Historia, Archivo Natalio Rivas, Papeles de Luis Mayans.

Congreso de los Diputados, Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, Madrid, Congreso de los Diputados, 1848-1850; VV. AA., Semblanzas de los 340 diputados a Cortes que han figurado en la legislatura de 1849-1850, Madrid, Gabriel Gil, 1850; F. Vargas Machuca y V. Lobo Rui Pérez, El libro de la verdad o semblanzas de los diputados al Congreso de 1851, Madrid, Antonio Mateis, 1851; E. Tajueco Gallardo, El libro de los diputados o fisonomía del Congreso de 1851, Madrid, José María Ducazcal, 1851; P. E. de Tébar y J. de Olmedo, Las segundas Cortes de la Restauración. Semblanzas parlamentarias. Congreso de los Diputados, Madrid, Imprenta de Manuel G. Hernández, 1879; E. Esperabé de Arteaga, Diccionario enciclopédico y crítico de los hombres de España, Madrid, Ibarra (195?); J. F. Lasso Gaite, El ministerio de Justicia: su imagen histórica (1714-1981), Madrid, 1984; F. Lesseps, Lesseps y los políticos españoles (el informe de 1848), Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil Albert, 1993; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; F. A. Martínez Gallego, Lluís Mayans i Enríquez de Navarra (1805-1880). Liberalisme moderat, burgesía y Estat, Ontinyent, Ajuntament, 2000; J. R. Urquijo Goitia, Gobiernos y ministros españoles (1808-2000), Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2001; J. Paniagua y J. A. Piqueras (dirs.), Diccionario biográfico de políticos valencianos, 1810-2003, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2003.

 

Mateo Maciá

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