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Salvador Manzanares Fernández

Biografía

Manzanares Fernández, Salvador. Bretún (Soria), 18.I.1788 – Estepona (Málaga), 7.III.1831. Teniente coronel de Ingenieros, secretario de la Junta Auxiliar de Ingenieros, jefe político de Valencia, ministro de la Gobernación.

Hijo de Francisco de Sales Manzanares y de Águeda Fernández de la Magdalena. Ingresó en el Ejército el 4 de septiembre de 1805, para seguir los estudios de Ingeniería en la nueva Academia del Cuerpo creada en Alcalá de Henares. Estando destinado en dicho establecimiento de enseñanza, participó en la que posteriormente vino a denominarse “Fuga de los Zapadores”.

La importancia de este hecho vino determinada porque el Regimiento de Zapadores, de guarnición en la ciudad complutense, fue la única unidad militar española que, con bandera, armas, portando toda su indumentaria y la caja del Regimiento y “a tambor batiente”, el 26 de mayo de 1808 abandonó la zona dominada por los franceses, en dirección a Valencia.

Ante la escasez de mandos técnicos cualificados en el Ejército español que ocupaba las zonas libres de franceses, fue ascendido al poco de llegar a la capital del Turia a capitán de Ingenieros el 10 de junio de 1808.

Tras la victoria española de Bailén y la retirada gala de Madrid, pasó a Zaragoza, donde fue asignado para formar parte del ejército mandado por Castaños, que fue derrotado por los franceses en la batalla de Tudela el 23 de noviembre del mismo año. Allí fue hecho prisionero y deportado al depósito de Dijon del país vecino. Posteriormente fue trasladado al castillo de Joux, de cuya fortaleza consiguió fugarse la noche del 26 al 27 de abril de 1812, junto a otros cinco oficiales españoles, mediante una escala hecha con sábanas y maderas, según consta en su hoja de servicios. Durante estos años de cautiverio, fue forjando su ideología liberal, al igual que otros muchos militares españoles prisioneros en Francia.

Una vez alcanzado territorio español, se presentó en Cataluña en junio de 1812, donde ejerció las funciones de ayudante de Estado Mayor. Posteriormente fue destinado a Aragón, donde prestó servicios en la división del general Sardfield. En junio de 1813 pasó en comisión de servicio a Cádiz. En 1814 entró en Francia con el 3.er ejército, persiguiendo a las tropas francesas en retirada, ejerciendo las funciones de aposentador.

Tras la rendición de Napoleón, en septiembre de este mismo año de 1814 pasó destinado a Guipúzcoa.

Allí, su unidad recibió el encargo de levantar el plano de los Pirineos occidentales, incluyendo los puntos necesarios que precisaran la fortificación para su defensa.

En 1816, teniente coronel de Infantería y capitán de Ingenieros, se casó en Madrid con la joven de dieciséis años María Mercedes de Gillemán. En 1817, al igual que otros individuos de su cuerpo, ayudó al liberal Van Halen en su huida. Ese mismo año tradujo del francés la obra de A. Allent Ensayo sobre los reconocimientos militares. En 1818 fue destinado como profesor a la Academia de Ingenieros de Alcalá, donde se dedicó a difundir los ideales liberales entre los alumnos y los oficiales del Regimiento. Poco después, en 1819, procesado por la Inquisición por masón, tuvo que huir a Francia, donde permanecería hasta el triunfo del pronunciamiento de Riego. En este momento, marzo de 1820, cruzó la frontera y, junto a Espoz y Mina, proclamó la Constitución de 1812 en Navarra. Al parecer fue el redactor del texto leído en Pamplona.

De regreso a Madrid se afilió a la famosa sociedad La Fontana de Oro, participando activamente como orador, hasta que tuvieron lugar los sucesos del 3 de septiembre de 1820, que acabaron con el destierro de Riego a Oviedo, Evaristo San Miguel a Valladolid y el propio Manzanares a Barcelona.

Una vez rehabilitado, pasó a formar parte de la Junta de Ingenieros, llamado a ella por el marqués de las Amarillas. Perteneció a la masonería en el grupo de los “Anilleros”. Posteriormente, fue apartado de Madrid, con la concesión de un cargo importante: tesorero del ejército de Cataluña. Durante su estancia en la capital catalana participó, junto a Riego y la familia de Lacy, en la inauguración de la Sociedad Patriótica de la ciudad. Fue uno de los editores de El Indicador Catalán, diario político, mercantil y literario de Barcelona publicado entre enero de 1822 y octubre de 1823.

En enero de 1822 fue nombrado jefe político de Valencia. Al mismo tiempo que la dirección política de la provincia, se le confió la dirección de la Real Sociedad Económica de Amigos del País valenciana. En diciembre del mismo año cesó en ambos cargos.

La situación política de inestabilidad española provocó la decisión de la Santa Alianza de intervenir en España. El 7 abril de 1823 cruzó la frontera un ejército francés mandado por el duque de Angulema, denominado los Cien Mil Hijos de San Luis. Ante la descomposición del Gobierno y la defección de una buena parte de los defensores del sistema liberal, Salvador Manzanares fue nombrado ministro de la Gobernación el 2 de junio de 1823, en el gabinete Calatrava, cargo que continuó ocupando hasta la rendición de los constitucionalistas, sitiados en Cádiz, y la liberación de Fernando VII, el 30 de septiembre del mismo año.

Para evitar la represión de Fernando VII, Angulema dio tiempo a la huida de los liberales más comprometidos, que primero pasaron a Gibraltar y, desde allí, a Inglaterra, entre ellos Manzanares. En 1828 fue admitido de nuevo en la colonia británica, aunque tuvo que volver a salir de ella debido a la fiebre amarilla. Al año siguiente volvió a conseguir el permiso de residencia en el citado Gibraltar. En 1830 estuvo a punto de obtener el permiso para regresar a España, pero los buenos informes de la policía no fueron suficientes para superar sus antecedentes de liberal exaltado.

Durante la mayor parte de su etapa en el exilio estuvo ligado a la organización de Espoz y Mina, sin embargo, desde su asentamiento en Gibraltar en 1829, pasó a desempeñar un importante papel en la Junta de este lugar, controlada por Torrijos. Precisamente, en connivencia con éste, procedente de la colonia británica, utilizando el sobrenombre de Estanislao Fernández, el 21 de febrero de 1831, acompañado de diecisiete hombres, se apoderó de Los Barrios, el Campo de San Roque. El 25 del mismo mes desembarcó en Getares una fuerza de unos ochenta y cinco hombres, que había partido de Gibraltar, que se unieron a Manzanares en el cerro de Los Castillejos.

Desde aquí, a pesar de tener órdenes de Torrijos de dirigirse a Vejer, para tomar el mando de los patriotas de aquel lugar, marcharon hacia Estepona por el puerto de Babonaque. Sorprendidos por fuerzas realistas, Manzanares y su partida hubieron de replegarse al interior de Sierra Bermeja, para regresar al punto de partida, donde continuaron siendo hostigados por las fuerzas gubernamentales.

El 7 de marzo, traicionado por unos pastores que le habían ofrecido su ayuda, Manzanares fue asesinado.

Posteriormente fueron hechos prisioneros casi todos sus hombres, que unos días después fueron fusilados.

La mayor parte de ellos fueron enterrados cerca de la playa, en el lugar que después se denominó “Callejón de los Liberales”.

Tras el fallecimiento de Fernando VII y la llegada de los liberales al poder, les fueron retiradas las recompensas otorgadas a sus delatores y captores.

El 16 de julio de 1837, fueron exhumados los restos de Manzanares y sus compañeros y trasladados a un panteón erigido en la iglesia parroquial.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, leg. 8199; Archivo del Palacio de Oriente, Papeles Reservados de Fernando VII, t. 67; Archivo del Ministerio de Justicia, Armario Reservado de Isabel II, leg. 49.

M. Bernal, Rasgo de gratitud a las víctimas del brigadier D. Salvador Manzanares y sus compañeros de armas inmoladas en Estepona, el 7 y 10 de marzo del año 1831, Málaga, 1837; L. Sáenz de Viniegra de Torrijos, Vida del general D. José M.ª de Torrijos y Uriarte, por su viuda [...], Madrid, 1860, 2 ts.; Estudio histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército iniciado al celebrar en 1903 el primer centenario de la creación de la Academia y de sus tropas [...], Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1911, 2 ts.; F. Espoz y Mina, Memorias del general Don [...], Madrid, Atlas, 1962, 2 ts.; J. L. Comellas García-Llera, El Trienio Constitucional, Madrid, Rialp, 1963; M. Artola Gallego, La España de Fernando VII, Madrid, Espasa Calpe, 1968; A. Gil Novales, Las sociedades patrióticas (1820-1823). Las libertades de expresión y reunión en el origen de los partidos políticos, Madrid, Tecnos, 1975, 2 ts.; J. R. Aymes, Los españoles en Francia, 1808-1814, la deportación bajo el Primer Imperio, Madrid, Siglo XXI, 1987; I. Castells, La utopía insurreccional del Liberalismo. Torrijos y las conspiraciones de la década ominosa, Barcelona, Crítica, 1989; A. Gil Novales (dir.), Diccionario biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; P. Baroja, Juan Van Halen, el oficial aventurero, Madrid, Edaf, 1998; L. M. de Diego Pareja, La Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares (1803-1823), Alcalá de Henares, Institución de Estudios Complutenses, 1999.

 

Luis Miguel de Diego Pareja