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Miguel Antonio de Zumalacárregui y de Imaz

Biografía

Zumalacárregui e Imaz, Miguel Antonio de. Idiazábal (Guipúzcoa), 21.II.1773 – Madrid, 1.V.1867. Político, jurista.

Fueron sus padres Francisco Antonio de Zumalacárregui Múgica y María Ana de Imaz y Altolaguirre, hermana del general José Imaz y de Andrés, deán de la Catedral de Monterrey (México). Su hermano fue el célebre general carlista Tomás Zumalacárregui.

Realizó sus estudios en diversos centros de enseñanza del sur de España. Dos años de Filosofía en el Colegio San Pelagio de Córdoba; un curso de Filosofía Moral y tres de Leyes en la Universidad de Sevilla; su graduación en Leyes la realizó en la Universidad de Osuna (22 de mayo de 1794 y dos años más tarde, bachiller por la Universidad de Sevilla (23 de mayo de 1796).

Tras las prácticas fue recibido de abogado en la Real Audiencia de Sevilla el 30 de octubre de 1797. Su primer destino en la Administración fue el de alcalde mayor de la Audiencia de Asturias (posesión 17 de diciembre de 1803), según la policía de Fernando VII debido a que su mujer era “una dependienta o criada de la casa de Godoy”; posteriormente accedió a Oidor de la misma Audiencia. Al producirse la invasión napoleónica, inicialmente, al igual que la mayoría de la Audiencia, cumplió las órdenes del Consejo de Castilla de someterse a las autoridades francesas y de oponerse a la formación de la Junta; pronto empezó a colaborar activamente en la resistencia a la invasión.

Se le encomendaron diversas misiones delicadas como la de presentarse en Oviedo para informar sobre la situación de los ocupantes (mayo de 1809); después combatió y fue secretario de la Junta de Guerra. La Junta Superior del Principado le envió el 2 de mayo de 1810 a Extremadura, al cuartel del marqués de La Romana, a fin de informarle de la situación de la guerra en dicha región. Desde allí se trasladó a Cádiz con el objeto de solicitar auxilios de la Regencia.

Fue elegido diputado suplente por Guipúzcoa (juró su cargo el 2 de enero de 1811). Intervino en diversas comisiones y sus intervenciones se relacionaron en la mayoría de los casos con cuestiones referentes a su profesión de jurista.

A principios de 1814, solicitó seis meses de permiso por motivos de salud antes de incorporarse a su plaza de Asturias. Se le ofreció el mismo cargo en Madrid el 19 de abril de 1814, pero lo rechazó porque no quiso aceptar ningún nombramiento hasta la llegada de Fernando VII. Fue incluido en la causa contra los liberales y arrestado el 10 de mayo de 1814.

A partir de este momento su nombre queda unido a la elite intelectual del liberalismo. En dicha causa se le imputaba ser “uno de los causantes de los procedimientos de las Cortes contra la Soberanía y derechos de S. M. que tenía reconocidos la Nación cuando fue jurado Príncipe de Asturias, y los confirmó y ratificó en el año 1808 cuando con aplauso general fue proclamado Rey de las Españas”; asimismo se señalaba que se había distinguido “en favor de las nuevas instituciones y en contra de las personas y cuerpos eclesiásticos”. Tras detallar diversas actuaciones concretas de su labor como Diputado tendentes a liquidar el Antiguo Régimen, se proponía su confinamiento durante diez años en la fortaleza de Pamplona, y que tras ellos sólo pudiese regresar a Madrid con permiso expreso del Monarca. El Consejo de Castilla le absolvió de todos los cargos que se le hacían el 11 de septiembre de 1815.

Pero la absolución no supuso rehabilitación, pues se le jubiló con la mitad del sueldo de la plaza de Oidor y fue confinado a Valladolid. Zumalacárregui reclamó en diversas ocasiones su reposición, y sólo a principios de 1820 (el 12 de enero de 1820) el Rey accedió parcialmente a su solicitud al concederle el sueldo entero. La sublevación de 1820, supuso su vuelta a la actividad política. Ocupó una de las vocalías la Junta de Valladolid, que presidía Carlos O’Donnell. A los pocos días recibía una real orden fechada el 15 de marzo por la que se reclamaba para ocupar la plaza de magistrado de la Audiencia Territorial de Madrid para la que había sido propuesto seis años antes. Dos meses después, el 26 de mayo de 1820, era ascendido a magistrado del Tribunal Supremo, plaza de la que tomó posesión el 10 de junio de 1820.

Durante el Trienio, Zumalacárregui formó parte del grupo de los liberales moderados, en especial tras haber apoyado al gobierno con motivo de la famosa sesión parlamentaria de las páginas, lo que motivó su expulsión del Gran Oriente. Acompañó al Gobierno a Sevilla y Cádiz tras la entrada de las tropas francesas en 1823. Al restablecerse el gobierno absoluto, se vio obligado a residir en Cádiz, Jerez y Chiclana; y se le privó de cualquier ingreso económico. Las Comisiones de purificación encargadas de examinar la conducta de los funcionarios durante el régimen liberal no accedieron a las solicitudes de Zumalacárregui solicitando se le declarase purificado, ni en primera (15 de febrero de 1826) ni en segunda instancia. El 18 de enero de 1827 se le concedía una cuarta parte del sueldo y en 1830 se le duplicaba dicha cantidad. En 1829, tras la muerte de su esposa, se le denegó el permiso para trasladarse a Madrid. Un año más tarde se accedía a su solicitud, a pesar de que la policía señalaba que trataba de reunirse con otros liberales para preparar el retorno al sistema constitucional.

El 9 de noviembre de 1832, Zumalacárregui solicitó a la Reina un destino “en donde le considere útil a su Real Servicio”. Finalmente, tras la muerte del Rey, se le concedió una plaza de Oidor en Galicia el 16 de noviembre de 1833. El 2 de febrero de 1834 era nombrado regente de la recién creada Audiencia de Burgos, en cargándosele la organización de dicho Tribunal y una misión de alta política: llegar a un acuerdo con los sublevados carlistas de los que su hermano Tomás era la cabeza militar. Aunque no podía ser repuesto en sus antiguos puestos, sí se le concedió “los honores del Tribunal Supremo de España e Indias” el 29 de noviembre de 1834; y un año más tarde se le nombraba ministro de dicho Tribunal (5 de septiembre de 1835). En 1840 fue elegido alcalde de San Sebastián.

Fue nombrado ministro de Gracia y Justicia el 17 de junio de 1842, en un gabinete presidido por José Ramón Rodil, que había luchado contra su hermano Tomás. Sucedió en el puesto a José Alonso, cargo en el que permaneció once meses hasta el 9 de mayo de 1843. Su primera preocupación al frente del departamento fue señalar a los jueces la necesidad de actuar con tacto en momentos de inestabilidad como los que atravesaba el país. Durante su mandato dictó numerosas disposiciones encaminadas a agilizar el pago del presupuesto de culto y clero.

Al llegar los moderados al poder, solicitó su jubilación tras treinta años de servicios el 7 de febrero de 1845. Murió en Madrid el 1 de mayo de 1867. Estuvo casado con María Ventura de Larrea. Fue diputado por Guipúzcoa en las Constituyentes de 1836-1837, en 1837 y 1839; y senador por Segovia (1841) y Navarra (1843). Ocupó la presidencia del Congreso de los Diputados en tres ocasiones: 24 de enero a 23 de febrero de 1813, 1 a 28 de febrero de 1837 y 1 a 9 de septiembre de 1839.

 

Obras de ~: Oración inaugural en la instalación del Tribunal, 18 setiembre 1834, Burgos, Imprenta de T. Arnaiz, 1834.

 

Bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 2 n.º 3, 5 n.º 2, 13 n.º 29, 14 n.º 38, 16 n.º 10 y 20 n.º 18; Archivo Central del Ministerio de Justicia, leg. 607 exp. 2024; Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 11.898; Fondos Contemporáneos Ministerio de Hacienda, leg. 513 exp. 2642, leg. 2829 exp. 68; Archivo Histórico de Protocolos (Madrid), leg. 25.402; Archivo del Senado, Expedientes personales, HIS-0532-03.

F. Amador Carrandi, “Los hermanos y descendientes del general Zumalacárregui”, en Boletín de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País, VII, n.º 2 (1951), págs. 177-197; J. F. Lasso Gaite, El Ministerio de Justicia. Su imagen histórica (1714-1981), Madrid, Imprenta Sáez, 1984; A. Gil Novales (dir.), Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; VV. AA., Diccionario biográfico de los Parlamentarios de Vasconia (1808-1876), Vitoria, Eusko Legebiltzarra-Parlamento Vasco, 1993; V. Herrero Mediavilla (ed.), Archivo Biográfico de España, Portugal e Iberoamérica, München, K. G. Saur, 2002.

 

José Ramón Urquijo Goitia

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