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Luis de Sicilia

Biografía

Luis de Sicilia. ?, 1337 – 16.X.1355. Rey de Sicilia (1342-1355).

Hijo de Pedro II de Sicilia (1337-1342) y de Isabel de Tirol. Pedro II había tenido, con Isabel de Tirol, tres hijos, Luis, Federico y Eufemia; la prematura muerte de Pedro II, en 1342, cuando apenas contaba con treinta y siete años, convirtió en sucesor a Luis, de apenas cinco años. El vicariato del duque Juan se convirtió ahora en tutoría del joven heredero y en regencia, compartida con Juan de Aragón y con su madre Isabel de Tirol.

El reinado de Luis puede ser dividido en tres etapas, la protagonizada por la gestión del duque Juan (1342- 1348), la regencia de Blasco II y el gobierno personal de Luis. Hasta 1348, los problemas internos del reino de Sicilia giraron en torno a la relación de la nobleza con la Monarquía, a partir de 1348 los problemas se agudizaron con motivo de la crisis demográfica, suscitada por la peste negra y la consecuente desorganización de la producción agraria y la caída de rentas de la nobleza.

Coincidiendo con el inicio del reinado de Luis se produjo el levantamiento de la ciudad de Messina, movimiento popular con el lema “viva lu re et lu populu”.

En las raíces del movimiento se encontraba la rivalidad con la ciudad de Trápani, que registraba un mayor dinamismo comercial. El mencionado movimiento no tardó en adquirir adherencias políticas, por la manipulación realizada por el clan de los Palizzi, favorables a los anjevinos. La revuelta de Messina no se limitó a la agitación popular, sino que pasó a la acción ocupando el castillo de San Salvador. Fue entonces cuando el duque Juan decidió intervenir, aplicando una política de represión cuidadosamente meditada, con la ejecución de alguno de los responsables y la prisión y el exilio para los demás conjurados.

Superado el incidente de Messina, el duque Juan pudo aplicarse a la reorganización interna del reino, lo que pasaba por tomar medidas de saneamiento financiero.

También en el flanco exterior, el duque Juan promovió una mejora de las relaciones con el papado y, con la finalidad de aislar a Nápoles, un intento de acuerdo, que no prosperó, con Luis de Hungría.

A partir de ahí, pudo emprender una política de construcción naval y de reorganización militar. La revuelta de Messina había hecho creer en Nápoles la facilidad de un desembarco en Sicilia. Sin embargo, en 1345, tres años después de la revuelta, la situación de la ciudad estaba controlada por el duque Juan. Por esta razón, una flota angevina, enviada para prospectar un desembarco en dicha ciudad, tuvo que renunciar al desembarco. Las relaciones del duque Juan con Luis de Hungría tuvieron el efecto deseado, aunque momentáneo, de generar un reconocimiento entre Nápoles y Sicilia del “status quo”. En efecto, por el tratado firmado en 1347, la reina Juana de Nápoles renunció a los derechos que le pudieran pertenecer sobre Sicilia.

Tras la regencia moderadora del duque Juan, la regencia de Blasco tuvo el efecto de generar la división de la nobleza en dos partidos, el pro catalán y el pro anjevino, sostenido por la nobleza indígena. Cuando Luis accedió a la mayoría de edad no estuvo en situación de controlar las luchas nobiliarias y la reacción de las principales ciudades sicilianas: en Messina fue asesinado Matteo Palizzi, uno de los dirigentes de la nobleza indígena, favorable a la presencia anjevina, mientras Palermo se decantó por los anjevinos.

La lucha de las facciones indicadas prescindió del papel tradicional de la Monarquía, entrándose en una dinámica a la vez de guerra civil y de guerra exterior, por la ocupación anjevina de Siracusa. Solamente en 1355 Luis pudo iniciar la recuperación, cuando le sorprendió la muerte el 16 de octubre de este año.

 

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Pau Cateura Bennasser

 

 

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