Rodríguez, Diego. Porcelos. ?, s. IX – Cornudilla (Burgos), 31.I.885. Noble, segundo conde de Castilla, repoblador de Ubierna y Burgos.
Dejando a un lado los tres diplomas falsos, conservados en San Millán de la Cogolla y supuestamente otorgados al Monasterio de San Felices de Oca, cerca de Villafranca Montes de Oca (Burgos), y atribuidos a los años 863, 864 y 869, así como el concedido el año 871 a San Vicente de Ocoizta o Acosta (Álava) igualmente falso, la primera mención cierta del conde Diego al frente del condado de Castilla, como sucesor de su padre el conde Rodrigo, es la que se encuentra en la Crónica Albeldense al dirigir la defensa del desfiladero de Pancorbo los años 882 y 883, aunque es muy posible que estuviera ya al frente del condado castellano desde el año 873, en que su padre Rodrigo desaparece de la documentación.
En los veranos de los dos años citados el emir cordobés MuÊammad envió sendas expediciones militares a las órdenes de su hijo al-Mun¼ir, que avanzando por la Rioja penetraron en el reino leonés llegando ante los montes Obarenes, entonces extremo meridional de Castilla; los musulmanes trataron de penetrar en la llanada de Miranda atacando el paso de Cellorigo, donde fueron rechazados por el conde de Álava Vígila Jiménez; de Cellorigo pasaron a Pancorbo donde los esperaba el conde de Castilla Diego, hijo de Rodrigo, que consiguió rechazar tanto el año 882 como el 883 a los Ejércitos de Córdoba sin que estos lograran forzar el desfiladero que les habría dado paso hacia Miranda. Fue un doble éxito defensivo.
En las negociaciones establecidas entre el emir MuÊammad y el rey Alfonso III en el invierno del 883 al 884 se llegó a una tregua que duró 18 años, que englobaba a todo el reino leonés y por lo tanto a Castilla, parte de ese reino, pero de la que quedaron fuera los muladíes Banñ QasÌ, musulmanes de origen hispano asentados en la Rioja, entonces rebeldes al Emir de Córdoba. De acuerdo con esta exclusión de la tregua los condes de Álava y Castilla reciben la orden regia de hostigar a dichos muladíes.
El mismo año 884, aprovechando dicha tregua el rey Alfonso ordena al conde Diego que avance hacia el Sur y ocupe nuevos territorios construyendo en ellos dos fortalezas, a saber, Ubierna y Burgos, en torno a las cuales se iniciaría la repoblación de las comarcas respectivas. Aunque no nos consta el mes en que tuvo lugar esta salida de los montes y fortificación de las fortalezas de Ubierna y Burgos, suponemos que estas tareas se iniciarían en la primavera, apenas llegado el buen tiempo. De este modo el conde Diego Rodríguez se convirtió en el fundador de Burgos, aunque es posible que en la misma colina existieran restos de antiguas edificaciones prerromanas, romanas o visigodas.
La guerra continuaba limitada a los condes cristianos de Álava y Castilla con los muladíes del Ebro, que desde La Rioja realizaban incursiones contra toda la Bureba, entonces despoblada. En una de estas incursiones un destacamento musulmán tuvo un encuentro el 31 de enero del año 885 con el conde Diego y sus hombres en Cornudilla, a unos 17 kilómetros al norte de Briviesca (Burgos), de resultas del cual fue muerto el conde Diego, sin dejar tras de sí un hijo en edad de sucederlo, ya que su hijo Gonzalo Díaz nunca llegó a alcanzar la dignidad condal. El sobrenombre de Porcelos es un apelativo que no se encuentra ni en los documentos ni en las primeras crónicas; sólo trescientos cincuenta años después de la muerte de Diego Rodríguez, Rodrigo Jiménez de Rada le designa con ese sobrenombre: “el conde Diego Porcelos pobló Burgos”. Es posible que este apodo proceda de la juglaresca tardía y no merece ser utilizado en la historia.
Bibl.: Crónica Najerense, ed. de A. Ubieto, Valencia, Anubar, 1966, págs. 67-69; R. Jiménez de Rada, De rebus Hispaniae, Valencia, reimpr. Lorenzazna, 1968, pág. 116; J. Pérez de Urbel, El condado de Castilla, Madrid, Siglo Ilustrado, 1969, págs. 191-219; Chronica Albeldensia, ed. de. J. Gil Fernández et al., Oviedo, Universidad, 1985, págs. 176-181; G. Martínez Díez, “La época condal”, en Historia de Burgos, vol. II: Edad Media, 1, Burgos, Caja Burgos, 1986, págs. 56-58.
Gonzalo Martínez Díez, SI
