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Buenaventura Carbó de Aloy

Biografía

Carbó de Aloy, Buenaventura. Madrid, 25.X.1819 – 2.III.1888. Teniente general, político.

Fueron sus padres el mariscal de campo Jaime Carbó Bissech, Caballero Gran Cruz de San Fernando, e Ignacia de Aloy y Oms. Cursó estudios de Latín y Filosofía en la Universidad de Barcelona, obtuvo a los doce años la gracia de cadete en el Regimiento de Infantería de Zamora; continuó sus estudios en los de Almansa y de la Reina, participando con este último en las operaciones realizadas en Portugal con­tra Don Carlos. En 1834 dio fin a sus estudios en el Regimiento de Zamora, siendo promovido al empleo de subteniente y confirmado en dicho cuerpo, con el que muy pronto entró en operaciones de campaña contra los carlistas.

En 1835 pasó con su regimiento al Ejército de Cata­luña, participando en los meses de diciembre y enero del año siguiente en el sitio del santuario de Nues­tra Señora del Hort, próximo a San Lorenzo de Mo­runys (Lérida). En el mes de octubre fue ascendido a teniente por antigüedad. Entre 1837 y 1840 desem­peñó el cargo de ayudante de campo de su padre.

Su valor se vio recompensado con dos cruces de San Fernando de 1.ª Clase, ganadas en la provincia de Barcelona en las acciones del Hostal de Farriols (en el camino de Manresa a Berga) y de Calaf, en los meses de febrero y marzo de 1837, respectivamente. Una tercera Cruz de San Fernando le fue concedida en el mes de junio por su destacada intervención en la batalla de Gra (Lérida), al mes siguiente fue ascendido al empleo de capitán por méritos de guerra en la acción de Manlleu (Barcelona); más tarde in­tervino en el levantamiento del sitio de Puigcerdá (Gerona).

En 1838 participó en la toma de Ripio (Gerona), en la acción de San Quirico de Besora (Barcelona) y en otras muchas, siendo recompensada su actuación con el grado de teniente coronel.

Al año siguiente acudió, en el mes de febrero, a auxiliar a la población de Balsareny (Barcelona), si­tiada por el conde de España, al que se le obligó a le­vantar el asedio; en el mes de agosto, dirigió al mando de la Compañía de Cazadores del 3.er batallón del Re­gimiento de Zamora, la toma por sorpresa de Tordera (Barcelona), siendo propuesto por tal motivo para el ascenso a segundo comandante, lo que, dada su corta edad, no fue aceptado por el Gobierno.

En 1840 se distinguió al dirigir en la noche del 10 al 11 de marzo un ataque por sorpresa a Alpéns (Barcelona), haciendo prisioneros a los carlistas que ocupaban la localidad, destruyendo las oficinas de intendencia, juzgado, Gobierno Militar y facto­rías del enemigo, valiéndole este éxito el empleo de segundo comandante a la temprana edad de veinte años.

Continuó en operaciones hasta la finalización de la guerra, marchando, en 1842, a las Islas Canarias como ayudante de campo de su padre, nombrado ca­pitán general del archipiélago, encomendándosele allí el mando de una columna de soldados y carabineros para la persecución del contrabando.

En 1843 regresó a la Península. Al año siguiente pasó a la Dirección General de Infantería, en la que, en 1847, fue ascendido a primer comandante, y en la que prestaba sus servicios cuando intervino en los sucesos revolucionarios de Madrid de los meses de marzo y mayo de 1848.

Ascendido a teniente coronel en 1851 por servicios especiales, continuó en la Dirección General de In­fantería al frente del Negociado de Tropa, Vestuario y Contabilidad, recibiendo, en 1853, el empleo de coronel por iguales motivos. Durante los sucesos de Madrid en los días 17 a 19 de julio de 1854, en los que intervino en la toma de la plaza de Santo Domingo, calle Mayor y de la Plaza Mayor, cayó en poder de los insurrectos, consi­guiendo escapar y librarse de ser fusilado, concediéndosele el empleo de brigadier, aunque posteriormente no le sería reconocido al verse visto obligado a emi­grar quien era entonces ministro de la Guerra, el ge­neral Fernández de Córdoba.

En 1856 causó baja en la Dirección de Infante­ría y pasó a la situación de reemplazo, siéndole al año siguiente reconocido el empleo de brigadier y a continuación nombrado comandante militar del Maestrazgo y gobernador militar de Morella (Cas­tellón), consiguiendo erradicar el bandolerismo en aquella zona.

Desde su puesto de gobernador militar de Alicante, concedido en 1859, desplegó un gran esfuerzo en apoyo de la campaña de África, organizando los tra­bajos de embarque de tropas.

En 1864 pasó a desempeñar en comisión el cargo de segundo cabo de la Capitanía General de Canarias. Regresó a la Península en 1867 y pasó a la situación de cuartel.

Su apoyo al alzamiento nacional de 1868 le valió el ascenso a mariscal de campo, siendo en ese mismo año nombrado gobernador militar de Menorca, cargo que desempeñó hasta que al año siguiente recibió el nombramiento de segundo cabo de la isla de Cuba.

Tan pronto como se incorporó a su destino, salió a operaciones en el departamento de Las Villas, consi­guiendo al poco tiempo dominar la insurrección que se había extendido por aquellos territorios, actuación que le sería recompensada con la Gran Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo.

En 1871, de nuevo en la Península, pasó a la situa­ción de cuartel, nombrándosele al poco tiempo capi­tán general de Baleares y meses después subsecretario del Ministerio de la Guerra.

Tras pasar dieciséis meses en situación de cuartel, en octubre de 1873 se le confió la Capitanía General de Granada y un mes más tarde la de Burgos, de donde partió a comienzos de 1874 a levantar el sitio puesto a Santander por el carlista Lizárraga. Una vez lo hubo conseguido regresó a Burgos, tras lo cual presentó la dimisión como protesta por habérsele privado de las fuerzas propias de la Capitanía. Nombrado en el úl­timo año citado comandante general de la 2.ª división del Ejército del Centro, participó con ella en opera­ciones contra los carlistas.

A inicios de 1875 fue por segunda vez nombrado segundo cabo de la isla de Cuba, cargo del que dimi­tió al año siguiente.

Entre enero de 1876 y mayo de 1879 permane­ció de cuartel, desempeñando a partir de entonces, sucesivamente, los cargos de consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina (1879) y consejero de Estado (1881), para, tras su ascenso a teniente gene­ral en 1885, pasar a ser consejero del Consejo Su­premo de Guerra y Marina (1885), capitán general de Canarias (1885) y de nuevo consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina (1887).

Poseía las grandes cruces de San Hermenegildo (1869) y al Mérito Militar con distintivo rojo (1871). Fue senador por Alicante en la legislatura 1881-1882. En 1845 había contraído matrimonio con María de Gracia y de Soria.

 

Fuentes y bibl.: Instituto de Historia y Cultura Mili­tar (Madrid), Célebres, caja 26, exp. 1, Expediente personal de Buenaventura Carbó de Aloy.

P. Chamorro, Estado Mayor General del Ejército español, Madrid, Imprenta de T. Fortanet, 1850-1858.

 

JoLuis Isabel Sánchez

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