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Manuel de la Pezuela y Lobo

Biografía

Pezuela y Lobo, Manuel de la. Madrid, 29.X.1817 – 5.I.1899. Marino de Guerra.

Nació en el seno de una familia hidalga española, oriunda de Entrambasaguas (Cantabria), en la que destacaron algunos de sus antepasados tanto en el terreno político como en el militar. Su padre, Ignacio Pezuela, consejero de Estado, y su madre, María de los Remedios Lobo, educaron a su hijo con cariño y dedicación.

El joven Manuel, aprobado el examen de estudios elementales para el que fue convocado, sentó plaza de guardia marina, comenzando su carrera en la Armada (31 de mayo de 1833). Su Escuela Naval Militar fueron los barcos. Once meses los pasó embarcado en buques del archipiélago cubano, el resto también embarcado en la Península, fundamentalmente en el norte, en Santander y Vascongadas.

Tuvo la suerte de participar en acciones navales de la Primera Guerra Carlista, primero en el bergantín Manzanares en la evacuación de Bermeo bajo el fuego enemigo y después en el vapor Marsopa en la toma de Pasajes (28 de mayo) y ataque a la plaza de Fuenterrabía (11 y 12 de julio). Por estos hechos, se le concedió la Cruz o condecoración de Fuenterrabía (agosto de 1836). Habilitado de oficial (7 de noviembre de 1836), se trasladó a la ría de Bilbao.

Tomó el mando interino del cañonero Eduardo (19 de diciembre de 1836), con el que participó en el segundo sitio de Bilbao (batalla de Luchana, 24 de diciembre). Por su comportamiento en la guerra civil se le concedió la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase (1 de enero de 1837).

Ascendido a alférez de navío (1 de febrero de 1837), continuó en el mando del cañonero Eduardo, a continuación mandó sucesivamente la trincadura Constitución, con la que asistió a las operaciones de Motrico y Deva (3 y 4 de octubre) y la toma de Guetaria (21 de octubre), y el cañonero Clotilde en la ría de Bilbao. Se le concedió la Cruz del sitio de Bilbao (21 de febrero de 1838). Disfrutó de licencia por enfermo en Alcalá de Henares.

Acabada la Primera Guerra Carlista, se le nombró comandante del falucho n.º 2 (12 de agosto de 1839) y se trasladó a Vinaroz. El comandante de la fuerza del Ebro le asignó el mando interino del falucho Trillo, con el que, navegando desde la desembocadura del Ebro a Amposta, varó (7 de febrero de 1840) en fango al faltar la sirga de la que tiraban cuatro mulas para remolcarlo.

Ocurrió este hecho próximo al fuerte carlista de Bardiz. Fue atacado por el enemigo con tres piezas de artillería; se defendió todo el día hasta ser socorrido por el falucho San Antonio, que lo evacuó; antes incendió el falucho. Abierto sumario por estos hechos, no se elevó a plenario por determinarse que había cumplido con su deber hasta donde le fue posible y no haber cargo alguno que hacerle, decisión que se quiso hacer pública en la Armada con el fin de que no le fuera a servir de perjuicio para su carrera. A continuación mandó el falucho Vengador en el Ebro, hasta su desarme que pasó destinado a Barcelona a las órdenes del comandante general de la fuerza. Se le concedió la marina de diadema (3 de agosto de 1840) por los servicios prestados en las fuerzas navales del Ebro.

Se trasladó nuevamente a La Habana (1 de enero 1841). Embarcado en el bergantín Jasón, viajó a Veracruz, Campeche y Tampico. Al acabar pasó nueva licencia por enfermo para restablecer su salud. Ascendido a teniente de navío (4 de febrero de 1843), embarcó primero en la goleta Ligera estacionada en Trinidad, después en el bergantín Marte y en la corbeta Liberal. En el puerto de Guantánamo tomó el mando del pailebote Teresita (28 de julio de 1844). Regresó a la Península (4 de abril de 1945) presentándose en Puntales.

Pasó nueva licencia por enfermo en Alcalá de Henares antes de ser nombrado comandante del lugre Cisne del resguardo marítimo (14 de agosto de 1946) y quedar agregado a la 4.ª División con base en la costa de Cantabria. Adelantó en el escalafón al teniente de navío Marcelino Saavedra por decisión de la Junta de Dirección de la Armada. Mandó la goleta Minerva (1 de diciembre de 1947) e interinamente la corbeta Venus (28 de marzo de 1848). A la finalización pasó nueva licencia por enfermo en la Corte.

Se trasladó nuevamente al apostadero de La Habana para tomar el mando del bergantín Nervión (21 de julio de 1849), que se encontraba en carena en el Arsenal.

Se le autorizó a usar la Cruz de Caballero de la Orden de la Torre y Espada de Portugal, recientemente concedida. Finalizadas las obras (18 de mayo de 1851), salió a vela para fondear en Cayo Francés, amenazado por los piratas. Navegó a Nuevitas y por el sur hasta el cabo de San Antonio.

Ascendió a capitán de fragata supernumerario (28 de enero de 1852). Se le concedió la Cruz Sencilla de San Hermenegildo. Entró en el puerto de Cienfuegos para entregar el mando del Nervión, habiendo merecido su aprobación en la revista de inspección pasada al buque por el señor comandante general del apostadero.

De vuelta a la Península pasó nueva licencia en Alcalá de Henares antes de pasar destinado primero a la Dirección General de la Armada. Después al Ministerio de Marina, inicialmente como oficial 3.º, poco después como oficial 2.º.

Fue nombrado caballero de la Orden de Calatrava (24 de junio de 1853). Se le concedió el uso del distintivo de capitán de navío con los honores que son anejos a su clase (31 de mayo de 1854) por el celo y saber desempeñado en el trabajo del Ministerio de Marina. Profesó en la Orden de Calatrava en Cádiz.

Sucesivamente mandó la corbeta Ferrolana, la 5.ª División de guardacostas, las fragatas Berenguela y Blanca, que se encontraban en construcción, y el vapor Pizarro.

Se trasladó nuevamente a Cuba (12 de junio de 1856) para hacerse cargo de la Capitanía y Ayudantía de puerto de Cárdenas. Finalizado el mando, volvió a la Península (26 de junio de 1858). Pasó nueva licencia por enfermo en Cataluña.

Los siguientes cinco años y medio, establecido en Madrid, dirigió el Museo Naval (desde el 9 de noviembre de 1858). En este período, se le nombró mayordomo de semana de Su Majestad; se le concedió Real Licencia para casarse con María de los Dolores Ruiz y Chanero (viuda); ascendió a capitán de navío (23 de marzo de 1859); se le inscribió como caballero de la Cruz Sencilla de San Hermenegildo con opción a pensión. Pasó nueva licencia por enfermo en Alcalá antes de trasladarse a Tolón para tomar el mando de la fragata blindada Numancia (18 de junio de 1864).

Salió de puerto (18 de diciembre) con dirección al fondeadero de Cartagena. Cesó en el mando al ser nombrado comandante de la fragata Berenguela perteneciente a la escuadra del Pacífico, con base en Callao (14 de enero de 1865). Por ser urgente la toma de mando, desembarcó de la Numancia y se trasladó al istmo de Panamá, pasando por Madrid y Londres.

Embarcó en Southampton en el vapor inglés Abato rumbo a Colón, y después en el vapor inglés Peria, con el que llegó a Callao. Tomó el mando de la fragata Berenguela el 24 de mayo de 1865.

Salió de Callao (7 de septiembre de 1865) con dirección al fondeadero de Calderas. Notificada la guerra a la República de Chile, salió a la mar en dirección al fondeadero de Coquimbo con la misión de bloquear dicho puerto; en el tránsito se apresó al vapor Matías Cousiño. Fallecido el comandante general de la escuadra, José Manuel Pareja (5 de diciembre), el capitán Claudio Alvargonzález le entregó el mando de la escuadra. Estando en Calderas supo que un vapor que estaba refugiado en puerto inglés, trataba de lanzarse como torpedo sobre la escuadra, por lo que dispuso que fuesen a apresarlo las embarcaciones menores de la Numancia y Berenguela al mando del teniente Santiago Alonso y Cordero. Situado entre piedras y defendido desde costa, y al no poder llevar a cabo esa acción, se dirigió con la Berenguela a puerto Inglés, lo destrozó a balazos y dispersó las tropas; a continuación, volvió a Calderas. Entregó el mando de la escuadra (12 de diciembre) al brigadier Casto Méndez Núñez.

Se dirigió junto con la Numancia, Marqués de la Victoria y Matías Cousiño a Valparaíso, después de haberse tenido que incendiar tres fragatas, dos bergantines y tres goletas apresadas a los chilenos por no poderlas conservar por problemas de tripulaciones (13 de enero de 1866). Durante el mes de febrero, mandando la escuadra, recibió al vicealmirante jefe de la escuadra inglesa surta en la zona, quien quería conocer qué reacción tomaría en el caso de que los chilenos atacasen la escuadra con torpedos: le contestó que en ese caso bombardearía la plaza de Valparaíso sin dilación alguna, lo que no le pareció adecuado. Informó de ello al comandante general, brigadier Méndez Núñez, cuando regresó de Chile, quien aprobó su postura.

Durante el bloqueo y bombardeo de Valparaíso (31 de marzo) fondeó en Viña del Mar custodiando el convoy. Salió en abril hacia el fondeadero de la isla de San Lorenzo (bahía de Callao). Participó en el ataque de los fuertes y bombardeo de Callao (2 de mayo de 1866). Tres días después, hallándose fondeado muy cerca de la isla, reparando las averías sufridas en el casco del buque, un bote de su barco divisó un barquito de vapor con dirección a la fragata. En el acto mandó zafarrancho de combate y abrió fuego. Reconocido, resultó ser un buque torpedo con dos bombas.

La exquisita vigilancia de la fragata y la destreza de sus cabos de cañón salvaron al buque.

Salió la escuadra de Callao (10 de mayo). Al día siguiente se separaron en dos agrupaciones. La Berenguela junto con la fragata Numancia y los vapores Marqués de la Victoria y Unde-San se dirigieron a Otahiti (actual Tahití) y Filipinas. En Otahiti encontraron suficientes recursos para los buques, los cuales fueron objeto de las mayores atenciones.

Por la acción en el ataque a Callao, el Congreso y del Senado acordaron que todos los participantes de la escuadra del Pacífico merecieron el Bien de la Patria (sesión de 12 de junio); ascendió a brigadier (20 de junio de 1866); anotó las gracias dadas por Su Majestad en carta autógrafa que dirigió al comandante general de la escuadra. Se le abonó doble tiempo de campaña, se dispuso entrase en número en su clase y se le concedió la Medalla del Callao (14 de agosto).

Llegó a Filipinas. Cesó en el mando de la fragata Berenguela (5 de octubre de 1866) trasladándose de Manila a Madrid, con escalas en Singapur y Marsella. Se le concedió la Gran Cruz de 3.ª Clase del Mérito Naval con distintivo blanco (5 de diciembre). Pasó períodos de licencia por enfermo antes y después de ejercer de diputado y vocal del Consejo de Administración y Gobierno del Fondo de Retenciones y Enganches de los Matriculados del Mar (1 de mayo de 1867).

Al ascender a contralmirante (14 de septiembre de 1888) fue nombrado vocal de la clase de generales del citado Consejo. Disfrutó de nuevas licencias por enfermo. Se le anotaron en su hoja de servicios los hechos ya citados acaecidos en la fragata Berenguela al rechazar un torpedo lanzado contra ella (noche del 5 de mayo de 1866). Se le concedió la Gran Cruz de San Hermenegildo.

Fue durante cinco meses (1873) vicepresidente del Almirantazgo hasta ser nombrado presidente de la Junta Superior Consultiva de la Armada. A propuesta del ministro de Estado (13 de julio de 1874), representó a España en el Congreso Internacional de Bruselas para discutir ciertos puntos relativos a los usos y costumbres de la guerra. El presidente del poder ejecutivo le manifestó el agrado con que había visto el desempeño de su importante comisión, por la que recibió felicitación por escrito.

Tras el pronunciamiento de Sagunto del general Martínez Campos, Alfonso XII fue proclamado nuevo rey de España (29 de diciembre). Pezuela se trasladó a Valencia en comisión para recibir a Su Majestad el Rey, el 7 de enero de 1875, y actuó como vocal en la Junta para la Clasificación de los Retirados de 1868.

Nombrado comandante general del apostadero de Filipinas (19 de febrero de 1875), tomó el mando del apostadero el día 26 de abril. Lo transfirió al 2.º jefe del apostadero (1 de febrero de 1876) al embarcar en la fragata Carmen, buque insignia de las fuerzas navales que iban a operar en la isla de Joló. El ministro de Marina dio cuenta al Rey de las brillantes actuaciones llevadas a cabo por las fuerzas navales de su mando en el archipiélago durante la citada expedición.

Incluía los nombres de los jefes y oficiales que a su juicio merecieron su especial recomendación por haberse distinguido en los principales hechos. Enterado Su Majestad, agradeció a todos los participantes su comportamiento y concedió a Pezuela la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo rojo.

Cesó en la Comandancia General del apostadero el 2 de mayo de 1877 y regresó a la Península haciendo escalas en Hong-Kong, Marsella y Barcelona (16 de junio de 1877). Pasó licencia por enfermo en Francia y Cataluña. Se trasladó a la Corte el mismo día en que se le concedió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Naval con distintivo blanco por el buen desempeño del mando del citado apostadero (23 de septiembre), Se trasladó a Cartagena para tomar el mando del departamento el 23 de septiembre de 1877. Ascendió a vicealmirante (23 de mayo de 1880) y juró como senador por la provincia de Lérida (31 de mayo de 1884). Se le concedió la pensión de la Gran Cruz de San Hermenegildo (1 de junio de 1884). Cesó en el mando del departamento de Cartagena (10 de septiembre de 1874) quedando Su Majestad muy satisfecho del celo, lealtad e inteligencia con que lo había desempeñado.

Nombrado consejero del Supremo de Guerra y Marina (13 de septiembre de 1884), no llegó a tomar posesión del mismo, aceptada la dimisión que solicitó por su mal estado de su salud. Ocupó sucesivamente la 3.ª Sección de la Junta de Reorganización de la Armada, la presidencia de la Junta de redacción del Código Penal marítimo (13 de diciembre) y la vicepresidencia de la Junta Superior Consultiva de la Armada y de Reorganización.

Nombrado ministro de Marina el 13 de julio de 1885, asistió en el Palacio del Pardo a los últimos momentos de la vida del rey Alfonso XII. Presentó la dimisión junto con todo el Gabinete a Su Majestad la reina María Cristina a la muerte del Monarca (25 de noviembre). Admitida su dimisión, Su Majestad quedó satisfecha del celo, lealtad e inteligencia con que había desempeñado el citado cargo. Juró el cargo de senador por Lérida el 18 de mayo de 1886. Intercaló la presidencia de la Junta encargada de redactar el Código Penal de la Marina con algún período de licencia por enfermo y su participación como miembro en el Consejo General de la Exposición Universal de Barcelona, recientemente nombrado por el Ayuntamiento de dicha ciudad.

Pasó a la situación de reserva el 20 de octubre de 1889 por haber cumplido la edad reglamentaria; en ese momento tenía setenta y dos años. Prestó juramento del cargo de consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina el 14 de marzo de 1891 y fue nombrado senador vitalicio el 27 de febrero de 1891.

Murió de enfermedad en Madrid a las doce de la mañana del 5 de enero de 1899.

 

Fuentes y bibl.: Archivo-Museo don Álvaro de Bazán (El Viso del Marqués, Ciudad Real), leg. n.º 620/931, Hoja de Servicios; Secc. de Expediciones, Documentos Relativos a la Campaña del Pacífico (1863-1867).

G. Maura y Gamazo, Historia General de España, t. XXIV, Barcelona, Montaner y Simón, 1930, pág. 399; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998, págs. 726-729.

 

Alfonso Rivero de Torrejón

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