Barcelona, Pedro Ramón de. ?, m. s. XI – c. 1073. Noble, primogénito de Ramón Berenguer I.
Hijo primogénito de Ramón Berenguer I, conde de Barcelona, y de la condesa Isabel de Zuberoa. Fue el único vástago superviviente de los hijos habidos del primer matrimonio de Ramón Berenguer I. Tras el tercer matrimonio de su padre con Almodis de la Marca, vio cómo su madrastra actuaba en detrimento de sus derechos y de su futura herencia, a favor de su hermanastro, el que sería Ramón Berenguer II, y que comportaron la cesión de los condados ultrapirenaicos de Carcasota y Razés al segundogénito. De hecho, la documentación oficial relacionada con los incrementos patrimoniales o la gestión del patrimonio condal llevada a cabo por Ramón Berenguer I y Almodis, raramente mencionan a Pedro Ramón. Tan sólo alguno de los juramentos del año 1063 refieren y especifican que, en caso de morir Ramón Berenguer I, deberían renovarse estos juramentos a favor de Pedro Ramón y su madrastra Almodis, mientras durara la “baiulia” o tutoría de ésta sobre el todavía joven primogénito que, en 1063, era aún menor de edad. Los documentos condales posteriores a este año silencian absolutamente el nombre de Pedro Ramón. Tal actitud se atribuye al progresivo distanciamiento y marginación así como las tensiones y enfrentamientos entre padre e hijo y entre hijastro y madrastra. S. Sobrequés, siguiendo las crónicas posteriores a este reinado y los escasos pero elocuentes rasgos psicológicos de la documentación, resalta el carácter fuerte, egoísta y desconfiado de la condesa Almodis. Señala también que Pedro Ramón, que tendría poco más de veinte años, era un personaje marginado de forma humillante en el ámbito cortesano, cosa que explicaría su carácter colérico y excitable, así como el asesinato de su madrastra. Las Gesta comitum Barchinonensium señalan el 16 de octubre del año 1071 como la fecha en que Almodis fue estrangulada o apuñalada por su hijastro hasta morir. La gravedad del caso llevó a la intervención de Gregorio VII, quien delegó el juicio en el colegio cardenalicio. La sentencia “pro interfectione Almodis” le impuso veinticuatro años de penitencia en Jerusalén, de los cuales, los doce primeros comportaron también pena de excomunión, acompañados de penitencias y ayunos. Según las Gesta, Pedro Ramón murió “in Hispania, sub penitentia” y “sine prolis”, es decir, en territorio andalusí, donde posiblemente se habría refugiado para escapar del duro castigo impuesto.
Bibl.: P. Kehr, El Papat i el principal de Catalunya fins a la unió amb Aragó, Barcelona, Fundación Patxot, 1931; S. Sobrequés Vidal, Els grans comtes de Barcelona, Barcelona, Vicens Vives, 1961; A. Rovira i Virgili, Història de Catalunya, vol. III, Bilbao, La Gran Encilopedia Vasca, 1976.
Prim Bertrán Roigé
