Ayuda

Juan Ignacio Moreno Maisonave

Biografía

Moreno Maisonave, Juan Ignacio. Guatemala, 24.XI.1817 – Madrid, 28.VIII.1884. Auditor del Tribunal de la Rota, obispo de Oviedo, arzobispo de Valladolid y cardenal.

En 1823, a consecuencia de la independencia de Guatemala, su familia se embarcó en un bergantín inglés y arribó a Breenock (Escocia), donde recibió sus primeras letras. Al cabo de catorce meses, se trasladó a España y residió en El Puerto de Santa María durante cinco años. En Valencia estudió Latín y Humanidades con los padres escolapios y, más tarde, Filosofía. En 1834 se trasladó la familia a Madrid y estudió Leyes en la Universidad Central, hasta obtener el grado de licenciado y, más tarde, el de doctor. El 19 de marzo de 1844 fue nombrado catedrático del Notariado. Ya situado, tanto en lo profesional como en lo intelectual, renunció a la cátedra para dedicarse por entero a la carrera sacerdotal, para la que se sentía llamado.

El 8 de julio de 1849 celebró su primera misa y ese mismo día el futuro cardenal fray Cirilo Alameda, arzobispo de Burgos, le comunicó su proyecto de llevarlo a Burgos como provisor y dignidad de arcediano de la catedral. En 1853 fue nombrado auditor del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica. El 18 de julio de 1857 fue presentado para la diócesis de Oviedo; el 25 de septiembre de 1857 fue preconizado por el beato Pío IX, y el 8 de diciembre recibió la consagración en la iglesia de San Jerónimo el Real, de Madrid, de manos del mencionado cardenal Alameda, acompañado del arzobispo san Antonio María Claret, confesor de Isabel II, y del arzobispo de Burgos, Fernando de la Puente. Tomó posesión de su diócesis el 21 de diciembre de 1857 y muy pronto comenzó a destacar por su preparación intelectual y actividad apostólica como la promesa más brillante para el episcopado español. En 1862 viajó a Roma y el papa Pío IX comenzó a distinguirle como reconocimiento por su enérgica defensa contra los despojos de los bienes eclesiásticos y por su defensa de la Iglesia contra las intromisiones del regalismo en los asuntos religiosos.

En el Consistorio del 1 de octubre de 1863 fue preconizado para la archidiócesis de Valladolid y el 17 de enero de 1864 hizo su entrada en ella. Un año más tarde tomó la iniciativa de publicar la encíclica Quanta cura y el Syllabus, sin esperar el pase o “exequatur regio”, y su ejemplo fue seguido por casi todo el episcopado español. Fue creado cardenal en el Consistorio del 13 de marzo de 1868 y se le asignó el título de Santa María de la Paz. Durante la Revolución de 1868 se convirtió en la cabeza moral del episcopado en la defensa de los derechos de la Iglesia frente a las violaciones del Concordato de 1851 por parte de las autoridades civiles y se opuso a la libertad de cultos.

En Valladolid consiguió que la Junta Revolucionaria le respetara, aunque no faltaron momentos de tensión y preocupación a raíz de la expulsión de los jesuitas y de otros religiosos, así como por la supresión del seminario y la profanación de algunos templos.

Sin embargo, consiguió que el clero actuara dentro de límites de su competencia sin dar escándalos y que se mantuviera el fervor religioso del pueblo. A nivel nacional, afirmó ante el ministro Romero Ortiz, de Gracia y Justicia, el derecho de los prelados y cabildos a proveer las vacantes, que les correspondían en turno —si bien en aquellos momentos de revolución la prudencia aconsejaba que siguieran vacantes—, y negaba tal derecho a la autoridad civil.

En 1869 negoció con el ministro de Gracia y Justicia, Ruiz Zorrilla, el complejo asunto del juramento de la Constitución por parte del clero. Desde la Penitenciaría Apostólica se le dijo al cardenal que el juramento era ilícito, pero que el clero podría jurar solamente si era obligado violentamente por el Gobierno y con reservas para que no quedaran lesionados los derechos de Dios y de la Iglesia. A Moreno se le dieron instrucciones en este sentido porque, al plantearse la cuestión del juramento como un problema de conciencia, la solución del mismo correspondía a la Penitenciaría, tribunal de la Curia Romana competente para el foro interno. En realidad, Moreno era favorable a dicho juramento.

En el Concilio Vaticano I fue también el obispo español más destacado. Pronunció un discurso en la 54 Congregación General, del 19 de mayo de 1870, en apoyo de la tesis infalibilista. En 1871 fue interlocutor privilegiado de la Santa Sede para conocer la opinión del episcopado ante la Monarquía de Amadeo de Saboya que quería instaurarse en España y se mostró partidario del aplazamiento indeterminado del reconocimiento del nuevo Rey por parte del Papa para no perjudicar el derecho de la dinastía legítima que, según él, todavía conservaba en el país elementos poderosos para triunfar de la revolución. Fue partidario, además, de exigir la completa reparación de los “agravios” que la Revolución había hecho a la Iglesia y de una declaración del Gobierno favorable al poder temporal de la Santa Sede. Durante la Primera República (1873) protestó ante las Cortes contra el proyecto de separación Iglesia-Estado y contra el matrimonio civil.

Fue encargado de ejecutar las bulas Quo gravius y Quae diversa, dadas por Pío IX para suprimir los territorios exentos de las Órdenes Militares y de San Juan de Jerusalén, de acuerdo con el Decreto de 9 de marzo de 1873. Esta actuación provocó un intercambio de escritos polémicos entre el cardenal y el ministro de Gracia y Justicia, así como una reclamación contra el decreto del 4 de abril de 1874 que restableció el Tribunal de las Órdenes Militares. En 1874 defendió ante el ministro Alonso Martínez las necesidades del clero para mejorar la situación de la Iglesia cuando el sexenio revolucionario se acercaba a su fin. En el consistorio del 5 de agosto de 1875 fue preconizado para la sede primada de Toledo y desde ella promovió la Unión Católica, un grupo político que apareció en 1881 con su bendición y la aprobación del papa León XIII y de gran parte del episcopado, así como con la ayuda entusiasta de las Órdenes Religiosas. De ella formaron parte exponentes moderados de la cultura y de los ambientes sociales elevados, preocupados por las cuestiones sociales y políticas.

 

Obras de ~: Tratado elemental sobre el otorgamiento de instrumentos públicos, Madrid, 1847; Carta pastoral, que dirige a sus diocesanos con motivo de la declaración de guerra al Imperio de Marruecos y situación de los Estados Pontificios, Oviedo, 1859; Carta pastoral que el Cardenal Moreno, arzobispo de Valladolid, dirige a sus diocesanos, con motivo del vigésimo quinto aniversario de la elección y coronación de [...] el Papa Pío IX, Valladolid, 1871; Carta pastoral que el Emmo. Sr. Cardenal Moreno, Arzobispo de Toledo, dirige a su diócesis, con motivo de la Cuaresma y Jubileo, Toledo, 1879.

 

Bibl.: J. Salvadó, El episcopado español, Barcelona, 1877, págs. 3-13; M. I. Moreno, Biografía del Excmo. Sr. Cardenal Moreno, Arzobispo de Toledo, Madrid, 1879; T. Cámara Castro, Oración fúnebre, Madrid, 1884; M. de Castro Alonso, Episcopologio vallisoletano, Valladolid [José Manuel de la Cuesta], 1904; A. Viñayo, El seminario de Oviedo, Oviedo, 1955, págs. 160-161; R. Riztler y P. Séfrin, Hierarchia catholica, vol. VIII, Padua, Il Messaggero de San Antonio, 1978, págs. 17- 18, 24, 50, 58, 70, 91, 118, 431, 558 y 580; F. Díaz de Cerio, Regesto de la correspondencia de los obispos de España en el siglo XIX con los nuncios, según el fondo de la Nunciatura de Madrid en el Archivo Vaticano (1791-1903), vol. I, Città del Vaticano, Archivio Vaticano, 1984, págs. 575-633; V. Cárcel Ortí, “La publicación del ‘Syllabus’ en España”, en Analecta Sacra Tarraconensia (AST), 57-58 (1984-1985), págs. 139-201; Iglesia y Revolución en España (1878-1874), Pamplona, Eunsa, 1988, págs. 39-42, 212-216, 445-447, 612-619 y 645-646; “Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de León XIII. Primera parte: 1878-1884”, en AST, 69 (1996), págs. 141-279; “Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de León XIII. Segunda parte: 1885-1903”, en AST, 70 (1997), págs. 321-504. “Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de Pío IX. Segunda parte: 1857- 1868”, en AST, 73 (2000), págs. 213-389.

 

Vicente Cárcel Ortí