Echeverría y Orcolaga, Sancho de. Rentería (Guipúzcoa), 11.X.1674 – Vinaroz (Castellón), 14.IX.1716. Mariscal de campo, defensor de Peñíscola durante la Guerra de Sucesión española (1702-1714).
Es el cuarto hijo de una familia de hidalgos guipuzcoanos, cuya casa solariega se asienta a comienzos del siglo XVII en Rentería, donde su padre y abuelo paternos habían formado parte de la oligarquía local. Su cuarto lugar en el orden sucesorio explica que probase fortuna en la infantería de marina, en la que se enrola en el año 1690 o 1691 como soldado aventajado, cuando cuenta con 16 o 17 años. En 1693, es destinado a la guarnición de Gibraltar y allí es nombrado capitán del Tercio de don Martín de Zabalza. Al año siguiente forma parte de las tropas derrotadas en el río Ter y la fracasada defensa de Gerona durante una ofensiva de Luis XIV. Tras una breve parada en Madrid y Alcalá de Henares para visitar a sus hermanos antes de partir hacia su nuevo destino en Toledo, regresa brevemente a tierras gerundenses antes de ser destinado en 1695 a la fortaleza de Ceuta, asediada por el rey de Marruecos, Mulay Ismail, donde sobrevive durante cuatro años y tiene tiempo de aprender las tácticas de la poliorcética, que aplicará con maestría más adelante en la plaza de Peñíscola.
A finales de 1700 se embarca en la flota de don Francisco de Navarrete para desalojar a los escoceses de Darién (Panamá) y aprovecha el viaje para reunirse con sus dos hermanos emigrados a Puebla de los Ángeles (México). Otro de los hermanos emigrados a América, don Martín, accede al cargo de oidor de la Real Audiencia de Lima. Tras el regreso de Sancho a España, se inicia el procedimiento para nombrarle caballero de la Orden de Santiago. En el verano de 1702, le sorprende en el castillo de Santa Catalina de Cádiz la gran flota anglo-holandesa que inicia las hostilidades de la Guerra de Sucesión en la península ibérica y cae prisionero. Una vez liberado, el duque de Alba –a quien sirve como paje el primogénito de los Echeverría, don Diego Manuel, también caballero de Santiago y secretario de Sicilia del Consejo de Italia– solicita a Sancho que forme parte del séquito que debía acompañarle a París como nuevo embajador. Solo un año después, combate con ardor bajo las órdenes del duque de Berwick a los portugueses en la frontera, tras unirse estos a la Gran Alianza de la Haya. Recibe por ello el grado de capitán de un regimiento de granaderos de las guardias reales, con sueldo de coronel del ejército.
En septiembre de 1704, participa en el asedio español a Gibraltar. Tras el fiasco de la operación, marcha a la Corte en agosto de 1705. Allí recibe el encargo de reclutar tropas en el reino de Valencia, donde, muy poco después de llegar, el día 18 de agosto, le sorprende la presa de Denia por los austracistas. Allí se desplaza junto a las tropas de don José de Salazar en un cruento intento por sofocarla. Participa en Valencia en una evaluación de la situación junto al virrey y los generales borbónicos enviados por Felipe V, en la que muestra su contrariedad por la pasividad de las autoridades valencianas y los obstáculos que en su opinión imponen los fueros para sofocar la rebelión del marquesado de Denia. El 2 de octubre recibe el mando de la defensa de la fortaleza de Peñíscola, en la costa norte del reino de Valencia, lo que marcará su biografía posterior. Concibe el reto de defender la plaza como una oportunidad para ascender en la escala social y militar, situación que se presenta desde que el 14 de diciembre queda aislado. A partir de entonces demostrará los amplios conocimientos que había adquirido tanto en el mando militar como en el político, que aplica con mano de hierro frente a las milicias del bloqueo, la disidencia y los poco afectos gobernador de la plaza y gobierno local.
Con la Corona de Aragón bajo el dominio austracista, a lo largo del invierno y primavera de 1706, rechaza capitular frente a las tropas inglesas del conde de Peterborough (enero) y del sargento de batalla John Jones, que bombardea la plaza (marzo). Tras neutralizar también una conspiración (febrero) y los sucesivos intentos del conde de Cifuentes por provocar una insurrección, logra resistir. En junio alcanza la plaza un vital socorro de soldados napolitanos y castellanos, con el que llega también el documento con el ascenso del capitán a brigadier. En octubre, la falta de alimentos y las enfermedades hacen insostenible la resistencia, pero un nuevo socorro y la infatigable persuasión del brigadier permiten prolongar la defensa.
Cuando se levanta el bloqueo tras la victoria borbónica en la batalla de Almansa (25.IV.1707), es nombrado gobernador de Peñíscola y su extenso distrito. De la primera etapa del bloqueo se conserva su Diario, custodiado en la biblioteca de la Universidad de Yale (EEUU). Seguramente escribe la obra de teatro anónima titulada Comedia famosa del bloqueo y sitio de Peñíscola, que se guarda en la Biblioteca Nacional de España, con la finalidad de adoctrinar a la población local y facilitar la seguridad de la fortaleza durante el resto del conflicto sucesorio. Es una muestra más de la afición de muchos soldados de la época por las letras. Desde Peñíscola organiza la defensa del territorio frente a los intentos austracistas por recuperar el norte valenciano. Por sus servicios recibe en 1709 el corregimiento de la plaza y es ascendido el 18 de octubre al grado de mariscal de campo, brillante culminación a una carrera que siempre había soñado. Convertido en un gobernador casi absoluto, transforma la nueva fidelísima Ciudad en un lugar de memoria borbónico y también personal, entre otras medidas, patrocinando la construcción del templo de la Virgen de la Ermitana. Es sepultado a los pies de su altar a la edad de 44 años. Los acontecimientos de sus últimos años de vida no contribuyeron a mejorar su imagen pública, ya que sufre un motín antifiscal en Peñíscola (1715) y dos investigaciones por supuestas irregularidades al fiscalizar el comercio con los ingleses y mantener relaciones pretendidamente no consentidas con diferentes mujeres.
Obras de ~: Diario de las operaciones militares exequtadas en la defensa de la plaza de Peñíscola en el Reino de Valencia, Peñíscola, 1706. Comedia famosa en que se representa el bloqueo el asedio de Peñíscola, Peñíscola, 1707-1716.
Bibl.: J. J. Febrer Ibáñez, Peñíscola. Apuntes históricos, Castellón de la Plana, Hijo de J. Armengot, 1924 (reed. facs., Castellón de la Plana, Diputación de Castellón, 2010); C. Corona Marzó, “Un motín antifiscal en el País Valenciano; el tumulto de Peñíscola de 1715”, en Revista Millars, 10 (1985), págs. 25-37; E. Giménez López, “Oposición fiscal y reivindicaciones políticas. La revuelta de Peñíscola en 1715”, en Contrastes. Revista de Historia Moderna, 3-4 (1987-1988), págs. 91-103; E. Giménez López Militares en Valencia (1707-1808): los instrumentos del poder borbónico entre la Nueva Planta y la crisis del Antiguo Régimen, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1990; C. Pérez Aparicio, Canvi dinàstic i Guerra de Successió. La fi del Regne de València, Valencia, Tres i Quatre, 2008, 2 vols.; F. García González (coord.), La Guerra de Sucesión en España y la batalla de Almansa. Europa en la encrucijada, Madrid, Sílex, 2009; D. González Cruz, Propaganda e información en tiempos de guerra. España y América (1700-1714), Madrid, Sílex, 2009; VV.AA., “Don Sancho de Echeverría, 1674-1716”, en Revista Peñíscola. La ciudad en el mar, 5 (2016); J. Hernández Ruano, Guerras paralelas. Propaganda borbónica y austracista en Peñíscola (1700-1716), Castellón de la Plana, Diputación de Castellón, 2019.
Javier Hernández Ruano
