Meabe Bilbao, Tomás. Bilbao (Vizcaya), 15.X.1879 – Madrid, 4.XI.1915. Escritor, fundador de las Juventudes Socialistas.
Tomás Meabe fue uno de los diez hijos del matrimonio formado por Santiago Meabe y Labiduría —natural de Lequeitio, hombre de negocios y concejal nacionalista— y Prudencia Bilbao Partearroyo —bilbaína, hija de propietarios harineros—.
La familia, típica de la alta clase media vasca, era muy religiosa, de prácticas piadosas diarias y educación en colegios religiosos. Tomás estudió en el instituto de segunda enseñanza situado en la plaza de los Auxiliares y, más tarde —tras ser liberado del empleo en el Banco de Bilbao, al que inicialmente le había destinado la familia—, peritaje mercantil y la carrera de marino. Llegó a ser piloto y a hacerse a la mar en poco tiempo, pero pronto abandonó la vida marinera para seguir otros derroteros.
Católico fervoroso y entusiasta militante del nacionalismo vasco, Sabino Arana, que le tuvo en alta estima y consideración, le encargó estudiar la doctrina socialista y el movimiento obrero en Vizcaya al objeto de encontrar puntos y contenidos por donde atacar esta ideología y sus manifestaciones, altamente nociva en opinión del fundador del nacionalismo vasco.
Debido al estudio y al trato con obreros, Meabe se hizo socialista. Por entonces puso fin a un largo proceso de crisis religiosa que le llevó a abrazar el ateísmo y a adoptar posturas muy anticlericales. Al mismo tiempo, leía sin descanso y comenzó a escribir artículos y trabajos en el órgano socialista vizcaíno La Lucha de Clases. Sus campañas antinacionalistas y anticlericales fueron continuas y ruidosas, enzarzándose en polémicas con toda la prensa católica y nacionalista de Vizcaya, especialmente con el órgano de Sabino Arana, La Patria, en el que colaboró —llegando a ser su director durante algún tiempo— su hermano Santiago. Sus relaciones familiares se hicieron tensas y distantes como consecuencia de su evolución ideológica.
En septiembre de 1903 fue nombrado director de La Lucha de Clases, aunque es muy probable que ya desde mayo lo fuera de hecho, al retirarse su anterior director —el poeta socialista Álvaro Ortiz— a consecuencia de su ceguera.
Su actividad como polemista le acarreó, sin embargo, múltiples procesos y no pocos encarcelamientos, debiendo expatriarse a Francia a mediados de 1904. Para entonces había ingresado en la masonería, concretamente en la logia Emulación de Bilbao, donde obtuvo el tercer grado masónico, adoptó el nombre simbólico de cosmopolita y desempeñó el cargo de maestro de ceremonias. Ya había realizado la que sería su mayor aportación a la historia del socialismo español, la fundación de las Juventudes Socialistas.
En un artículo publicado el 13 de septiembre de 1903, es decir, pocos días después de asumir la dirección del órgano socialista vizcaíno, y titulado “Derroteros”, Meabe expuso su proyecto de crear una organización de jóvenes socialistas a semejanza de las que integraban la Federación de Jóvenes Guardias Socialistas de Bélgica, creada en 1886 y de la que resaltaba su espíritu y acometividad antimilitarista, cultural y educativa. Al poco tiempo se concertó una reunión en el Centro Obrero de Bilbao para tratar de constituir la organización. Allí se cambiaron impresiones sobre la necesidad de dar impulso a la propaganda socialista, especialmente en los institutos militares, combatir el clericalismo, difundir literatura marxista, organizar actos de propaganda, formar bibliotecas, crear agrupaciones femeninas, grupos de arte e higiene, promover campañas electorales, etc. El 28 de noviembre de 1903 se constituyó la Juventud Socialista de Erandio; el 2 de enero de 1904 nació la de Bilbao y poco después surgieron en otros puntos del País Vasco y de España. En el I Congreso, celebrado en abril de 1906, se fundó la Federación Nacional de Juventudes Socialistas de España, con domicilio en Bilbao, pasando más tarde a residir en Madrid.
Mientras tanto, Meabe colaboraba desde el destierro en el periódico socialista bilbaíno —convertido también en portavoz de las nuevas juventudes socialistas— y se entrevistaba con Guesde, uno de los padres del socialismo francés. En enero de 1905 volvió a España gracias a un indulto y se hizo cargo de nuevo de la dirección del semanario obrero, hasta que en julio fue sustituido por Isidoro Acevedo. Por breve tiempo, puesto que un nuevo destierro le llevó a París, dirigió también el periódico Adelante de Éibar. En la capital francesa tradujo a Platón al castellano —seguramente desde la versión francesa— para el editor Garnier, y malvivió a base de traducciones y colaboraciones mal pagadas. Tras la muerte de su padre en abril de 1908, pasó una larga temporada en el País Vasco francés, donde escribió muchas de sus fábulas y relatos. A mediados de 1910 marchó a Londres, donde se puso a trabajar para la edición castellana de una enciclopedia inglesa. Casó por entonces con la eibarresa Julia Iruretagoyena, de la que tuvo un hijo, León, en 1912. Pero la ciudad inglesa no le gustó y ya la enfermedad de la tuberculosis, que había contraído tiempo antes, le empezó a minar seriamente la salud. Volvió a Francia, donde vio con enorme tristeza y desesperación el comienzo de la Primera Guerra Mundial y la participación de los socialistas en la misma. Ante el agravamiento de su enfermedad, regresó a España, recorriendo distintas localidades en busca de alivio para sus dolencias, hasta fijar su última residencia en la sierra de Guadarrama. Allí, con sólo treinta y seis años, le sorprendió la muerte a principios de noviembre de 1915.
Como escritor, Meabe fue una de las más notables plumas que tuvo el socialismo. Además de los dos periódicos socialistas que dirigió y que llenó casi con toda clase de textos —editoriales, crónicas, páginas de polémica, pequeñas piezas literarias...—, colaboró con el resto de la prensa socialista española, empleando, además de su nombre, varios seudónimos.
Su estilo es inconfundible: trazo riguroso y corto, lleno de fuerza y de ironía, no exento a veces de una gran ternura. Lo mejor de su producción literaria está en sus fábulas y parábolas. En ellas se encuentran retazos de su propia vida, las preocupaciones sociales que le embargaron, su amor por la naturaleza y por los oprimidos o su antibelicismo.
Obras de ~: Obras, Bilbao, Imprenta de Zubiri y Zarza Hermanos, 1920; Parábolas, Bilbao, Juventud Socialista de Bilbao, 1925 (2.ª ed., 1928); Fábulas del errabundo, Madrid, Leviatán, 1935 [introd. de M. de Santiago y V. M. Arbeloa, Fábulas del errabundo: Noticia de Tomás Meabe (1879-1915), Bilbao, Zero, 1975; ed. de A. C. Saiz Valdivielso, pról. de J. Zugazagoitia, Fábulas del errabundo y otros escritos (selección), Bilbao, Laga, 1995]; Meabe: fundador de la Juventud Socialista, Valencia, Meabe, 1937; La mirada de las miradas: fábulas y pensamientos, Madrid, Alianza Editorial, 1937; Platón, Apología de Sócrates. Critón o el deber del ciudadano, vers. de ~, Madrid, Espasa Calpe [1961] (5.ª ed.); Apuntes de un moribundo, México, 1963; 14 fábulas, Bilbao, Kriselu-2, 1968; Textos, s. l., Juventudes Socialistas, 1977.
Bibl.: V. M. Arbeloa, “Tomás Meabe, vasco, español y socialista”, en Letras de Deusto, vol. 4, n.º 7 (enero-junio de 1974); M. de Santiago y V. M. Arbeloa, “Noticia de Tomás Meabe (1879-1915)”, prólogo a T. Meabe, Fábulas del errabundo [...], op. cit., págs. 5-58; V. M. Arbeloa, “Tomás Meabe, el fundador de las Juventudes Socialistas”, en Tiempo de Historia, 20 (julio de 1976), págs. 32-43; L. Arias González y F. de Luis Martín, La narrativa breve socialista en España. Antología (1890-1936), Madrid, Unión General de Trabajadores, 1988, págs. 346-347; J. L. Martín Ramos, “Meabe, Tomás”, en M. Artola Gallego (dir.), Enciclopedia de Historia de España, vol. IV, Madrid, Alianza Editorial, 1991, págs. 552-553.
Francisco de Luis Martín
