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Jacobo Fitz-James-Stuart y Churchill

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Biografía

Fitz-James Stuart Churchill, Jacobo. Duque de Berwick (I). Moulins (Francia), 21.VIII.1670 – Philipsburg (Alemania), 12.VI.1734. Político.

Hijo natural y reconocido (con el apellido Fitz- James) de James o Jacobo Stuart, duque de York, hermano y presunto heredero del rey Carlos II de Inglaterra, y de Anabella Churchill. Fue el mayor de los cuatro hermanos que nacieron de dicha relación. A partir de los siete años se educó en Francia en la religión católica, que era la de su padre. En 1685, el duque de York sucedió a su padre como rey de Inglaterra.

En 1686, el joven Fitz-James participó en la reconquista de la ciudad de Buda (Hungría) a los turcos y volvió a luchar en aquel frente al año siguiente. A principios de 1687, su padre le concedió el título de duque de Berwick, una ciudad del norte de Inglaterra, y en 1688 le nombró gobernador de Portsmouth.

En 1688, cuando se produjo el destronamiento de Jacobo, Berwick I le siguió al exilio en Francia, a pesar de los esfuerzos para retenerlo que hizo el hermano de su madre, Jorge Churchill, lord Marlborough. Entre 1689 y 1691, Berwick luchó en Irlanda en defensa de los derechos de su padre y en septiembre de 1690 asumió de manera interina el mando de los ejércitos jacobitas.

Desde 1691 luchó al servicio de Luis XIV de Francia en los Países Bajos españoles: sitio de Mons (1691), batallas de Steinkerke y de Neerwinden —en la que cayó prisionero de Guillermo III de Orange, pero posteriormente fue canjeado—, toma de Mons y de Charleroi. En 1693 fue ascendido a teniente general y en 1696 hizo un viaje de incógnito a Inglaterra para organizar la resistencia jacobita.

En 1695 se casó en Saint-Germain-en-Laye, donde residía la Corte jacobita exiliada, con la dama irlandesa Honorata Burke, viuda de lord Lucan. Viudo a su vez en 1698, contrajo segundo matrimonio con otra dama jacobita, Ana Bulkeley. Antes había realizado un viaje a Italia que le llevó hasta Roma. Volvió a la península italiana en 1701 para sondear la posibilidad de influir en los príncipes italianos con vistas a la Guerra de Sucesión de España. Aquel mismo año murió en Saint-Germain el rey destronado Jacobo II y al año siguiente falleció el hermano menor de Berwick, que llevaba el título de duque de Albermale. En 1703, Berwick se naturalizó francés.

Durante la primera etapa de la Guerra de Sucesión (1701-1703), el duque de Berwick luchó en el frente belga, precisamente defendiendo los Países Bajos españoles frente a las tropas aliadas que mandaba su tío el duque de Marlborough. En 1704 recibió su primer mando independiente: el del frente de Portugal; sus proyectos de avanzar a lo largo del Tajo se vieron frustrados, aunque realizó una brillante defensa impidiendo que los aliados invadiesen Castilla. Al terminar la campaña, Felipe V le invistió caballero de la Orden del Toisón de Oro, pero la reina María Luisa de Saboya no simpatizaba con él y fue sustituido en el mando. Durante 1705 estuvo al frente de la provincia francesa del Languedoc, donde continuó el control de los camisards protestantes y a fin de año dirigió la conquista de Niza, que pertenecía al duque de Saboya.

En marzo de 1706 fue ascendido al grado de mariscal de Francia y nombrado de nuevo para el frente de Portugal. En esta ocasión no pudo evitar el avance de los aliados ni impedir que éstos llegaran hasta Madrid a fines de junio, pero mantuvo su pequeño ejército en formación hasta que se le unieron el propio Felipe V y los refuerzos procedentes de Francia. Impidió que el archiduque Carlos de Austria pudiera llegar a Madrid desde Aragón, obligó a que los aliados abandonaran la capital y les persiguió en su retirada hasta el reino de Valencia. El 21 de octubre conquistó Elche y el 14 de noviembre recuperó Cartagena. Durante el invierno inspeccionó las fronteras entre los reinos de Castilla y Aragón.

El 15 de febrero de 1707, Berwick salió de Madrid para preparar la nueva campaña. Durante dos meses maniobró entre los reinos de Valencia y Murcia. No era partidario de las batallas campales, pero el avance aliado le forzó a aceptar la de Almansa (25 de abril) que resultó una victoria completa y decidió la suerte de la guerra en España. Dos días más tarde llegaba el duque de Orleans para hacerse cargo del mando supremo. Berwick dirigió la conquista del reino de Valencia y se unió al de Orleans para la toma de Lérida, que fue saqueada. La victoria de Almansa le valió la dignidad de Grande de España y la concesión de la población valenciana de Liria, con título de duque.

En 1710, Luis XIV le otorgó la dignidad de par de Francia, con el título de duque de Fitz-James.

Después de Almansa, Felipe V hubiera querido que Berwick permaneciera en la Península, pero Luis XIV lo destinó, primero al frente del norte y, a partir de 1709, al de los Alpes, donde dirigió una eficaz labor de fortificaciones e impidió que el reino de Francia fuera invadido por los austríacos y saboyanos.

Firmada ya la paz de Utrecht, Berwick fue nombrado, en junio de 1714, jefe de los ejércitos español y francés que asediaban Barcelona. Se incorporó al sitio el 7 de julio y, tras vencer una dura resistencia, obtuvo la capitulación de la ciudad el 12 de septiembre. Inmediatamente declaró disuelto el Consejo de Ciento municipal y la Diputación del General. Permaneció sólo unas semanas en Cataluña y, tras pasar por Valencia y Madrid, volvió a Francia, donde Luis XIV le recibió con todos los honores.

Desde 1708, Berwick era gobernador de la provincia francesa del Limousin y en 1716 fue nombrado comandante general de la provincia de Guyena, donde trabó amistad con el joven Montesquieu. En 1719, el regente duque de Orleans le encargó el mando de las tropas que debían invadir España, dentro de la política de la Santa Alianza. Consiguió la rendición de Fuentarrabía (17 de junio) y de San Sebastián (30 de agosto), pero el mal tiempo frustró el intento de rendir la plaza de Rosas, en Cataluña. La participación de Berwick en esta campaña le hizo persona non grata en la Corte española.

En 1720, Berwick entró a formar parte del Consejo de Regencia de Francia. Tras la muerte del duque de Orleans (1723), se alejó de la Corte, pero en 1733 se le reclamó para enfrentarse de nuevo a los imperiales en la Guerra de Sucesión de Polonia. Murió el 12 de junio de 1734, en el sitio de Philipsburg, al ser alcanzado por una bala de cañón. Fue sepultado en París. Su hijo mayor, Jacobo Francisco, le sucedió en el título español de duque de Liria. Los hijos de su segundo matrimonio permanecieron en Francia y realizaron brillantes carreras en el Ejército y en la Iglesia. En 1738 se publicó en francés una Vida del duque de Berwick y en 1778, unas Memorias con prólogo de Montesquieu.

 

Obras de ~: Memorias, estud. introd. y notas de P. Molas Ribalta, trad. de J. Lorenzo Miralles, Alicante, Universidad, 2007.

 

Bibl.: C. Townsend Wilson, The marshall duke of Berwick, London, 1883; Duque de Berwick y Alba, El mariscal de Berwick. Bosquejo biográfico, Madrid, 1925; C. Petrie, El mariscal duque de Berwick. Retrato de una época, Madrid, Espasa Calpe, 1955.

 

Pere Molas Ribalta

 

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