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Rodrigo Simón

Biografía

Simón, Rodrigo. Moguer (Huelva), ú. t. s. XV - p. s. XVI – México, p. m. s. XVI. Conquistador, encomendero.

Hijo de Pero Alonso Roldán (ú. t. s. XV - p. m. s.XVI) e Inés Alonso Liximano. En febrero de 1521 participó en la expedición de Julián de Alderete, que organizaba Rodrigo de Bastidas, para aportar armas, caballo, dinero y soldados de La Española a Hernán Cortés (1485-1547) en Nueva España, y en la que su padre fue capitán y piloto de la nao en la que viajaban los dos. Intervino en todas las batallas que organizó Cortés: Pánuco y Nueva Galicia, en este último lugar obtuvo una encomienda, que le confiscaron posteriormente, según Thomas, y más tarde viajó Nuevo México con Francisco Vázquez de Coronado, probablemente en la expedición de 1540-1542, compuesta por 340 soldados españoles y cientos de indígenas aliados, que partió por tierra desde Compostela, Nayarit (por entonces capital de la provincia llamada Reino de la Nueva Galicia) y acompañada por mar por navíos al mando de Fernando de Alarcón y otra expedición más pequeña por tierra organizada por García López de Cárdenas. La mayor expedición partió bajo el mando de Vázquez de Coronado con dirección al norte por la costa occidental de México hasta Culiacán y Sinaloa. Desde allí una fuerza más pequeña, al mando de Tristán de Luna y Arellano, continuó aún más al norte y tomó los pueblos de los Zuñi (julio 1540), pueblos que les habían dicho eran las siete ciudades doradas de Cíbola. Los dos grupos de Coronado se volvieron a reunir y pasaron el invierno en Tiguex, cerca de la ciudad de Santa Fe, Nuevo México, a orillas del Río Grande o Río Bravo para los mexicanos. La expedición fue atacada varias veces por los nativos, pero las fuerzas de Vázquez de Coronado los repelieron con éxito. Durante la expedición había encontrado un indio, al que llamó el turco, que le habló de Quivira, un rico país al noroeste. En la primavera de 1540 la expedición se internaba hasta llegar al cañón de Palo Duro, Texas, en busca de oro, allí dejó Coronado la mayor parte de sus hombres y continuó a caballo con treinta expedicionarios en busca de la ciudad de Quivira, utilizando como guía al turco, marchando hacia el Norte. Sin embargo, Coronado descubrió que el turco les estaba engañando o, al menos, eso creía Coronado, por lo que lo hizo ejecutar. Después, otros guías les condujeron hacia Quivira, un pequeño pueblo próximo al actual Lindsborg (Kansas), cuyos pobladores, los indígenas quivira (después conocidos como wichita), no disponían de ninguna riqueza y su poblado era de cabañas. Entonces Coronado decidió regresar a Tiguex, donde lo esperaba el grueso de sus tropas. Allí pasó otro invierno.

           

Bibl.: H. Thomas, Quién es quién de los conquistadores, Barcelona, Salvat Editores, 2001, pág. 308.

 

Miguel Héctor Fernández-Carrión