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Francisco de la Cueva y Villacreces

Biografía

Cueva y Villacreces, Francisco de la. Jerez de la Frontera (Cádiz), c. 1513 – Santiago de Guatemala (Guatemala), 24.X.1576. Militar, conquistador, gobernador.

Perteneciente al linaje de “los Cuevas” y cuñado de Pedro de Alvarado (c. 1485-1541). Se traslada a América en el segundo tercio del siglo xvi, pero no se sabe con seguridad si conoce a Alvarado en Cuba, México o en España, o a través de su familia; tampoco se sabe si él presenta a Alvarado a sus hermanas, o son éstas las que se lo presentan a Francisco, e igualmente se desconoce si colabora en la conquista con Alvarado, desde que éste llega a La Española en 1510, o en 1527 cuando se casa con Francisca de la Cueva en España, o lo hace en un tiempo intermedio. Francisco de la Cueva y Villacreces es licenciado y comendador de la Orden de Santiago, su padres son Juan de Villacreces de la Cueva y Teresa de Villavicencio, naturales los dos de Jerez de la Frontera, y se casa con Leonor Alvarado de Xixoténcatl, hija del adelantado Pedro de Alvarado.

Pedro de Alvarado, en 1540, nombra a Francisco de la Cueva teniente gobernador y capitán general en sus ausencias de Guatemala. A partir de la información aportada por Hernández se puede indicar que Francisco de la Cueva integra la expedición de Alvarado a Perú en 1534, aunque debe haberlo hecho a partir de 1528, cuando marcha a Nueva España junto con Alvarado, quien había regresado a España el año anterior, cuando le nombran gobernador, capitán general y adelantado de Guatemala y se casa con Francisca, hermana de Francisco de la Cueva. En 1534 participa en la expedición de Alvarado al Perú.

En 1537 es posible que regresara a España con Alvarado que en esta ocasión se casa con Beatriz de la Cueva, hermana o prima de Francisca, ya fallecida.

En 1539 acompaña nuevamente a Alvarado en su marcha a Guatemala. En 1540 Alvarado le nombra —según Hernández, coincidiendo con lo que indica al respecto Espasa Calpe— teniente de gobernador de Guatemala, antes de dirigirse a la islas de las Especias, pero el hecho de que el gobernador de Guadalajara, Cristóbal de Oñate, le pida ayuda a Alvarado para defenderse de los ataques de los indígenas palisqueños, demuestra que De la Cueva aún no gobierna Guadalajara por entonces, sino que tiene que esperar, como indica Ezquerra, a la muerte de Alvarado y a que su mujer reclame el gobierno y lo asuma (como si se tratara de un reino) y nombre a Francisco de la Cueva teniente gobernador (9 de septiembre de 1541). Al día siguiente, un terremoto destruye la ciudad de Guatemala, en el que muere Beatriz, una hija de Alvarado y las de Jorge Alvarado. Después de este suceso, Francisco de la Cueva se casa con Leonor de Alvarado, hija mestiza de Alvarado y Luisa Xicoténcatl, para “asegurarse la gobernación” (Ezquerra), y con la que tiene seis hijos, pero según Espasa Calpe es cesado en el gobierno en 1542 (e indica que desde esta fecha se pierde su rastro). Durante el tiempo que ejerce la gobernación, De la Cueva manda ahorcar a varios principales de Iximché, para manifestar públicamente su autoridad. El 17 de septiembre de 1541, después de una inhumación de la ciudad de Guatemala, el Ayuntamiento determina que mientras el Rey nombra gobernador, el obispo Francisco Marroquín y Francisco de la Cueva ejercieran el cargo y así fue hasta el 17 de mayo de 1542.

Este gobierno conjunto —según Hernández— hace frente a la inundación, y cambia la ubicación de la ciudad, donde se reparte tierras y solares. Francisco de la Cueva funda un mayorazgo poderoso y tiene en encomienda los pueblos de Tecuaco (Guazacapán) y Jumaytepeque, en Santa Rosa. En 1557, expropia una parte de los ejidos de este último pueblo para establecer una estancia de ganado vacuno, con la venia de la Audiencia, y es dueño de otras estancias en Cerro Redondo (Cuilapa, Santa Rosa) y en otros pueblos de la zona. Con anterioridad ha dirigido la fundación de las villas de Choluteca y San Jorge, del valle de Olancho, en Honduras, y es alcalde ordinario en varias ocasiones de la ciudad de Santiago de Guatemala: es electo junto con Juan de Guzmán (1 de enero de 1548), posteriormente lo hace conjuntamente con Juan Vásquez Coronado (1558) y Pedro de Obide (1561). Junto a Bernal Díaz del Castillo y otros vecinos redacta las ordenanzas municipales que se promulgan el 30 de enero de 1559. En varias ocasiones es requerido o participa directamente como testigo en distintos pleitos e informaciones de méritos y servicios, lo que denota el poder que poseía en la época. En agosto de 1564, Francisco Hernández de Illescas lo presenta como testigo en la probanza de sus méritos y servicios y de su padre, Hernando.

En esa ocasión dice ser mayor de cincuenta años; en 1570 es testigo propuesto por Juan Orozco de Ayala, en el pleito por 300 pesos de venta de alimentos, que éste demandaba a Arteaga Mendiola, fiscal de la Audiencia de Guatemala y también es testigo en la información de los méritos y servicios de Hernando de Aduzca (17 de febrero de 1575); en el pertinente interrogatorio manifiesta conocer a Aduzca desde hace veintiocho o treinta años y que además conoce a Cristóbal de Salvatierra, padre de Ana, mujer de Hernando de Aduzca. Declara también haber tenido relaciones sociales con Antonio Díaz, vecino de Ciudad Real de Chiapa, y con el padre de éste, Diego Díaz; asimismo declara conocer al intérprete de la Audiencia de Guatemala, Juan Fernández Nájera, desde 1540, y al arcediano Diego de Carvajal, desde 1544. Aunque también se sabe que De la Cueva llega a convertirse en deudor del juzgado de bienes de difuntos, como hace público en 1574 el oidor de la Audiencia Arévalo Sedeño a Diego García de Palacio, juez de bienes de difuntos en funciones, al presentar el movimiento financiero de su gestión, resaltando un déficit de 1.212 pesos, 5 tomines y 9 gramos de oro de minas, del que Francisco de la Cueva debe 600 pesos de oro de minas. Muere unos años más tarde, en 1578, en Santiago de Guatemala.

 

Bibl.: VV. AA., Diccionario enciclopédico abreviado, t. III, Madrid, Espasa Calpe, 1954; G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1981; M. Juliani Aguado, “Pedro de Alvarado”, en M. Artola (dir.), Enciclopedia de Historia de España, Madrid, Alianza Editorial, 1991.

 

Miguel Héctor Fernández-Carrión

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